
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. EFE/Joédson Alves/Archivo
Bolsonaro, sancionado por sus “reiteradas” declaraciones contra las mujeres
El presidente brasileño Jair Bolsonaro y varios de sus ministros han sido sancionados por sus “reiteradas” declaraciones “discriminatorias contra las mujeres” a pagar una indemnización de un millón de dólares y a destinar el doble a campañas contra la violencia machista.
La sentencia, que aún puede ser apelada, establece que el Gobierno deberá pagar una indemnización, destinada a movimientos de mujeres y cifrada en cinco millones de reales (un millón de dólares), y que además destine el doble de este total a promover campañas oficiales contra la violencia machista.
La decisión aceptó una denuncia del Ministerio Público Federal y fue dictada por la magistrada Ana Lúcia Petri, quien consideró que las declaraciones de “carácter discriminatorio en relación a las mujeres han causado consecuencias negativas para toda la sociedad brasileña y daños morales de dimensiones colectivas”.
Ofensas de carácter sexual a periodistas
Entre muchas de esas declaraciones, se citan ofensas del propio Bolsonaro a muchas periodistas, algunas de ellas de carácter sexual, y también otras atribuidas al ministro de Economía, Paulo Guedes, o a la ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves, entre otros funcionarios del Gobierno.
En el caso de Alves, una pastora evangelista alineada con los movimientos de ultraderecha que respaldan a Bolsonaro, una de las declaraciones consideradas “discriminatorias” por la magistrada se refería a la “sumisión” que, según la ministra, la mujer debe tener frente al hombre.
“La mujer debe ser sumisa. Dentro de la doctrina cristiana, en la iglesia y en su casa, entendemos que en una pareja el hombre siempre es el líder del casamiento“, dijo Alves en una audiencia celebrada en la Cámara de Diputados.
Bolsonaro acumula ya varias causas por declaraciones de tinte machista, racista y homófobo, y en una, que tuvo sentencia en marzo pasado, fue condenado a indemnizar a la periodista Patricia Campos Mello, una de las más reconocidas del país y de quien insinuó que ofrecía “favores sexuales” para obtener información.