“Hijas de la historia” saca de la sombra a las mujeres que construyeron México
Desde muy pequeña, Isabel Revuelta Poo se enamoró de la historia de su país, y estudiarla en profundidad la llevó a conocer a impresionantes y maravillosas mujeres que habían participado activamente en la construcción de México, pero que habían estado en la sombra principalmente por el sesgo androcéntrico con el que se han narrado los hechos trascendentales en el mundo.
En una entrevista con Efeminista, la autora habla de cómo la historia de México se ha ido construyendo manipulándola, con el uso de narrativas, muchas veces demagógicas, “para hacer héroes broncíneos o para hacer villanos” y que, en esa historia, las mujeres no entraron porque “nadie habló de ellas”.
Así, tras años de mucha investigación, la historiadora del arte narra en “Hijas de la historia” (Planeta, 2021), la vida y los importantes aportes que hicieron a México diez grandes mujeres como Malintzin, más conocida como “La Malinche”; Isabel Moctezuma, sor Juana Inés de la Cruz, la Güera Rodríguez, Concepción Lombardo de Miramón o Carmen Serdán, pioneras desconocidas y malinterpretadas.
Acercarse a ellas, dice Revuelta Poo (Ciudad de México, 1973) en el prólogo del libro, es “una tarea fundamental para conocer la historia de México de manera más amplia”, pero, además, permite a las lectoras y los lectores tomar conciencia de que las luchas que ellas libraron en un contexto machista y con menos derechos “nos han abierto el camino paso a paso, poco a poco hasta el siglo XX”.
“La historia de todas estas mujeres nos da cuenta de cómo ellas no tenían esas opciones (derechos que ahora sí tienen las mujeres) y sin embargo dan un paso extra y van cambiando con determinación para abrir un poquito más ese camino”, reflexiona la también internacionalista.
Debido al éxito que ha tenido este libro, la historiadora trabaja actualmente en otras “hijas de la historia”. “Algunas coincidirán con los períodos históricos que ya abordé, otras son de períodos que estoy rescatando. Estoy recuperando a mujeres que incluso no tenemos en el radar, y eso me parece precioso, porque voy a aprovechar esas vidas para hablar más de nuestra historia, de eso que estamos hechos los mexicanos”.
“Hijas de la historia” y la vida de mujeres de México
Pregunta (P): ¿Cómo conoció a estas mujeres y por qué decidió plasmarlas en un libro?
Respuesta (R): “Hijas de la historia” es un libro que conmemora, es necio decirlo, el hecho de que las mujeres siempre hemos estado presentes en la historia. Hace unos años se conmemoraba la llegada de Hernán Cortés a las costas de México y esos 500 años de la fundación de un pueblo mestizo como el nuestro, y a mí me parecía interesante hablar justamente sobre esos 500 años, de esa historia nuestra, de esa historia que nos define, pero que también las mujeres han estado ahí trazando e hilvanando con sus vidas ese lienzo que es ese México de 500 años.
Después pasaron los procesos de la conquista, del virreinato, y así voy transitando en esos períodos, después en la guerra de independencia, el México independiente, y llegar hasta el siglo XX. Estas 10 mujeres esbozan esa vida que había tenido México, vida de la que ellas participaron activamente.
P: ¿Cómo fue la construcción del libro? ¿Por qué decidió que debían ser 10?
R: Fue maravilloso el proceso porque es complicadísimo, porque hay muchísimas mujeres que por supuesto debían de estar, que yo tenía algo que decir sobre sus vidas, y no porque yo lo dijera, sino que ellas ya lo habían hecho. Pero para el historiador es muy importante divulgar de una manera muchísimo más amable sin restarle rigor académico. Entonces tenía yo ese reto, que lo tengo nuevamente porque estoy haciendo una segunda parte, que es encontrar la voz que tuvieron.
Hice muchísimo trabajo historiográfico y eso me fue aportando los perfiles de las mujeres que tenían mucha más participación en esos períodos que te platicaba al principio. Por ejemplo, el caso de la china poblana, que es una emblema de lo mexicano, ¿pero realmente sabemos quién fue esa mujer? Encontré que era alguien absolutamente distinta a la que conocemos y que había participado en procesos históricos que ni siquiera conocemos.
Entonces el ir investigando sobre cada una de ellas, claro que había unas que evidentemente están ahí porque las conocemos por el inconmensurable oficio literario como Sor Juana Inés, o la leyenda negra de Malintzin, pero en el caso de Isabel Moctezuma, por ejemplo, no se sabía tanto de ella. Como historiadora me pareció importante rescatarlas y divulgarlas.

Retrato de la autora Isabel Revuelta Poo en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022. Foto: Grupo Planeta
Mujeres santas o malas, pero desconocidas
P: Muchas, como dice, tienen una fama muy distinta a lo que fueron en realidad, ¿cómo se dio cuenta de que no se les estaba dando su verdadero lugar en la historia?
