Foto de archivo de dos personas dándose la mano. EFE
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Las mujeres con problemas de salud mental sufren una mayor vulneración de sus derechos sexuales y reproductivos
Las mujeres con problemas de salud mental o adicciones sufren más vulneraciones de sus derechos sexuales y reproductivos como consecuencia de "patrones estructurales de estigmatización, control institucional y violencias patriarcales", según indica el informe anual del Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos.
El estudio, titulado Mujeres, Salud Mental y Derechos Sexuales y Reproductivos, ha sido presentado en un acto celebrado en La Bonne y organizado por la Associació pels Drets Sexuals i Reproductius, con la participación de entidades como Salut Mental Catalunya, Federació Veus y Metzineres.
La secretaria general del Departamento de Igualdad y Feminismo, Sònia Guerra, ha defendido que "si el feminismo quiere transformar la realidad, tiene que sacudir", y ha subrayado la necesidad de "nombrar la violencia obstétrica y la violencia institucional" para poder combatirlas.
Deslegitimación institucional
La directora de la Associació pels Drets Sexuals i Reproductius, Sílvia Aldavert, ha explicado que este informe, en su séptima edición, sitúa en el centro "la deslegitimación institucional del relato y de la voz de las mujeres con diagnóstico de salud mental o que usan drogas".
Aldavert ha señalado que se trata de mujeres "a las que no se les reconoce la capacidad de tomar decisiones sobre sus propias vidas", y ha añadido que el documento "no solo denuncia, sino que propone recomendaciones y buenas prácticas para que formen parte de las políticas públicas".
El informe identifica como ejes principales "la deslegitimación institucional de la autonomía de las mujeres, la falta de información y consentimiento en tratamientos médicos, la sobremedicación, la violencia obstétrica, y la vulneración del derecho al placer sexual".
Cuestionamiento de credibilidad y autonomía
Durante el acto, varias mujeres han compartido en una mesa redonda experiencias en primera persona sobre el impacto del diagnóstico en su credibilidad y autonomía.
Felicidad Ruiz ha afirmado que, tras recibir un diagnóstico, "dejas de ser una persona y pasas a ser un diagnóstico", y ha añadido que, en su caso, ha sufrido "la violencia del patriarcado por la violencia machista y, después, por el estigma de la salud mental".
Anna Pérez ha denunciado que, cuando una mujer ya tiene un diagnóstico, "su voz no es creíble", y ha explicado que sufrió una sobremedicación prolongada pese a advertir que el tratamiento no le funcionaba.
El acto ha concluido con una segunda mesa redonda en la que han participado representantes de algunas entidades del ámbito de la salud mental y las mujeres como la Federació Veus, Salut Mental Catalunya y Metzineres.
Las expertas han coincidido en señalar que estas vulneraciones "no son casos aislados", sino una "violencia estructural sostenida por el cuestionamiento del relato y la capacidad de decisión de las mujeres".
