Coral Herrera: La única manera de disfrutar del amor es siendo libres e iguales y las mujeres no lo somos

Cristina Bazán | Madrid - 27 julio, 2023

¿Qué es el amor romántico? ¿Por qué no encuentro a mi media naranja? ¿Cómo liberarme del miedo, del sufrimiento y de los celos? ¿Cómo saber si mi relación es ‘amor del bueno’? ¿El amor lo puede todo?, son algunas de las inquietudes que la comunicadora e investigadora Coral Herrera responde en "100 preguntas sobre el amor", su nuevo libro donde plantea otras formas de quererse y relacionarse y en el que le dice a las mujeres que vivir una vida libre de violencia implica tener relaciones amorosas igualitarias, alejadas de la posesividad y en las que infelicidad no tiene cabida.

"Mi propuesta es: ya estamos en el siglo XXI, vamos a ver cómo hacemos para querernos mejor y para construir relaciones basadas en la igualdad, en el respeto, en la ternura radical, en la responsabilidad efectiva, en el compañerismo, que para mí es una de las claves: el amor compañero, los amores compañeros que remiten a esas relaciones horizontales basadas en el disfrute, no en la sumisión ni en la domesticación mutua. Creo que es importante entender que para amar a una persona no hace falta dominarla ni someterla", explica la autora en una entrevista con Efeminista.

En el libro (Catarata, 2023), Herrera expone a la juventud las claves para la construcción del camino que los lleve hacia la "revolución amorosa", una "propuesta de cambio radical" que pone en el centro la felicidad y las relaciones amorosas basadas en la igualdad y la libertad, algo que, afirma, las mujeres no tienen.

"Para poder disfrutar de la vida hay que poder disfrutar de las relaciones", asegura la escritora, quien investiga desde hace quince años sobre las emociones y las relaciones amorosas.

"100 preguntas sobre el amor", de Coral Herrera

Pregunta: ¿Qué es la revolución amorosa?

Respuesta: La revolución amorosa es un proyecto que empecé hace un año y que consiste en plantear a la gente que hay otras formas de quererse, que hay otras formas de relacionarse, que no estamos condenadas a sufrir, que no estamos, sobre todo las mujeres, condenadas a servir, a aguantar, a soportar, a sacrificar. No hemos venido a este mundo a eso.

Es una reivindicación del derecho que tenemos todas las mujeres a vivir una buena vida, libre de sufrimiento, de explotación y de violencia. Esa es la base de la revolución amorosa, el que podamos generar las herramientas que necesitamos para transformar nuestra sociedad desde la idea de que lo personal es político.

P: Y esa revolución es la base de este nuevo libro...

R: He escrito el libro de "100 preguntas sobre el amor" y he iniciado este movimiento porque creo que hay otras formas de querer y que entrenando día a día con las herramientas que necesitamos para tratarnos bien, para aprender a usar nuestro poder de manera que no haga daño a nadie, para aprender a cuidar nuestras emociones y para aprender a comunicarnos y aprender a convivir seremos mejores personas, sufriremos menos en la vida y disfrutaremos más.

Nuestras relaciones humanas nos hacen sufrir mucho, así que la revolución amorosa es una propuesta de cambio radical de nuestras formas de relacionarnos que ahora mismo están sometidas al eje de la dominación y la sumisión, a un sistema de jerarquías que promueve el abuso y la explotación. El cambio es precisamente aprender a relacionarnos en horizontal, lo que llamo yo "el amor del bueno".

Para mí esto es muy importante porque creo que la única manera de poder realmente disfrutar del amor es en libertad y en igualdad y ahora mismo las mujeres ni somos libres ni somos iguales. Para mí esta revolución amorosa es el siguiente paso a la revolución sexual que lideraron nuestras mamás y abuelas en los años 70, 80 del siglo XX. Una vez que hemos separado el sexo de la reproducción, del miedo a quedarnos embarazadas y a contraer enfermedades sexuales, ahora viene, creo yo, el momento de liberar nuestras emociones, nuestros sentimientos, de ir al corazón del patriarcado.

Esa es la tarea más dura porque es muy fácil elaborar bonitos discursos sobre la igualdad y la libertad y los derechos de las mujeres, pero lo difícil realmente es llevarlo a cabo en tu interior, llevar la teoría a la práctica en tu cotidianidad.

La apuesta que yo estoy haciendo es tratar de generar herramientas y compartir las herramientas que he ido adquiriendo en estos años de trabajo personal para que nos liberemos todas de esa idea de que para amar hay que sufrir y hay que pasarlo mal. Creo que somos cada vez más las mujeres que ya no sufrimos por amor y que ya no queremos sufrir por amor y que lo que queremos es relacionarnos y poder disfrutar de esas relaciones. Creo que el cambio personal es lo que propiciaría el cambio social, político y económico que necesitamos.

P: ¿Cómo escogió las 100 preguntas? ¿Desde cuándo las estaba pensando?

R: Desde muy niña me he estado haciendo muchas preguntas porque no entendía muy bien, veía las películas y decía: "¿Por qué el amor en las películas es tan bonito, maravilloso y perfecto y en la realidad, lo único que veía a mi alrededor, eran adultos peleando y guerreando y hombres abusando de sus compañeras, viviendo como reyes en su hogar?". Desde muy pequeñita me he estado haciendo muchas preguntas sobre el amor y cuando me enamoré, imagínate.

