feminismo 8M

GRAF4022. OVIEDO, 08/03/2020.- Varios miles de personas han recorrido este domingo las calles del centro de Oviedo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, en una multitudinaria manifestación para reivindicar una igualdad efectiva entre hombres y mujeres y para mostrar su repulsa contra la violencia machista. EFE/Alberto Morante

Feminismo imparable

España

EFE | Madrid - 9 marzo, 2020

Cientos de miles de personas llenaron, una vez más, las calles de las ciudades españolas este 8M que ha estado marcado por una reivindicación: La libertad sexual, la seguridad y la integridad física de las mujeres.

Ni el coronavirus, ni las discrepancias en el seno del Gobierno por la ley de libertad sexual ni los intensos debates que se han dado en el seno del feminismo sobre la prostitución y su sujeto político han conseguido acallar los gritos de miles de ciudadanas y ciudadanos, de todas las edades, que han vuelto a salir a las calles  para reivindicar la igualdad y exigir el fin de la violencia y las discriminaciones que padece la mitad de la población.

Madrid y Barcelona, epicentro feminista

Así, las manifestaciones multitudinarias de Madrid -120.000 personas, según Delegación del Gobierno- y Barcelona -50.000, según la Guardia Urbana- cerraron un  8M, marcado por el tono festivo y reivindicativo.

Eran muchas las razones por las que la Comisión 8M de Madrid llamó a participar en la marcha, cuyo lema ha sido “Con derechos, sin barreras, feministas sin fronteras”, desde la precariedad a las violencias machistas, pero la exigencia de las mujeres de vivir su sexualidad en libertad ha sido la protagonista de la manifestación.

“Sola, borracha, quiero llegar a casa”

El “sola, borracha, quiero llegar a casa”, un clamor ya clásico de las protestas feministas que ha estado en el centro de la polémica política tras el impulso del anteproyecto de ley de libertad sexual, se ha vuelto a escuchar hasta la saciedad en las calles madrileñas.

Un grito al que han acompañado otros como  “Que no, que no, que no tenemos miedo. Que sí, que sí, que sí tenemos rabia” o “Aquí estamos: ingobernables”.

Pero no sólo, han sido numerosos los lemas que han pedido respeto por la sexualidad y los cuerpos de las mujeres: “Sobrias tampoco nos dejáis volver” o “que arda el miedo” son mensajes derivados de ése que pide que ellas puedan volver sin miedo y seguras a sus casas.

Y las más jóvenes decían a sus madres: “Mamá, tranquila, hoy no voy sola por la calle”.

Amplio apoyo político

“Con derechos, sin barreras, feministas sin fronteras” ha sido el lema elegido por las convocantes de la marcha en Madrid, la comisión 8M, que portaban mujeres activistas, y a la que han acudido representantes de todos los partidos, a excepción de Vox. La comitiva de Ciudadanos ha decidido abandonar la marcha por recomendación de la Policía tras ser increpados por algunos manifestantes que les afeaban sus pactos con la extrema derecha, que niega la existencia de una violencia contra las mujeres.

Hasta ocho ministros han acudido a la manifestación de la capital, aunque el Gobierno no ha asistido con pancarta propia, sino con los partidos que lo integran. Así, el lema del PSOE era “Mujeres libres, mujeres iguales” y el de Unidas Podemos, “Unidas, libres y feministas”.

Por parte del PSOE, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Educación, Isabel Celaá; la de Exteriores, Arancha González Laya, y la de Política Territorial, Carolina Darias. También estuvo junto a los socialistas la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.

Mientras, la pancarta de Unidas Podemos ha sido portada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a su equipo. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, también ha acudido, pero en un segundo plano.

Una revolución imparable

En nombre del Gobierno, Calvo y Montero ha reivindicado el camino que queda por recorrer. “La revolución de las mujeres es imparable, pacífica y absolutamente cargada de justicia”, ha dicho la vicepresidenta primera, para quien sin las mujeres no habrá “progreso, futuro ni profundización en el modelo político de libertades y derechos”.

