
Portada de Un Mundo Hostil, de Gakian y Nuria Just.
“Un Mundo Hostil”: El deseo de encajar en el sistema siendo adolescente y mujer
“Según la teoría de las neuronas espejo, proyectamos nuestros deseos en lo que vemos. Éxito, belleza (…). Si quieres pasarlo realmente bien, tienes que encajar en lo que esperan de ti. Y si no, siempre puedes tener un asiento en primera fila para disfrutar del espectáculo”.
Esta es una de las reflexiones de la protagonista de “Un Mundo Hostil”, el primer cómic de Gakian y la ilustradora Núria Just que Planeta acaba de lanzar al mercado y con el que ambas creadoras se adentran en un sector que, pese a sus avances, todavía está dominado por los hombres.
“En el sector aún se tiende a ir al hombre”, dice Núria, y lo ilustra con un sencillo ejemplo: en el Salón del Cómic, a pesar del talento de un sinfín de ilustradoras españolas, la mayoría de los nominados a sus premios “suelen ser hombres”. “Poco a poco se va abriendo el mercado”, añade, “pero aún queda”, una afirmación que Gakian comparte y extrapola a su ámbito de creación artística: el mundo de la comedia y el audiovisual.
La visibilidad se la llevan los hombres
“Si bien hay mujeres con muchísimo talento, la visibilidad se la llevan los hombres“, explica. Para ella, la clave para revertir esta situación pasa por “el apoyo mutuo entre las mujeres” y por “hacer ruido y pelear mucho para que las cosas evolucionen”, y siente que ahora mismo nos encontramos en una “época de cambio precisamente por el ruido que estamos haciendo”. “Las cosas no cambian de un día para otro porque sí, mediante el diálogo amable”, defiende. “Ojalá fuese así, pero no funciona así, nunca ha funcionado así”, lamenta.
“Un Mundo Hostil” nos presenta una historia de iniciación en clave autobiográfica que aborda temas como el deseo de encajar dentro de la sociedad, los cánones de belleza, la sexualidad femenina o las dificultades para sobrevivir en un mundo regido por la ley de la oferta y la demanda.
“Gran parte de la historia va sobre no estar a gusto con uno mismo por sentir que no se encaja en el patrón en el que hay que encajar”, afirma Gakian en una entrevista en exclusiva con Efeminista, en la que destaca que en ningún momento pretende “ser la voz de una generación”, sino mostrar “una realidad como tantas otras”.
Con un estilo limpio y directo y un dibujo lleno de expresividad, el cómic nos adentra en la vida de Gabriela, una adolescente con problemas personales que, tras un encuentro con un fotógrafo mayor que ella, decide adentrarse en el mundo de la moda, una decisión que la llevará a trasladarse al centro de Barcelona, a conocer la cara oculta del sector y a acudir “a locales pijísimos donde invitaban a beber y cenar a modelos”.
“Es una sátira de la realidad”, declara Gakian. “Hay mucha crítica, pero no para regodearse en que la gente es mala, sino en que así es como funcionan las cosas muchas veces”, añade y señala que “si una tendencia de una época es ser increíblemente delgada y parecer que no has dormido en toda la noche, pues se dice”. “Eso es así y no importa si va a afectar a la salud de la mayoría de las chica jóvenes”.
Un proyecto “honesto”
“Un Mundo Hostil” nace de la admiración mutua entre ambas creadoras. “Yo conocía a Núria desde hacía ya bastante tiempo, era súperfan de sus ilustraciones, de la atmósfera que creaba alrededor de su arte”, explica Gakian, quien bromea diciendo que “a través de mi insistencia, ella se fijó en mí”. “Nos gustaba lo que hacíamos mutuamente”, continúa, “y un día Núria me habló y me propuso hacer algo juntas porque una editorial le había ofrecido la oportunidad de hacer un cómic”.
La propuesta de esta editorial no salió adelante, pero a ambas les gustó tanto el proyecto que estaba formándose que decidieron seguir trabajando en él y, meses después, Planeta contactó con Gakian, que solo en instagram cuenta con casi 170.000 seguidores, para preguntarle “si quería hacer algo con ellos”. “Yo daba por sentado que no les iba a interesar”, admite la influencer, “pero al final a nuestro editor le gustó”.

