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Sesgo machista en los medios: una de cada cinco noticias justifica la violencia

Esther Rebollo | Madrid - 4 marzo, 2024

Muchas sociedades han avanzado en materia de igualdad desde que surgió la cuarta ola del feminismo en la segunda década del siglo XXI, cuando las manifestaciones masivas contra la violencia machista y a favor de los derechos de las mujeres se empezaron a multiplicar en países y territorios diversos. 

Es un hecho que el feminismo ha ido por delante de la política y también de los medios de comunicación, especialmente los tradicionales. En respuesta, han nacido en los últimos años un buen número de digitales especializados, que son ya una referencia en España y Latinoamérica al ofrecer información con enfoque de género. 

Sin embargo, queda mucho por hacer porque la gran mayoría de los medios mantiene un sesgo machista que dificulta la comprensión de la igualdad y no reconoce que la violencia de género es un problema para todos, incluidos los hombres.

En el caso de las redes sociales la situación es aún más grave.

Consumo masivo de información con sesgo machista

Con motivo del 8M, la consultora Llorente y Cuenca ha analizado, con la ayuda de la inteligencia artificial, millones de noticias publicadas en medios y de mensajes distribuidos en redes sociales en doce países. 

El estudio abarca un año y la conclusión principal es que la ciudadanía sigue consumiendo de forma masiva información sesgada que no contribuye a prevenir y detener la violencia de género.

Según el estudio ‘Desenfocadas: cómo opinar e informar mejor sobre violencia de género’, "el 20 % de las noticias sobre esta temática justifica las agresiones", es decir, una de cada cinco. Y en redes sociales esta incidencia es aún mayor. 

Las noticias y los mensajes en redes llegan a explicar y justificar esos actos de violencia con argumentos como problemas de adicciones del victimario o que la agresión se produjo a causa de una provocación de la víctima.

Sensacionalismo y robo de intimidad 

La investigación agrega que “una de cada seis noticias vulnera la intimidad de las víctimas”, al exponer datos personales, como profesión, alusiones a la salud mental, descendencia o parentesco. En las redes sociales es aún mayor: la intimidad se ve violentada un 7 % más.

Los medios ponen más el foco en las víctimas que en los victimarios, dan más detalles sobre ellas: “Hay un 75 % más de menciones a los atributos de las víctimas”. Un ejemplo es que hay un 45 % más de menciones a su edad.

También es cierto que los medios hablan más de violencia de género que las redes: publican un artículo sobre esta temática por cada 30 noticias, mientras que en la conservación social la frecuencia es 15 veces menor. 

Este dato revela que los medios siguen siendo el mejor método para recibir información sobre violencia machista y, en este sentido, crean conciencia, sensibilizan y previenen más que las redes. 

En la conversación social se produce un mayor caos, hay más sensacionalismo, emplean hasta dos veces más términos como “brutal”, “terrible” u “horroroso” para atraer audiencia sin más. Y lo peor es que el negacionismo en los medios se retroalimenta y se multiplica por cuatro en las redes sociales.

España lidera la conversación y EEUU justifica más la violencia 

Para la realización de este informe, Llorente y Cuenca ha analizado durante un año 5,4 millones de noticias sobre violencia de género y 14 millones de mensajes en la red social X, en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana.

Según los datos arrojados, en España es donde más se habla de violencia de género con una mayor participación en las redes sociales: la relación de interacción redes sociales y noticias es un 48 % mayor que el promedio. 

En el caso de Latinoamérica, la violencia machista se trata más en las noticias y Brasil es el país que más sensibilización y concienciación proyecta en los medios, pero no se traslada a la conversación social. En general, estas noticias superan las relacionadas con acoso escolar y accidentes de tráfico.

En Argentina y Colombia, por cada noticia sobre tráfico hay diez de violencia de género, y en México ocupan un 50 % más respecto al promedio entre noticias y redes sociales. 

En Estados Unidos se justifica la agresión dos veces más que en el promedio del resto de países. Sin embargo, considerar a las víctimas desafortunadas se aplica cuatro veces menos que en los demás países analizados. Esto demostraría una buena práctica periodística.

Visibilizar la violencia ayuda a erradicarla 

El documento deja claro que si bien se ha avanzado en los últimos años, aún queda mucho trabajo por hacer, especialmente en el campo de las redes sociales.

“Quienes participamos en la conversación social sabemos que dar visibilidad a la violencia de género es fundamental para avanzar en su erradicación. Sin embargo, hacerlo mal puede ser contraproducente, generando sensacionalismo y provocando una doble victimización", afirma Luisa García, socia y COO global de LLyC. 

Recomendaciones

Para avanzar hacia la erradicación de la violencia de género y lograr que las sociedades sean más justas e igualitarias, la consultora hace una serie de recomendaciones basadas en los principios de Naciones Unidas. 

Hay que descartar supuestas características del agresor, como adicciones o relacionadas con la salud mental, fomentar mensajes de concienciación y enfatizar que la violencia machista es un problema de la sociedad en su conjunto. 

También eliminar en las noticias testimonios que defienden o humanizan al victimario, proteger la intimidad de la víctima y de los niños, hacer enfoques respetuosos, descartar menciones sobre la clase social, raza o etnia y usar voces de expertos, también masculinos, para demostrar que el problema es de todos. Y, por supuesto, reforzar las consecuencias penales y la gravedad de los hechos.

En las redes sociales se debe controlar el lenguaje y evitar palabras sensacionalistas y dramatizantes, como “terrible”, “triste” o “desafortunado”. Si el autor del mensaje es hombre se recomienda expresar una condena a la violencia de género. 

No hay que minimizar ni individualizar la violencia, ni asociarla a colectivos específicos, pues afecta a personas de todas las procedencias y contextos. 



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