Las mujeres vamos a seguir luchando porque nos queremos vivas, libres de violencias machistas, para que se reparta la riqueza, tiempo y cuidados y que podamos amar a quien nos de la gana; queremos que se respeten nuestra identidad y necesitamos una gran alianza feminista para seguir avanzando y conquistando derechos”, ha destacado la ministra de Igualdad.

Pero si una exigencia se ha escuchado este domingo más fuerte ha sido la de las mujeres por vivir su sexualidad en libertad. “No es no, si quieres más flexibilidad apúntate a yoga”; “no viole, señor”; “Yo estoy en edad de merecer respeto”; “no estamos escritas en braille, no necesitas tocarnos para comprendernos”, se podía leer en pancartas.

“Yo decido sobre mi cuerpo”; “ni del Estado, ni de la Iglesia, ni del marido, ni del patrón. Mi cuerpo es mío y sólo mío, y sólo mía la decisión”, han sido otros mensajes coreados junto con uno que figuraba  en cientos de pancartas “Ama sin am@” .

Y es que no sólo se protestaba contra la violencia sexual, también se pedía libertad para decidir a quién amar y se hacía diciendo “me gustan las peras, me gustan las manzanas, y en la cama con quien me dé la gana”.

En Barcelona, unas 50.000 personas han desbordado un año más sus calles para exigir de nuevo la igualdad real entre hombres y mujeres, así como el fin de la violencia machista, esta vez bajo el lema “Juntas y diversas por una vida digna”.

Morado, rosa y verde

El morado ha vuelto a teñir manifestación en la que este año también han proliferado los pañuelos rosas como guiño a las mujeres transexuales, hacia quienes muchas de las manifestantes han querido expresar sororidad y verdes en apoyo a la legalización del aborto en América Latina.

Al clásico grito “viva la lucha feminista” este año se le ha sumado la interpretación del cántico chileno “Un violador en tu camino”, la canción contra la violencia sexual que crearon las chilenas Lastesis y que ya se reproduce en todo el mundo.

Precisamente, la necesidad de acabar con las violaciones y los abusos ha sido una de las reivindicaciones más presentes en la manifestación, con pancartas como “cuando vuelvo a casa quiero ser libre y no valiente”, “mi cuerpo no quiere tu opinión” o “a mí no me falta ropa, a ti te falta educación”.

En todas las ciudades

Las principales ciudades españoles también han secundado multitudinarias marchas en Sevilla, Cádiz, Santander, Bilbao, A Coruña, Toledo o Valladolid.

Se han coreado lemas como “Nos paramos para que el mundo funcione”, “los hombres reales son feministas”, “me querré por encima de todas las cosas” y “tu silencio solo le protege a él”.

Todas han vuelto a reivindicar en sus ciudades más igualdad real y efectiva para la mujer, la suma de fuerzas para mantener la lucha feminista y un clamor unánime contra las violencias machistas

Mascarillas contra el virus del patriarcado

Se han visto pocas mascarillas para protegerse de los virus, pero sí bastantes referencias a la epidemia del coronavirus: “La verdadera epidemia es el patriarcado” o “el machismo mata más que el coronavirus (por eso estoy aquí)”.

Un año más se ha recordado a todas las víctimas de la violencia machista que, en lo que va de año, se ha cobrado la vida de 15 mujeres y de 1.048 desde 2003. asesinadas por sus parejas o exparejas. “Somos las voces de las que no pueden gritar”, “las semillas de las que quisísteis enterrar”.

La lucha contra el racismo, el fascismo y la precariedad laboral se han dejado sentir, así como la llamada al respeto de las mujeres transexuales. Y ha habido espacio para la memoria, para recordar a feministas históricas y reivindicar a las grandes olvidadas.