
Foto de archivo de unas sanitarias tras administrar una vacuna contra la polio a una niña en Kandahar (Afganistán). EFE/Muhammad Sadiq
Las mujeres siguen perdiendo derechos en Afganistán
Más de 500 mujeres han tenido que dejar sus empleos en agencias de Naciones Unidas u otras ONG internacionales en Afganistán tras la nueva prohibición impuesta por los talibanes que impide a las afganas trabajar en las organizaciones no gubernamentales, violando aún más sus derechos.
“Las recientes restricciones (al trabajo de las mujeres) nos obligan a detener temporalmente actividades esenciales para el pueblo afgano, en particular para mujeres y niñas”, ha indicado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado en el que se ha unido a la invocación de numerosas organizaciones internacionales para que los talibanes reviertan la prohibición.
En Acnur, el trabajo de esas mujeres consistía en prestar ayuda y encontrar soluciones a la problemática de 3,4 millones de desplazados internos en Afganistán, además de otros 2,9 millones de afganos que son refugiados en otros países.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, ha destacado que las mujeres han tenido un rol de liderazgo en las 34 provincias de Afganistán, permitiendo que el organismo preste ayuda a más de seis millones de personas desde agosto de 2021.
Ha agregado que la prohibición de que trabajen en este tipo de entidades puede tener graves consecuencias en 40 millones de personas.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, ha dicho también que esta decisión de los talibanes “es misoginia implacable, un ataque virulento a las mujeres, su contribución, su libertad y su voz”. “Es otro repudio más de todas las normas y estándares de los derechos humanos de las mujeres y el respeto por la dignidad humana”, ha señalado en un comunicado.
Menos derechos para las mujeres en Afganistán
La Unión Europea (UE), Estados Unidos, Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Japón, Noruega, Suiza, Países Bajos y el Reino Unido también han pedido a los talibanes revertir la decisión de prohibir a las mujeres trabajar en ONG ya que “pone en peligro” a “millones” de afganos que dependen de la labor humanitaria de esas organizaciones.
En una declaración conjunta, los ministros de Exteriores de esos países y el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, han dicho estar “profundamente preocupados” por la “temeraria y peligrosa” orden de los talibanes de prohibir el acceso al trabajo a las empleadas de organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales e internacionales.
“Pone en peligro la supervivencia de millones de afganos que dependen de la ayuda humanitaria. Pedimos a los talibanes que revoquen urgentemente esta decisión”, han enfatizado.
Los ministros consideran que las mujeres son “absolutamente fundamentales” para las operaciones humanitarias y de necesidades básicas.
“A menos que participen en la prestación de ayuda en Afganistán, las ONG no podrán llegar a las personas más vulnerables del país para proporcionarles alimentos, medicinas, material para el invierno y otros materiales y servicios que necesitan para vivir”, subrayaron.
Según han dicho, esto también afectaría a la ayuda humanitaria que brindan las organizaciones internacionales, ya que éstas recurren a las ONG para entregar dichos materiales y servicios.
“Los talibanes siguen demostrando desprecio por los derechos, las libertades y el bienestar del pueblo afgano, especialmente de las mujeres y las niñas, y desinterés por mantener relaciones normales con la comunidad internacional”, han indicado.
Así, estos países y la UE han afirmado apoyar los llamamientos del pueblo afgano para que las niñas y las mujeres vuelvan al trabajo, a la escuela y a la universidad, y para que las mujeres sigan desempeñando “papeles esenciales” en la prestación de ayuda humanitaria y de necesidades básicas.
“Instamos a los talibanes a que respeten los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de las mujeres y las niñas en Afganistán”, han recalcado.
ONG se van y la ONU suspende proyectos
La ONU ha anunciado que ha suspendido temporalmente varios programas de ayuda en Afganistán debido a la falta de personal femenino tras el veto de los talibanes a que las mujeres trabajen en las organizaciones no gubernamentales, una orden que ya provocó la salida del país de varias ONG en protesta.
Y es que las mujeres son “clave en todos los aspectos de la respuesta humanitaria en Afganistán”, aseguran las organizaciones en un comunicado, ya que ellas pueden acceder “a poblaciones a las que sus compañeros masculinos no pueden llegar”, por lo que su participación en los programas de ayuda “no es negociable y debe continuar”.
Han asegurado que continuarán involucrando a las autoridades de facto en sus programas, aunque sin ignorar las limitaciones que supone no poder contar con mujeres en sus equipos de trabajo.
Desde que los talibanes prohibieran trabajar a las mujeres en ONG y organismos internacionales como Naciones Unidas el pasado 24 de diciembre, varias ONG como Save the Children, CARE, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) y el Comité Internacional de Rescate (IRC) han suspendido sus programas en Afganistán.
Mientras, otras muchas organizaciones permanecen indecisas a la espera de que el Organismo Coordinador de Agencias para la Ayuda Afgana (ACBAR), formado por un centenar de organizaciones afganas y 83 internacionales, tome una decisión.