Página de “Un Mundo Hostil” cedida a EFE por la ilustradora Núria Just.
“Lo que empezó siendo algo alternativo entre ella y yo acabó con una editorial interesada”, comenta, y apunta que este cómic “no es casualidad”, sino que nace de la pasión que ambas sienten por el mundo del cómic y la novela gráfica, algo que se aprecia durante la lectura de “Un Mundo Hostil”, en la que podemos encontrar un buen número de guiños a mangas, cómics o videojuegos, entre otros.
“Nuestra prioridad era hacer algo honesto”, afirma Gakian, que explica que, desde hacía tiempo, deseaba “hablar de cosas más crudas de las que me permite las redes sociales”. La historia, recuerda, está basada en sus vivencias personales, aunque con “tintes de ficción”, y bebe de sus gustos personales, de la “generación X, la generación beat, y de obras costumbristas con personajes trash, irreverentes”, una corriente artística de la que Núria también es aficionada. “Todo era muy fácil, muy orgánico: Núria plasmaba perfectamente cualquier cosa y añadía detalles que enriquecían la trama”, comenta.
“Yo creo que funcionábamos como un tándem”, coincide Núria. “Nos animábamos cuando una estaba de bajona, era un coaching constante”, añade. Para ella, este proyecto fue “algo liberador” gracias a que ya contaba con un guión escrito, lo que le permitió “poner énfasis en cosas que quizá por falta de tiempo no he hecho antes”.
Un mundo hostil y realista: el sexo y el machismo
A lo largo de “Un Mundo Hostil”, el lector será partícipe de la evolución personal de la protagonista, que comienza la historia siendo una adolescente de diecisiete años y termina siendo una joven adulta. Es una historia de corte existencialista que recrea con humor las dudas propias de la juventud, la incertidumbre ante el futuro y el despertar sexual en la adolescencia, siendo este uno de los aspectos “clave” de la obra.

Bocetos de “Un Mundo Hostil” cedidos a EFE por la ilustradora Núria Just.
“El sexo es una parte muy importante para que la protagonista haga click”, señala Gakian. Para ella, lo “interesante” de su obra es la “evolución personal de la protagonista”, cuyos sueños y esfuerzos, al principio, “van proyectados hacia agradar a los demás y encajar dentro de un sistema”. “Hacia la mitad la cosa cambia, y es al revés. Con el sexo descubre que lo importante es que yo esté bien, le sirve para cambiar la perspectiva de las cosas”, explica.
A la hora de recrear este mundo adolescente, además, el cómic critica comportamientos machistas que afectan a muchas jóvenes hoy día, como es el caso del fotógrafo que intenta propasarse con sus modelos, quienes, la mayoría de las veces, suelen ser bastante más jóvenes.
“Creo que a todas nos ha pasado que un señor mucho más mayor que nosotras intente propasarse, pero de manera sútil, de forma que no puedas decirlo para no parecer creída”, dice Gakian. “Es algo sistemático, que se reitera mucho, y cuanto más se refleje esa realidad ya sea mediante el humor, la sátira o la crítica, o simplemente informando, mejor”, añade.

Bocetos de Un Mundo Hostil cedidos a EFE por la ilustradora Núria Just.
De cara al futuro, si bien ambas coinciden en que no han creado el cómic con la intención de que “se venda mucho”, también admiten que les gustaría expandir la obra en más volúmenes. “Si se vende, estaría muy bien, porque eso nos permitiría seguir las aventuras de esta chica”, admite Gakian, que cree que en la historia “hay mucha chicha”.
De momento, tanto ella como Núria se encuentran trabajando en un segundo volumen, que, de publicarse, continuará la historia donde la dejó el primero.