
Una persona realiza su compra de juguetes en una tienda especializada en la ciudad de Alicante. Efe/Morell
Los Reyes Magos buscan juegos de empatía y entendimiento que sirvan para niñas y niños
Se acerca la noche más mágica del año. Miles de niñas y niños esperan ansiosos la mañana del 6 de enero para abrir los regalos que los Reyes Magos les han dejado. Juguetes, libros, ropa… (y quizás un poco de carbón) son algunos de los presentes que sus majestades de Oriente repartirán por las casas.
La tarea de escoger regalos no siempre es fácil. La mayoría de las tiendas de juguetes todavía presentan una clara segregación. En el pasillo pintado en rosa aparecen muñecas, tareas domésticas, accesorios de belleza o disfraces de princesas, mientras que en el pasillo azul hay superhéroes, vehículos, dinosaurios o juegos de acción.
Este comportamiento está tan interiorizado, que a veces pasa inadvertido que asociar un determinado juguete a una niña o a un niño perpetúa los estereotipos de género ya existentes. Para lograr una sociedad más igualitaria se debería tener en cuenta la perspectiva de género en todo aquello que condicione el desarrollo de los más pequeños.
Por eso, este año los Reyes Magos apuestan por regalar juguetes no sexistas, ya que éstos forman parte del aprendizaje y de la adquisición de cultura de los niños.
Construir el mundo a través del juego
Cada tipo de juego estimula diferentes tipos de habilidades. A través del juego las niñas y los niños construyen su identidad y los roles para los que se consideran aptos. Los juguetes sobre actividades domésticas, asociadas al ámbito privado, favorecen el desarrollo de la inteligencia emocional y los cuidados, mientras que los de construcción o experimentos favorecen la curiosidad y las habilidades matemáticas o científicas.
Si una niña o un niño juega con un juguete concreto asociado socialmente a su género no pasa nada, “el problema es que todos los juegos estén tan diferenciados por sexos”, explica a Efeminista Clara Merín, creadora de Educaiguales. “El mensaje que les estamos mandando es que las niñas y los niños son muy diferentes”, añade.
El encasillamiento de unos juguetes u otros con un determinado género sí puede afectar a la elección de sus estudios. Regalar a las niñas aquellos relacionados con el ámbito privado refuerza los estereotipos implantados y las ponen en situación de desventaja. Así, las niñas de 6 años son menos propensas a pensar que los miembros de su género son “muy, muy inteligentes” y tratan de evitar aquellas actividades asociadas con la brillantez intelectual, lo que se conoce como “dream gap”.
Por otra parte, María Cervera, gestora cultural y agente de igualdad, sostiene también que debe de evitarse “el mito de la libre elección”, pensar que la elección de juguetes por los mismos niños es una decisión tomada por “libertad propia”, cuando en realidad está “condicionada por el contexto social y cultural” en el que vivimos.
“Antes de que la niña diga lo que quiere o lo que le gusta ya le hemos puesto una muñeca en la mano. De alguna manera estamos definiendo sus gustos”, expresa Merín.
Mirar el mundo a través de las gafas violetas
Es cierto que en los últimos años se ha visto un cambio en el comportamiento de las familias y, gracias a la presión que estas ejercen, en el de los catálogos de juguetes también.
Un 45% de los españoles todavía compra juguetes basándose en estos estereotipos.
No obstante, estudios recientes muestran que los estereotipos de género en este ámbito continúan siendo una realidad muy presente. Un 45% de los españoles todavía compra juguetes basándose en estos estereotipos y, aunque supone menos de la mitad de los encuestados, “todavía sigue siendo un porcentaje muy alto“, según María Gijón, agente de igualdad, experta en género y creadora de “Educar Sin Estereotipos”.
Este cambio no se refleja igual en las empresas. Gijón afirma que los “juguetes están más sexualizados” que hace 40 años. Algo tan sencillo como el huevo Kinder Sorpresa que ahora viene en un envoltorio de dos colores diferentes, rosa y azul, con diferentes juguetes para cada uno.
La sociedad ha crecido con unos valores muy integrados que no ha cuestionado. Merín explica que “reproducimos ese sistema sin darnos cuenta y pensando que es lo mejor para nuestros hijos e hijas”, cuando en realidad todo es cultural. Por eso, “hasta que no te pones las gafas violetas no lo ves”, explica María Gijón en alusión a lo interiorizado que está este comportamiento.
Cualquier juguete sirve para niña o niño
Lo más importante a la hora de escoger es “tener claro que cualquier juguete sirve para niña o niño“, explica María Cervera. A partir de ahí se intentará regalar aquellos juguetes o juegos que trabajen los valores a los que no están acostumbrados.
Las expertas recomiendan regalar a las niñas juegos de construcción, coches o cohetes para que adquieran la confianza en que pueden realizar esas tareas, así como juegos que las inviten al movimiento. Para los niños recomiendan juegos de manualidades o muñecos “que les enseñen que cuidar también es una responsabilidad de ellos”, explica Merín.
Las muñecas pueden ser un arma de doble filo. Las que tienen profesiones como ingenieras o científicas pueden construir un referente, pero muchas aún representan estereotipos físicos. María Gijón habla de las Lottie como ejemplo de muñeca que no perpetúa los clichés. Son muñecas y muñecos con proporciones reales, looks y escenarios inspirados en la gente real.
Es recomendable priorizar aquellos juegos de empatía y entendimiento frente a los que fomenten la violencia y la agresividad, así como los juegos colaborativos y de trabajo en equipo.
Los cuentos que promuevan la igualdad también son un pilar fundamental de la educación.
“Nos sirven para transmitir valores positivos, para fomentar la imaginación y la creatividad, para socializar, para inculcar ideas y para ofrecer modelos de comportamiento”, explica Cervera.
El juego es parte del aprendizaje de los niños. Los comportamientos y las habilidades se ven moldeadas por los diferentes juguetes que tienen a lo largo de su infancia. Si fomentamos el uso de juegos violentos y estereotipados, los pilares de la sociedad se asentarán sobre esas actitudes. En cambio, si fomentamos el uso de juguetes que desarrollen actitudes de cuidado en niños y la creatividad en las niñas lograremos que adquieran valores para una sociedad más igualitaria.