Enfoque feminista en la ayuda humanitaria: más que una necesidad, una obligación

En un mundo sacudido por conflictos, desplazamientos o desastres naturales que afectan a millones de personas, e impactan de manera desproporcionada en las mujeres y las niñas, se torna urgente incorporar el enfoque feminista en la ayuda humanitaria, que actualmente "no responde adecuadamente".

"El sistema humanitario actual no responde adecuadamente a las necesidades específicas de las mujeres y las niñas", asevera la directora ejecutiva de la Feminist Humanitarian Network (FHN), Joan Burke, a Efeminsita durante su visita a España para participar en el encuentro "Crisis olvidadas: de los compromisos a los hechos" de VOICE y La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo.

"Al final del día -dice- las mujeres son víctimas de la mayoría de las crisis, ya sea causadas por los humanos o desastres naturales que luego se convierten en crisis humanitarias", reconoce la también directora ejecutiva de Belize Family Life Association (BFLA).

Mujeres y niñas, víctimas en las crisis humanitarias

Las cifras son alarmantes: en contextos humanitarios, el 70 % de las mujeres sufre violencia de género, en comparación con el 35 % en el mundo en general, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. Las adolescentes en zonas de conflicto tienen un 90 % más de probabilidades de no asistir a la escuela, y el 60 % de las muertes maternas prevenibles ocurren en entornos de crisis, según datos de UNESCO.

En Afganistán, un terremoto de magnitud 6,3 y una serie de réplicas han sacudido este 7 de octubre la provincia de Herat, al oeste del país, y han dejado hasta la fecha a miles de niños y niñas sin hogar, según ha denunciado Save the Children. Además más de 2.000 personas han muerto y más de 9.000 familias se han visto gravemente afectadas.

En Israel, las personas muertas a causa del ataque del grupo islamista Hamás este sábado 7 de octubre superan las 700 y hay más de 2.200 heridos. Además, esta situación supone un riesgo añadido para mujeres y niñas de ser utilizadas como arma de guerra.

En Gaza, se calcula que 91 niñas y niños palestinas han muerto -en total 436 personas- en dos días de guerra (7 y 8 de octubre) entre las milicias de la Franja e Israel, que ha bombardeando intensamente el enclave como respuesta. Además, los bombardeos han causado 2.271 heridos, entre ellos 244 menores, según el último recuento del Ministerio de Sanidad del territorio. UNRWA ha denunciado que una de sus escuelas, que albergada a familias desplazadas en Gaza, ha sido alcanzada por un misil.

En otros conflictos como en Yemen, por ejemplo, el Fondo de Población de Naciones Unidas prevé que a lo largo de todo el 2023 más de 1,5 millones de embarazadas y lactantes sufrirán desnutrición aguda.

O en Siria, como consecuencia de los terremotos que en febrero de 2023 sacudieron el norte del país, la ONG Alianza por la Solidaridad-ActionAid ha alertado de que "2,3 millones de mujeres y niñas se han quedado sin acceso a atención médica, en particular atención médica sexual y reproductiva".

Estos datos son la última consecuencia de una ayuda humanitaria "paternalista" y "heredada del sistema patriarcal" que "no responde adecuadamente" a las necesidades de niñas y mujeres, explica la representante de la red que reúne a organizaciones de mujeres de más de cincuenta países.

Joan Burke, directora ejecutiva de la Red Humanitaria Feminista y de Belize Family Life Association (BFLA). EFE/Laura de Grado

Ayuda humanitaria feminista para visibilizar las violencias

"Es necesario comprender las dinámicas de lo que tienes frente a ti y eso incluye las dinámicas de género. Si los líderes y las personas encargadas de responder no comprenden lo que implica una respuesta feminista, será casi imposible responder adecuadamente", asegura la directora de la red humanitaria creada en 2017 y que congrega actualmente a organizaciones de 35 países.

Y lamenta que "la forma en que están configurados los sistemas no ofrece muchas oportunidades para que las mujeres participen y aporten sus experiencias y conocimientos".

Para la defensora de derechos humanos colombiana e integrante del Comité de Seguimiento y Monitoreo de la Comisión de la Verdad, Julia Cogollo Cabarcas, "sin una mirada feminista y sin una mirada de defensa los derechos de las mujeres es muy difícil identificar las violencias de género que se dan al interior de los conflictos".

Durante su paso por Madrid para abrir el Ciclo de Cine por la Paz organizado por Movimiento por la Paz (MPDL), Cogollo defiende el imperativo moral de incluir esta perspectiva en las respuestas a crisis para visibilizar las violencias basadas en género.

Pero también porque "reconoce el rol de las mujeres en la resistencia y en la construcción de paz", añade la responsable de Género y Derechos Humanos en la misión de MPDL en Colombia.

Entre 1992 y 2019, en promedio, solo el 13 % de las personas negociadoras, el 6 % de las mediadoras y el 6 % de las signatarias en procesos importantes de paz alrededor del mundo eran mujeres, según ONU Mujeres.

Julia Cogollo, responsable de Género y Derechos Humanos en la misión de MPDL en Colombia. Foto cedida por Movimiento por la Paz (MPDL)

Protectoras y constructoras de paz

La realidad es que en conflictos como el de Colombia, las mujeres no solo son víctimas, sino también agentes de cambio. "Las mujeres somos las que llevamos la bandera", afirma Cogollo, "hemos sacado también del 'closet' (armario) las agendas ocultas de las víctimas, por ejemplo, esas agendas que nadie miraba como a violencia sexual o ahora la búsqueda de personas desaparecidas".

La lideresa del Proceso de Comunidades Negras (PCN) va más allá y asegura que esta mirada feminista da la oportunidad de establecer estrategias de protección porque históricamente "las mujeres han sido quienes han protegido a sus familias en el conflicto y por eso hoy son importantes en la salvaguarda de las vidas, de las comunidades y de los territorios".

Este enfoque busca también involucrar a los hombres de manera significativa, añade: "Necesitamos que esos guerreros se vuelvan constructores de paz con un enfoque feminista, que reconozcan el rol de las mujeres, la victimización de las mujeres y las afectaciones de las mujeres en la guerra".