Alienación parental América Latina

Cientos de juguetes dejados en la plaza de la iglesia del 20 de julio, en Colombia, en protesta por casos de abuso sexual contra niños y niñas, en 2022. EFE/ Carlos Ortega

El uso del falso síndrome de alienación parental preocupa en América Latina

Cristina Bazán | Guayaquil - 11 agosto, 2023

Aunque ni la Organización Mundial de la Salud ni la comunidad científica lo reconoce, el aumento del uso del falso síndrome de alienación parental, una teoría que sostiene que las madres manipulan a los hijos en contra de los padres, en procesos judiciales de custodia en diversos países preocupa cada vez más en América Latina.

"En verdad la preocupación es de toda la región. Este síndrome de alienación parental ha sido usado cuando las mujeres denuncian violencia contra ellas o contra sus niños, en especial la violencia sexual. Y también en los momentos en los que las mujeres piden la separación o pensiones, los hombres denuncian a las mujeres por alienación", explica a Efeminista Leila Linhares Barsted, especialista del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) de la Organización de Estados Americanos (OEA).

"Es una especie de venganza, una manera de descalificar la palabra de la mujer. Nuestra preocupación es que con esto (la teoría de la alienación) las mujeres pierden el derecho de la denuncia. Muchas mujeres temen denunciar la violencia contra ellas o denunciar la violencia contra los niños para no perder la custodia", agrega.

De hecho es en Brasil, país para el que Linhares es experta principal en el Comité, donde la preocupación es mayor pues en 2010 se aprobó una ley que avala y sanciona la supuesta alienación parental. Aunque ahora, dice la experta, se ha modificado para "disminuir un poco la severidad de la ley" debido a sus indeseados efectos. Sin embargo lo que en verdad se busca, asegura, es que se derogue totalmente esa ley.

El falso síndrome de alienación parental

La preocupación del Comité de Expertas del Mesecvi también lo comparten las organizaciones de la sociedad civil de Brasil y el propio Gobierno del presidente Lula da Silva, quienes en una reciente audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hablaron de la necesidad de derogar la ley. Una decisión que está en manos de un Parlamento de mayoría conservadora.

"Vemos que la ley de alienación parental refuerza la reproducción de estándares patriarcales en el sistema de justicia y fomenta violencias institucionales basadas en género, desacreditando la palabra de las mujeres, niños y adolescentes. La ley se la utiliza para imponer el mantenimiento del vínculo paterno, algo que es nocivo para niñas y adolescentes, forzando una convivencia entre hijos y padres acusados de violencias", dijo en la audiencia una representante del Ministerio de las Mujeres.

Según cifras de la organización Madres en la lucha, más del 50 % de los 700 casos que ellas han atendido se originan después de que las progenitoras denuncian abusos de los padres a sus hijos. "A las madres además de tratarlas como enajenantes también se las trata como locas", denunció una de las voceras ante la CIDH.

Julissa Mantilla, comisionada de la CIDH y relatora para los derechos de las mujeres, puso sobre la mesa el caso de la niña Joanna Marcenal, a quien en 2010 alejaron de su madre después de que ella denunció los malos tratos a la hija por parte de su expareja. "Esta niña muere de 5 años con una serie de operadores de justicia con estereotipos de género machistas que facilitan que se quede con el padre y luego muere", recordó.

Pero además de Brasil, en otros países de América Latina también se ha intentado incluir a la alienación parental en la legislación o se la ha utilizado como estrategia jurídica en casos de custodia. "Esta es una ideología que ha estallado en el continente latinoamericano", advierte Leila Linhares, del Comité del Mesecvi.

Uno de los casos más recientes es el de Chile, donde en enero de 2023 la Comisión de Familia de la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó un proyecto de ley que buscaba considerar el síndrome de alienación parental como un acto constitutivo de violencia intrafamiliar.

En ese entonces, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, aseguró que el proyecto no contaba con el apoyo del Gobierno y que rechazaban la propuesta. "En primer lugar porque el síndrome de alienación parental no existe. Es un invento creado en los 80's para defender a padres acusados de abuso sexual o incesto que nunca ha pasado por ninguna validación científica", defendió la ministra.

Un continuum de violencia de género

Tras conocer que en diversas partes de América Latina y del mundo autoridades judiciales responsables de dictaminar sobre custodias han penalizado a madres que habían denunciado malos tratos de su pareja, la relatora especial para las Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Alsalem, presentó recientemente un informe en el que alerta sobre el silencioso avance del falso síndrome de alienación parental.

