Mari Carmen Vázquez: “Faltan medidas para la conciliación familiar”
Mari Carmen Vázquez Nores heredó de su madre el oficio de mariscadora. Lleva desde el 1996 (24 años) trabajando y es Patrona de la Cofradía de Lourizán (Pontevedra), aunque ahora está de baja por problemas en la columna vertebral. Tiene 54 años y, en los días previos al 8M, Día Internacional de la Mujer, habla con Efeminista de la situación de las mujeres que trabajan en el mar.
¿Cuál es su principal reivindicación en este 8M?
Mis reivindicaciones o peticiones en el sector del mar, y que llevamos pidiendo desde hace tiempo, es el aumento del coeficiente reductor, por la situación en la que estamos trabajando las mujeres -y bueno ahora hay hombres también en medio- en el sector de la pesca, por nuestra situación con temporales, con mal tiempo o con la fuerza física… pues el cuerpo normalmente no lo suele aguantar a edades muy mayores. Al haber cambios en el cuerpo de la mujer, como con la menopausia, el cuerpo cambia y se va degenerando la musculatura y necesitamos salir antes de un trabajo tan forzado. Es una de las reivindicaciones y peticiones que realmente necesitamos.
Otro reivindicación en este caso, ahora que se habla tanto del empoderamiento de la mujer, es que que la mujer esté activa en todos los órganos de dirección de sectores del mar. Una de nuestras faltas, por decir, es la conciliación familiar. La conciliación familiar en muchos momentos, ya que muchas mujeres deciden no presentarse a un cargo de dirección, porque como tengas hijos a tu cargo pues… piensas más en ello como mujer que somos… que, a lo mejor, en prescindir de ir a una reunión o algo de eso. Ese es mi caso, yo tengo un niño de 10 años y tengo que dar gracias a la gente que tengo a mi alrededor que se queda con él para poder ir a una reunión y ser partícipe de muchas de las cosas que realmente son positivas para nosotros, para mejorar lo que es nuestro estatus en el trabajo e ir avanzando, porque muchas veces tienes que reunirte con gente para saber lo que en otros lugares se hace y así poder mejorar.
¿Hay desigualdad o machismo en el ámbito en el que trabaja?
El trabajo del mar siempre se valoró como algo muy masculino, se consideraba un trabajo para hombres. La diferencia es que el hombre siempre estaba en el mar y la mujer estaba en tierra y eso era algo que no se veía. Que la mujer se quedase en la tierra era algo que en su día no se valoró y que ahora se está viendo, que ahí las mujeres tenemos que tener presencia y que somos una parte fundamental de lo que es la gestión de esos trabajos en el mar. Trabajando en el mar también hay mujeres y la única diferencia que podemos tener es la fuerza física, la musculatura es distinta, pero muchas veces digo que tenemos una neurona más que los hombres y entonces pensamos de otra manera, organizamos de otra manera, somos más organizativas.
Ahora las mujeres sí que luchamos para que se nos reconozca y se nos vea. En el tiempo que llevo, doce años como patrona en la Cofradía de Lourizán, nunca sentí esa parte del machismo con las mujeres, ni que los hombres nos mandaran, todo lo contrario. Éramos las mujeres las que mandábamos. Incluso yo era la patrona de la cofradía y el presidente de la agrupación era un hombre, realmente era un sector más feminizado. Yo hablo de mi caso, probablemente pueda haber otros casos por ahí, más excepcionales, en los que el hombre sea el que quiera manipular y mandar; pero sí la mujer es constante, sigue ahí y no se deja caer, al final eso tiene que acabar. No podemos volver a los tiempos de antes en los que la mujer se callaba y el hombre mandaba. Las mujeres y los hombres somos iguales y bueno, en este caso la diferencia es la fuerza física y que las mujeres somos más organizativas, pensamos de otra manera. Pensamos como si fuera nuestra casa, creo.