
Miles de mujeres se volcaron este 20 de marzo para protestar en contra de la salida de Turquía del tratado de Estambul. EFE/EPA/ERDEM SAHIN
Turquía abandona el convenio europeo contra la violencia machista
La salida de Turquía de la Convención de Estambul, un tratado paneuropeo para prevenir la violencia contra las mujeres firmado por 45 países hace una década, ha sacado a las mujeres a las calles para protestar.
La decisión, anunciada en el boletín oficial del Estado entre la noche del 19 y la madrugada del 20 de marzo, se ha tomado mediante decreto emitido por el presidente turco, el islamista conservador Recep Tayyip Erdogan, quien había firmado el mismo tratado siendo primer ministro en 2011.
Turquía estuvo en el grupo de 14 Estados pioneros, entre ellos también España, que en mayo de ese año (2011) firmaron en Estambul la Convención sobre prevención y lucha contra la violencia hacia las mujeres y la violencia doméstica del Consejo de Europa.
España pide que reconsidere su retirada
Tras el anuncio del 20 de marzo, España ha lamentado “profundamente” que Turquía se retire del Convenio del Consejo de Europa sobre la prevención y lucha contra la violencia contra la mujer, conocido como Convenio de Estambul, y ha pedido que “reconsidere su decisión”.
Para España, en este momento en el que existe un riesgo de retroceso en los derechos de las mujeres y de las niñas, el Convenio de Estambul “es más necesario que nunca”, según ha expresado en un comunicado el ministerio de Exteriores.
El primer Estado en abandonar el tratado
El país euroasiático, que según sus críticos nunca aplicó la convención, se convierte así en el primer Estado en abandonar el tratado, tras haber sido, paradójicamente, el primero en ratificarlo.
“Bajo el liderazgo de nuestro presidente, continuamos nuestra lucha con determinación para que las mujeres participen más en la vida social, económica, política y cultural”, ha afirmado tras el anuncio Fahrettin Altun, director de Comunicación de la Presidencia turca.
La intención del Gobierno turco de abandonar el tratado, liderado por el partido islamista AKP, ha generado protestas multitudinarias en varias ciudades del país el año pasado. Protestas que se han activado este fin de semana tras la salida definitiva.
Erdogan aseguró en agosto de 2020 que se retiraría del acuerdo “si la gente lo desea” y anunció su intención de crear un tratado propio adaptado.
La presión de los conservadores
Grupos conservadores islamistas han presionado al AKP para esta retirada, aduciendo que algunos artículos impactan negativamente sobre “la estructura familiar” y van en contra de los “valores nacionales”.
Alegaban que el texto promueve la homosexualidad, por utilizar el término “orientación sexual”, y ataca los valores familiares, por describir las relaciones de “personas que viven juntas” sin especificar si están casadas.
En el propio AKP hay representantes críticos con abandonar el pacto, entre ellas algunas diputadas y KADEM, una organización de mujeres cercana al partido y cuya subdirectora es Sümeyye Erdogan, la hija del presidente.
Turquía ha registrado 284 asesinatos de mujeres por motivos machistas durante 2020, según cálculos de Bianet, una ONG que lleva una década recopilando este tipo de casos, en ausencia de cifras oficiales.
La plataforma feminista ‘Paremos los asesinatos de mujeres’ eleva ese mismo balance a 300 y añade otros 171 casos de mujeres muertas en circunstancias sospechosas.
Las mujeres salen a la calles
Miles de mujeres han salido a las calles este 20 de marzo para manifestarse en Turquía en contra de la decisión del Gobierno islamista de sacar al país de la Convención de Estambul.
La manifestación más numerosa ha tenido lugar en Estambul, la ciudad donde en mayo de 2011 catorce países miembros del Consejo de Europa, entre ellos Turquía, fueron los primeros en firmar la Convención sobre prevención y lucha contra la violencia machista.
Lemas como “La mujeres queremos justicia” y “Viva la Convención de Estambul” eran coreados por las manifestantes, que recitaban también los nombres de mujeres víctimas de feminicidios.
“Vive”, coreaban las manifestantes después de cada nombre
“Siempre que hay una crisis, las mujeres somos las primeras en sufrirla. Pero no nos rendiremos y seguiremos luchando por nuestros derechos“, afirma a Efe una de las manifestantes, que prefiere no identificarse.