
La ministra boliviana de la Presidencia, María Nela Prada (i), en compañía de ministras de Estado y dirigentes de organizaciones sociales, declaró a la prensa sobre la "Revolución Cultural para la Despatriarcalización 2022", en La Paz (Bolivia). EFE/ Stringer
2022, año de la “Despatriarcalización” de Bolivia para frenar la violencia machista
La declaratoria “busca promover acciones orientadas desde todos los ámbitos del Estado a la lucha contra la violencia sobre las mujeres“, según declara la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
La “Despatriarcalización” en Bolivia está refrendada por un Decreto Supremo que ha sido aprobado por el gabinete de ministros, que establece “algunas acciones que no son limitativas” y que se desarrollarán desde los ministerios y principales entidades estatales para encarar algo que “es una lucha de hombres y mujeres”.
El decreto aboga, además, por desarrollar “espacios de reflexión”, “acciones de formación”, “actividades culturales y expresiones artísticas” y “una campaña comunicacional” para el “fortalecimiento de una cultura despatriarcalizadora“.
Las cifras de la violencia
La ministra ha presentado algunas cifras como que se reportaron 108 feminicidios durante 2021, que 9 de cada 10 víctimas de violencia doméstica son mujeres y “cerca al 50 % de las denuncias” están relacionadas con la violencia familiar por sobre cualquier otro aspecto.
El principal delito que se produce en Bolivia “es el que se comete contra nosotras como mujeres en ámbitos familiares”, remarca Prada en una rueda de prensa en la casa de Gobierno en La Paz en compañía de mujeres representantes de distintas organizaciones sociales.
“Es un dato que debe llamarnos a la reflexión sino a una movilización y acción constante”, recalca.
Prada ha detallado que de los 108 feminicidios registrados en 2021, la mayoría se produjeron en los departamentos del llamado “eje central del país” como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba y que en el 64 % de los casos las víctimas “son mujeres jóvenes” entre los 15 a 35 años.
También que en “más del 60 % de los feminicidios” los agresores son hombres “que tenían una relación de parentesco o afectividad con la víctima”.
La ministra de la Presidencia apunta al “patriarcado” como el “sistema de dominación” que activa las distintas manifestaciones de violencia machista con lógicas como la colonialidad, capitalismo y neoliberalismo.
Prada señala también que está pendiente una reforma a la ley 348 de 2013, que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia, y que ya ha sido tema de debate con diferentes organizaciones de mujeres durante el año pasado.
Primer caso de 2022
En lo que va de 2022 ya ha se producido el primer caso fatal de violencia machista en el departamento de Beni, la víctima era una mujer de 34 años que fue asesinada por su pareja de 25.
Al respecto, el fiscal general, Juan Lanchipa, ha pedido a la población y a las autoridades nacionales “tomar acciones para evitar estos hechos trágicos y alevosos”. El fiscal subraya que una de las metas o retos es “tener una cantidad menor de casos de feminicidios en relación al año pasado”.
Desde 2013 a 2021 se han reportado 998 feminicidios, siendo los años con mayor incidencia de ese delito 2017 con 155, 2018 con 147 y 2016 con 145, aunque desde 2015 la cifra de víctimas fatales siempre ha sido mayor al centenar.
Un informe de una comisión del Parlamento boliviano presentado a finales del año pasado estableció que detrás de los feminicidios existe un sistema de mora judicial que se caracteriza por la falta de personal, presupuesto y coordinación institucional como principales problemas que impiden que los agresores sean sentenciados.