R: Porque la historia tiene un gravísimo problema y no nada más con las mujeres, también con los hombres. Más que un problema es un estilo de hacer historia que consiste en manipularla, en utilizar las narrativas, muchas veces demagógicas, para hacer héroes broncíneos o para hacer villanos que tiramos a la basura. Y en este caso las mujeres no nada más sufren de esas apologías de santas o de esas leyendas negras, también sufren el desconocimiento. No entraron a la historia, nadie habló de sus historias.
La historia no había dado récord, no había tomado ese recuento de lo que ellas habían hecho. Y por eso me pareció que el recuento de eso que ellas hicieron era tan pertinente, además de quitar esos velos de las madres abnegadas de la patria o de las terribles mujeres de la calle.
La realidad siempre supera a la ficción. No entiendo por qué nos quedamos con esos modelos de mujeres muy muy malas, muy muy bellas, pero no hablamos realmente de sus vidas.
P: ¿Sufren de un doble sesgo por vivir en una sociedad y época machista y por no ser incluidas en la historia?
R: Absolutamente, porque conforme vas avanzando en el libro, en la historia de nuestras sociedades, la verdad es que la mujer ha ido ganando espacios públicos. No se esperaba que la mujer viviera en los espacios públicos, hay siglos en que las meten todavía más entre muros. Si no estabas en el convento, estabas en la casa de mancebía o estabas como la grandísima mayoría en tu hogar, pero siempre intramuros, siempre en una sociedad en donde tenían los roles verdaderamente cerrados, y lo que te vas dando cuenta con este libro es que ellas se fueron abriendo lugares en la sociedad.
De lo que yo me voy dando cuenta con este relato es de que las mujeres que estuvieron antes que nosotras nos han abierto el camino poco a poco hasta el siglo XX, que ha sido una revolución maravillosa para las mujeres. Yo creo que el siglo XX es el siglo de la revolución de la mujer porque se gana el voto, te puedes divorciar sin perder a los hijos, la pastilla anticonceptiva te da el derecho a ti de decidir cuándo vas a formar tu familia, hemos ganado los espacios públicos no nada más lo políticos sino también en lo académico.
“La sociedad está lista para conocer a estas mujeres”
P: A algunas de estas mujeres les publicaron sus libros y otras, como sor Juana, son muy reconocidas. ¿Cree que ya se está dando importancia a estas mujeres o aún falta?
R: Yo creo que estamos listos como sociedad, y más en el mundo literario, a la producción de las mujeres. En otros campos siento que nos falta todavía muchísimo por conquistar, muchísimo por lograr, sobre todo en nuestros países, pero uno piensa que quizá es un tema de Latinoamérica o Hispanoamérica y no, volteas a ver el mundo árabe, volteas a ver incluso a Europa y también el sufrimiento de las mujeres, la falta de oportunidades, la falta de igualdad y de equidad todavía está muy presente.
Yo creo que estamos en un momento fantástico, hombres y mujeres estamos ávidos de conocer lo que hicieron otras que estuvieron antes. Estamos descubriendo magníficos perfiles, magníficas vidas que tienen mucho que decir, y además con las mujeres que lo están viviendo me parece que embona perfectamente. Yo siento que el público, al cual estoy absolutamente agradecida, le ha dado tan buena acogida a estas “Hijas de la historia” porque ve reflejado ese camino.
P: ¿Qué importancia cree que tiene para la lucha de las mujeres que conozcamos a las que abrieron camino?
R: Lo más importante, lo que a mi me parece, lo que me sucedió a mí y me di cuenta, es que creé conciencia de eso que hicieron otras para que yo que esté aquí sentada con un libro, que pude dedicarme a la investigación, que tengo una carrera universitaria, una maestría, que tengo un programa de televisión donde puedo estar en público, que tengo el derecho de decidir si tengo familia o no.
Todas esas cosas me van dando esa conciencia y ese poder decir “la determinación es lo que te salva”, ese dar ese paso extra, porque también estamos en un mundo donde todavía hay muchos pasos que tomar para las mujeres.
Estamos todavía ante necias voces que nos hablan de nuestros cuerpos, pero ese mismo derecho que tenemos hoy por hoy ni siquiera en Estados Unidos lo tienen ya por sentado, algo que ya se había logrado. O lo que está pasando en Irán con las mujeres, que ahí es absolutamente no escuela, no persona, nada. Entonces creo que son temas muy pertinentes para que los hombres también hagan conciencia.
Estoy segura de que en unos 20 años estarán escribiendo las “Hijas de la historia” que hoy están abriendo esos caminos, que están abriendo esas puertas, que están tirando esos techos de cristal, que están tirando todos estos paradigmas que nos han tenido siempre en lo privado. Por eso creo tan importante que tomemos esa conciencia y que subrayemos la determinación que está en cada una de nosotras.