
EFE/ CASA S.M. EL REY/JOSE JIMENEZ
“Odaliscas. De Ingres a Picasso” una muestra sobre el mitificado desnudo femenino
El Museo de Bellas Artes de Granada, ubicado en el Palacio de Carlos V de la Alhambra, acoge hasta el 10 de septiembre la exposición “Odaliscas. De Ingres a Picasso”, una muestra que reflexiona con 48 obras sobre la creación del mito de la odalisca y su evolución artística en los siglos XIX y XX.
La exposición, organizada por el Patronato de la Alhambra, ofrece un recorrido por dos siglos de arte para reflexionar sobre la odalisca y su protagonismo en la historia del arte y acercar la visión de este mito inmortalizado por artistas como Ingres, Delacroix, Matisse o Picasso.
Una imagen incomprendida de la mujer oriental
A través de medio centenar de piezas, la muestra comisariada por María López Fernández desvela cómo se creó esa imagen soñada de la mujer oriental y los ensayos que permitieron evolucionar de los dibujos y bocetos de Ingres a las peculiaridades formas de la mujer desnuda de Picasso.
Así, los tres espacios de la sala de exposiciones temporales del Palacio de Carlos V dedicados a esta exposición permiten analizar esta temática de manera transversal para conocer un siglo y medio que ha plasmado una de las mayores transformaciones estéticas de la pintura occidental y la importancia del tradicional desnudo femenino.
A través de piezas de artistas como Ingres, Delacroix, Chasseriau, Gérôme, Constant, Bernard, Matisse y Picasso, entre otros, la muestra acerca a la odalisca, que representaba una imagen soñada, mitificada y, por tanto, incomprendida de la mujer oriental.
Dos siglos de arte
“Odaliscas” centra la primera de sus tres salas en Ingres y presenta 18 dibujos del artista procedentes del Musée Ingres-Bourdelle de Montauban (Francia) y la icónica pintura “Petit Harem” del Musée du Louvre, un camino para ilustrar cómo formuló un modelo plástico de odalisca.
Por su parte, y desde un lugar casi opuesto, Delacroix desplaza el interés pintoresco del tema hacia la experimentación cromática, tal y como muestra el estudio para “Mujeres de Argel” prestado por el Musée de Rouen.
La sala central aborda la ensoñación orientalista con piezas de Constant, Gérôme o Seel que contribuyeron a recrear y difundir las fantasías, tópicos y prejuicios misóginos en torno al harén y que se presentan junto a piezas que formaron parte de los harenes nazaríes del mundo oriental, procedentes del Museo de la Alhambra.
Esos modelos fueron sometidos a una relectura con los artistas de vanguardia como muestra una tercera sala centrada en Matisse y Picasso, en la que lucen obras como “La femme au tambourin” o “Femme au bonnet turc” del Centre Pompidou.
La directora de la Alhambra ha recordado que el monumento fue uno de los escenarios más prestigiosos de la modernidad a lo largo de los siglos XIX y XX y sirvió para inspirar a los grandes artistas de la vanguardia.