Según la relatora, esta figura podría utilizarse como un continuum (continuidad de la violencia en la vida de la gente) de violencia contra las mujeres, pero además, deja desprotegidos a los menores, pues, al presentar a la madre como una mentirosa que "abusa emocionalmente" de sus hijos, la etiqueta de alienación parental desvía la atención de los tribunales de la cuestión de si el padre es maltratador y coloca el foco en la madre o sus hijos, supuestamente mentirosos o engañados.

"En las contribuciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, México, Puerto Rico y Uruguay se muestra cómo utilizan los hombres el síndrome de alienación parental para dejar sin efecto las denuncias de abusos físicos, sexuales o emocionales por medios legales. En una contribución de Francia se describen casos en que se retiró la custodia a la madre, que había denunciado abusos sexuales corroborados por exámenes psicológicos, y se entregó al padre (el agresor) después de que este invocara alienación parental", señala la relatora en el informe.

Las madres también se enfrentan a contradicciones legales en países como Colombia donde, se detalla en el informe de la relatora de la ONU, a pesar de que el Consejo Superior de la Judicatura ha aconsejado no utilizar la alienación parental en los casos de violencia de género, la Corte Suprema de Justicia ha generado una línea jurisprudencial a favor de esta teoría, particularmente en casos en que la madre denunciaba abusos sexuales a sus hijos y la Corte dictaminó que esta tenía problemas mentales o su acusación era falsa.

"La alienación parental también se ha utilizado para establecer que uno de los progenitores, normalmente la madre, está violando el derecho del otro a comunicarse con el hijo, como se ha visto en casos en Grecia, Italia y España", afirma.

Más casos en América Latina

La periodista colombiana Alexandra Correa conoce bien algunos de estos casos. En 2022 publicó sendas investigaciones sobre cómo madres pierden la custodia de sus hijas e hijos tras denunciar abuso sexual dentro del hogar o por parte de sus exparejas.

"Acá se comete todo tipo de violación con esta teoría porque se viola la Convención de los Derechos del Niño. El artículo 12 dice que la voz del niño cuenta y el relato cuenta, pero a pesar de que relatan les dicen: mentiroso, mentiroso, mentiroso. Y se viola la Convención de Belém do Pará, que Colombia también ha ratificado", dice a Efeminista.

Por estas investigaciones, Correa ha sido acosada judicial, psicológica y físicamente por personas que dicen sentirse aludidas. "Mi reportaje no se trata de acusar o decir quién es culpable o inocente respecto a la violencia sexual, sino cómo el sistema de protección infantil entrega custodias de niños presuntamente abusados sexualmente a sus presuntos abusadores sin ningún tipo de investigación, sin ningún tipo de seguimiento en Fiscalía, sin ningún tipo de juicio. Y por más que se descarte el presunto abuso sexual no le tienen que quitar los niños a la madre, no tiene por qué ser un castigo", afirma.

Carolina Lozano, subdirectora del área internacional y no violencias de la organización colombiana Sisma Mujer, dice que precisamente uno de los patrones que han encontrado en los casos que ellas acompañan judicialmente es que en las comisarías de Familia se refuerza la falsa teoría de la alienación parental cuando el juicio por violencia sexual no avanza.

"El proceso penal requiere de unas pruebas mucho más profundas, de una documentación mucho más extensa y el estándar probatorio penal es muy fuerte, por algo los casos de violencia sexual en Colombia tienen índices de impunidad del 99 %. Pero lo que estamos viendo es que si no hay suficientes elementos penales para avanzar con la investigación las comisarías de Familia dicen: "Ah, los hechos no ocurrieron entonces la mamá se los inventó", y es como decir que en Colombia no hay violencia sexual porque si nos basamos en índices de impunidad del 99 % pues sólo el 1 % de los casos fueron reales, lo cual no es cierto", recalca.

Sisma Mujer, dice Lozano, acompaña a siete mujeres "en cuyos casos se evidencia que hay una violación de estándares internacionales en materia de no discriminación contra la mujer y también de los derechos de niños, niñas y adolescentes". Esos casos serán presentados a fines de este 2023 ante la CIDH, pues la organización afirma que las vías legales para conseguir justicia en Colombia ya se agotaron para estas mujeres.

Incluso, ellas reciben demandas por parte de sus exparejas por calumnias, injurias y "abuso de la patria potestad" y están inmersas en procesos judiciales que duran años.

"Estamos en proceso de hablar con las organizaciones brasileras, pero también sabemos que esto es un tema que está muy vigente en Guatemala y en Perú y posiblemente en muchos países, pero en Guatemala y en Brasil son los otros dos países donde hay psicólogos, todos educados en España, que están impulsando el uso de esto en los tribunales judiciales, entonces más adelante esperamos formar una estrategia más regional", menciona.



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