He escrito el libro que me gustaría haber leído con 13-14 años, cuando me enamoré por primera vez y cuando empecé a sufrir por amor, porque lo que hago en el libro es sobre todo es desmontar los mitos del patriarcado, los estereotipos, los roles, las creencias y también hablo de esa idea fascinante de que no he venido al mundo a sufrir, que la vida es muy cortita y que las relaciones de mi vida tienen que ser bonitas.

Es un libro que a la gente joven le va a gustar mucho porque en dos, tres párrafos contesto esas 100 preguntas y también intento que a la gente le surjan nuevas preguntas, porque inevitablemente una vez que te empiezas a cuestionar todo y que empiezas a derrumbar las creencias que tenías sobre el amor romántico tradicional de repente se abre un mundo nuevo, porque en el amor ahora mismo está todo por inventar.

Coral Herrera amor

La comunicadora e investigadora Coral Herrera autora de "100 preguntas sobre el amor". Foto cortesía

P: Pese a esa evolución que menciona, diferentes organizaciones alertan de un aumento del negacionismo de la violencia machista entre los jóvenes y de un retroceso social, ¿cómo este libro podría ayudar a acabar con esos estereotipos que parece que estuvieran volviendo?

R: Sí es muy preocupante que haya muchos chicos jóvenes comprándole el discurso a la ultraderecha, a la derecha más rancia y más terrible, y luego también hay un machismo disfrazado de modernidad y de progresismo que nos está haciendo mucho daño. Yo creo que es normal, en la medida en que las mujeres vamos avanzando, que los hombres se resistan a perder su trono. Ellos viven como reyes en sus hogares con sirvientas, primero la mamá, luego la esposa, y es normal que cuando pierden privilegios tengan una reacción.

Creo que hay muchos hombres que se sienten culpabilizados y no son capaces de sentirse responsables y la propuesta que yo hago, porque normalmente doy muchas charlas y talleres en institutos con población joven, es no ir a la culpa, sino a la responsabilidad. Decir: "¿Qué podemos hacer nosotros y nosotras para aprender a relacionarnos mejor y para dejar de abusar de las mujeres y de explotar emocionalmente, laboralmente, sexual y reproductivamente de las mujeres?".

Sí es preocupante la cantidad de chicos que no saben ahora mismo relacionarse con mujeres y hay una brecha cada vez más grande porque las mujeres estamos leyendo un montón de libros, nos apuntamos a talleres, a cursos, jornadas, congresos, hablamos muchísimo con las amigas de las emociones, de los sentimientos, de nuestras vidas y estamos avanzando, estamos dando pasos gigantes, porque cada vez hay más podcasts, más blogs, más foros donde estamos trabajando toda esta cuestión y los chicos no.

Nosotras estamos trabajando los patriarcados que nos habitan, estamos tomando conciencia de cómo aprendimos a ser mujeres patriarcales y creo que es un trabajo que los chicos no están haciendo. El libro está también dirigido a esos chicos que tienen la curiosidad de saber cómo relacionarse con las mujeres que ya no quieren sufrir por amor.

P: Y si bien lo dirige a gente joven también puede haber lectoras o lectores más adultos que se sientan identificados o necesiten hacerse estas preguntas sobre el amor...

R: De hecho, me están escribiendo muchas lectoras mías que me dicen: "Yo necesito ese libro igual, aunque no sea tan joven". Mucha gente me pide la fórmula mágica y yo digo: "No hay formula mágica" porque una mujer lesbiana no necesita lo mismo que una mujer heterosexual. Y una chica de 18 no tiene las mismas necesidades o apetencias que una mujer de 45. 

Esto es un asunto de trabajarte a ti misma. En mis libros doy las claves para generar esas herramientas que tú necesitas para liberarte a ti misma, liberarte de la culpa, liberarte del miedo, liberarte de todo aquello que no nos ha permitido ser felices y no nos ha permitido vivir bien, porque yo creo que el objetivo que tenemos todas es poder vivir bien y para eso necesitamos tener nuestros derechos fundamentales garantizados y nuestras necesidades básicas cubiertas, pero también necesitamos una red de amor, porque al final no es el príncipe azul el que nos salva, nos salvan las amigas y los seres queridos.

En el libro hablo de que el amor está en todas partes y que no tener pareja no significa estar solo o sola en la vida. Esas son creencias que tenemos muy arraigadas y que hay que librarse de ellas porque en realidad en pareja también te puedes sentir muy sola.

Sin duda estamos en un momento muy decisivo para nosotras, porque ahora que más o menos vamos alcanzando autonomía económica y también nos vamos organizando con otras mujeres para asegurarnos esa autonomía económica que nos haga libres, también es fundamental trabajar la autonomía emocional y creo que la base es ir desaprendiendo todo lo que aprendimos. Yo siempre digo que nos pasamos la mitad de la vida consumiendo amor romántico y luego la otra mitad tenemos que liberarnos, curarnos, sanarnos y tirar para adelante.

P: ¿Y cómo reconocemos ese "amor del bueno"?

R: Yo creo que cuando el amor es correspondido y es mutuo es una de las experiencias más hermosas, pero tiene que ser mutuo. Cuando el deseo sexual no es mutuo, cuando las emociones no son mutuas, cuando los cuidados no son mutuos son explotación y violencia. Creo que con esta base el pensar que todo tiene que ser recíproco en una relación es el camino para empezar a relacionarse en igualdad y en libertad y sobre todo que tengamos claro las mujeres que tenemos derecho a vivir bien, a una buena vida, a disfrutar, que sufrir no sirve para nada y que además no hay recompensa por sufrir por amor.



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