
Portada de un libro de Celia y retrato de Elena Fortún. Cedidas por la editorial Renacimiento.
70 años de la muerte de Elena Fortún, la escritora que sorteó la censura con libros “infantiles”
La escritora Elena Fortún es conocida como la creadora de las célebres novelas de Celia, uno de los personajes emblemáticos de la literatura juvenil española. Pero detrás de estas historias aparentemente infantiles se esconde una profunda crítica a la España franquista. Con la aparente inocencia y los buenos modales de Celia, Elena Fortún -pseudónimo con el que se dio a conocer Encarnación Aragoneses, de cuyo fallecimiento se han cumplido en mayo 70 años-, obtuvo un pasaporte casi vitalicio para contar historias de exilio, pobreza e incluso orientación sexual sin tener que preocuparse demasiado de la infatigable censura franquista.
La Feria del Libro de Madrid ha rendido un homenaje el 8 de junio a Elena Fortún (Madrid, 1886-1952), un acto organizado por la Editorial Renacimiento, que ha recuperado hasta el momento 20 de las obras de esta autora que comenzó a publicar en 1928 las aventuras de Celia, una niña madrileña que quería ser escritora, en el suplemento infantil Gente Menuda.
Y a través de ella y de otros de los protagonistas de la saga realizó una crónica de los años más convulsos del siglo XX español, de los años previos a la Guerra Civil, de su exilio en Buenos Aires, y de su regreso a España, unos libros que han sido recuperados por las investigadoras Nuria Capdevila-Argüelles y María Jesús Fraga y publicados por Renacimiento en su Biblioteca Elena Fortún.
La recuperación de Elena Fortún
Nuria Capdevila-Argüelles, catedrática de Estudios Hispánicos de la Universidad de Exeter (Inglaterra), explica a Efe cómo comenzó su labor de recuperación a través de Marisol Dorao, la biógrafa de Elena Fortún fallecida en 2017: “Tenía muchísimo interés en desvelar la historia de autoría detrás de Celia porque, además de ser una colección maravillosa y una serie de libros importantísima, siempre fue una cubierta que escondía algo”.
“No solo queríamos recuperar a Celia y a la madre literaria de Celia sino también a la escritora y conectar con los significados históricos, sociales, políticos y feministas que en realidad daban forma a lo que es la autora Elena Fortún”, señala la investigadora, que asegura que “hay un haz de significados que convergen en esta mujer de los que ni ella misma era consciente mientras escribía, ni de la significación que iba a tener 70 años después de su muerte”.
Celia lo que dice, Celia en el colegio, Celia y sus amigos fueron algunos de los primeros títulos que se publicaron antes de la guerra civil en la editorial Aguilar y que fueron llevados a una serie de televisión de José Luis Boreau y adaptada por Carmen Martín Gaite en los 90.
Le siguieron muchos más y otros que no vieron la luz entonces como Celia en la revolución que Fortún escribió sobre el Madrid de la guerra, y que también ha sido recuperado, junto a otros inéditos como su autobiografía Oculto sendero y El pensionado de Santa Casilda.
Literatura del exilio
La colección no empezó por “los Celias” más conocidos, sino por los del final, la literatura del exilio, porque para redimensionar la autoría de Elena Fortún hacía falta un poco de contexto.
Celia madrecita, Celia institutriz y Celia en la revolución fueron así los primeros títulos de esta colección, creando así el contexto para su autobiografía y para la inédita “El pensionado de Santa Casilda” en las que reflexiona sobre la identidad de género.
“Es escritura armarizada, la que se hace dentro de un armario que tanto oculta como protege y en la que se pone frente a partes de su identidad y de la cultura en la que vive que son difíciles de gestionar. Si el choque entre identidad sexual e identidad de género es difícil de gestionar hoy en día, no iba a ser difícil hace 100 años”, señala Capdevilla-Argüelles.
Junto a estos hay otros como Guía del Madrid de Celia en la Revolución, de María Jesús Fraga, que, según la responsable de la editorial Renacimiento Christina Linares, forma parte del material complementario que añade valor a la recuperación de la obra literaria de Fortún y que supone “un mapa del hambre del Madrid de la guerra”.
“Los veinte libros de Celia son una enorme novela de aprendizaje, cuyo último objetivo es ofrecer un retrato de una época y un lugar, que es Madrid. Yo no puedo estar en el Retiro sin pensar en Celia”, indica Linares a Efe en su caseta de la Feria del Libro.