Yolanda García: "La naturaleza femenina cíclica choca con el mundo lineal masculino"

La psicóloga Yolanda García, especialista en psicología perinatal y fertilidad. EFE/ Marta Pérez

Yolanda García: "La naturaleza femenina cíclica choca con el mundo lineal masculino"

Lara Malvesí | Barcelona - 27 abril, 2023

"Soy mujer y estas son mis reglas" es el libro en el que la psicóloga Yolanda García, especialista en psicología perinatal y fertilidad, explica que las mujeres en edad fértil se ven obligadas a vivir en un "mundo lineal masculino" pese a que su naturaleza femenina es cíclica y su fisiología pasa por cuatro fases diferenciadas cada mes.

"Si las mujeres se ponen a analizar qué les pasa cíclicamente en su cuerpo y se adaptan en la medida de lo posible a él, sabiendo que no siempre querremos comer lo mismo, ni hacer el mismo grado de ejercicio ni tampoco estaremos emocionalmente igual, entonces quizá sea todo más llevadero", cuenta en una entrevista con EFE.

García llama la atención en este libro publicado en Grijalbo sobre el "sinsentido" que representa que muchas mujeres desconozcan cómo es su propio ciclo y su sangrado, lo que explica en la falta de interés específico de la medicina y el tabú que rodea a la menstruación.

"¿Cómo puede ser que no seamos expertas en un proceso que nos ocurre alrededor de 500 veces en la vida?", se pregunta la también nutricionista, que lamenta la falta de perspectiva de género de la investigación médica en general.

"Está claro que debe haber más formación en las universidades y en el propio aula escolar, pero más allá, animo a las mujeres al autoconocimiento para hacerse la vida más fácil", ha afirmado.

Autoconocimiento menstrual

Según Yolanda García, si las mujeres se organizan la agenda según su naturaleza cíclica femenina "podrán saber mejor cuándo tendrán más energía o cuando preferirán no tener tanta vida social".

En su libro da pautas sobre cómo se encuentran las mujeres en cada momento del ciclo -premenstrual, menstrual, preovulatrio y ovulatorio- en términos de apetito, actividad física, sexualidad y estado anímico, entre otros aspectos.

"Si sabes cómo funciona tu cuerpo, podrás sacarle más partido. No solo somos una mujer, somos cuatro, como las estaciones de la naturaleza", ha defendido.

Según la psicóloga, "eso no quiere decir que las mujeres sean esclavas de su biología", pero sí que "sí se fijan en cómo funcionan pueden hacerse la vida más fácil en un mundo lineal al que a menudo deben adaptarse".

García anima asimismo a, lejos de ocultar o disimular la menstruación, hacer pedagogía de ella e involucrar a los hombres.

"Es nuestra fisiología, no es un capricho. No podemos permitir microviolencias como que se use nuestro ciclo para insultarnos con comentarios como: ¿qué te pasa?, ¿es que tienes la regla? en tono peyorativo", ha señalado.

Estrógenos y progesterona

La profesora de Ciencias Fisiológicas de la Universidad de Barcelona (UB) Pepita Giménez-Bonafé ha contado a EFE que tanto "las ganas de comer chocolate antes de la regla" como "el estar más sensibles" se explican científicamente por el papel que juegan los estrógenos y la progesterona en el cuerpo de la mujer.

"El primer día del ciclo el endometrio ya se va regenerando con estrógenos para la generación de folículos que deriven en óvulos", cuenta la doctora.

"Además, hay una segunda parte de la evolución del óvulo que es la formación de progesterona", añade. Ese juego de hormonas que trabajan para el caso de un embarazo se frustran una vez al mes, con las correlativas consecuencias para el organismo, cuenta.

"El cuerpo de la mujer se acostumbra a esos estrógenos y progesterona y vive en un pico hormonal, pero cuando no se fecunda el óvulo, entonces las células se dan cuenta de que ya no hay misión que cumplir y las hormonas caen en picado", explica en palabras sencillas.

"La progesterona es la hormona que hace tener hambre, y además hambre de glucosa, de chocolate, porque el cuerpo se iba a preparar apara anidar vida y necesitaba energía", añade.

Poca formación e información

Por la misma razón, también ocurre que duelan los pechos tras aumentar de tamaño preparándose en su caso para un posible embarazo o que por el descenso de niveles hormonales igualmente el humor cambie y se esté más sensible.

"Es algo similar a pequeña escala de lo que pasa en la depresión posparto. La mujer viene de tener un gran pico hormonal en la gestación a un parto en el que caen esos niveles de golpe y el cuerpo tiene que adaptarse sin progresión", explica.

Giménez-Bonafé señala que existe sobre ello cierta literatura científica aunque no tanto a nivel emocional, sino hormonal y endocrino.

"Debería existir más formación durante la carrera de Medicina y más información en general sobre la menstruación. Si los hombres tuvieran la regla, si sangraran cada mes varios días, seguro que sería así", opina la profesora de la UB.



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