
Fotografía de archivo de una vendedora ambulante trabajando en una vía pública, en Lima (Perú). EFE/Paolo Aguilar
Los empleos de mujeres suponen el 93 % de los pendientes de recuperar en Latinoamérica
América Latina y el Caribe ha registrado una fuerte recuperación económica, aunque insuficiente para rescatar todos los empleos que se perdieron en la región en 2020, pues aún falta por incorporar al mercado laborar 4,5 millones de personas para alcanzar cifras anteriores a la pandemia, de los cuales el 93% de los empleos corresponden a mujeres, según ha informado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El director de la OIT para América Latina, Vinicius Pinheiro, ha alertado de que la crisis de empleo que está sufriendo la región podría prolongarse hasta 2023 o 2024. “Dos años después del inicio de la pandemia, la recuperación del empleo ha sido mediocre. El panorama laboral de la región es incierto, la emergencia sanitaria por la pandemia no ha terminado y las expectativas de crecimiento no son tan alentadoras”, ha declarado.
El informe “Panorama laboral 2021 de América Latina y el Caribe” refleja la desocupación femenina y juvenil, obstaculizadas por la mayor incidencia en la informalidad y en los sectores económicos más afectados por la crisis sanitaria, una situación que el jefe regional de la OIT ha definido como “preocupante”.
La persistencia de la informalidad y la ausencia de protección social son las “comorbilidades” que Pinheiro señala como causantes de una “mayor vulnerabilidad” en la región “comparada con el resto del mundo”, tanto en términos sanitarios como económicos, y ha advertido que los indicadores de empleo que arroja el informe dibujan un panorama poco favorable que amenaza con aumentar el trabajo infantil y generar una mayor inestabilidad política y social en la región.
Mujeres y jóvenes
El informe revela que, desde el inicio de la pandemia, la recuperación del empleo fue más intensa entre la población femenina, aunque ello no compensó los efectos devastadores que sintió en 2020 la situación laboral de las mujeres en América Latina y el Caribe, que en la actualidad es “más desfavorable” respecto de 2019 que en el caso de los hombres.
De hecho, la tasa promedio de desocupación de las mujeres fue exactamente la misma entre 2020 y 2021 al situarse en el 12,4 %, lejos aún del 9,4 % de 2019.
“El impacto más intenso entre las mujeres en la región se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos fuertemente afectados por la crisis, como hotelería y restaurantes, y en otras actividades de servicios y del sector de hogares. Por otro, a la mayor incidencia de la informalidad entre las mujeres”, se lee el informe.
Otro de los grupos más golpeados a nivel laboral por la crisis sanitaria fueron los jóvenes entre 15 y 24 años, cuya tasa de desocupación alcanzó en 2021 el 21,4 %, un índice menor al 23 % de 2020 pero lejos del 18 % que registraba antes de la pandemia, cuando ya se consideraba elevada.
“Esto puede ser una tragedia social”, advirtió el director de la OIT para América Latina y el Caribe, quien aseguró que en este contexto es “fundamental” que los países de la región caminen “hacia la formalización” y pongan en marcha medidas que coloquen “el empleo y a las personas en el centro de la recuperación económica“.
Recuperación insuficiente
El estudio también estima que la tasa promedio de desocupación a fines del año pasado, cuando la región tuvo un crecimiento económico superior al 6 %, fue del 9,6 %, lo que representa una mejoría desde el 10,6 % que alcanzó en 2020, pero aún un retroceso frente al 8 % registrado en 2019.
“Ha sido una recuperación muy modesta e insuficiente“, ha señalado Pinheiro, quien ha agregado que el bajo crecimiento proyectado para 2022 (de 2,1 % a 2,4 %) amenaza la senda para disminuir esa tasa de desocupación, que este año podría bajar entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales y mantenerse así por encima del 9 %.
Los cálculos del informe no auguran, por tanto, regresar tan rápido a los niveles de 2019, cuando la situación del mercado laboral distaba de ser positiva en la región, que ya estaba entrampada en un escenario de crecimiento lento, con baja productividad y altos niveles de informalidad y desigualdad.
Sobre esto, Pinheiro ha insistido en la persistencia de la informalidad laboral, que en los países de América Latina y el Caribe afecta al 50 % de la población ocupada y lidera entre el 60 % y el 80 % de la creación neta de empleo.
Al tercer trimestre de 2021, agrega el estudio, se había recuperado alrededor del 90 % de puestos de trabajo perdidos durante la primera mitad de 2020 (44,6 millones de 49,1 millones), lo que significa que aún faltan por recuperar 4,5 millones de puestos de trabajo, de los cuales 4,2 millones corresponden a mujeres (93,3 %).