afrodescendientes Panamá

La investigadora Xiomara Rodríguez, durante el lanzamiento del estudio. EFE/ Carlos Lemos

El 72 % de las mujeres afrodescendientes en Panamá ha sufrido violencia física

EFE | Ciudad de Panamá - 30 marzo, 2022

La discriminación y la violencia hacia las mujeres afrodescendientes persiste en Panamá. Un estudio realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) muestra que el 72,14 % de las afroamericanas del país ha sufrido violencia física a lo largo de su vida, siendo la adultez la etapa en la que se registran mayores agresiones.

La experta en Género Eusebia Solís, una de las dos investigadoras del estudio, ha alertado en una entrevista con Efe que “los datos son sorprendentes en un país (Panamá) que niega la discriminación y nos ponen en alerta”.

Maltrato físico

Para este estudio fueron entrevistadas 219 mujeres de entre 16 y 70 años, residentes en las provincias de Panamá y Colón, las dos regiones del país con mayor concentración de personas de origen africano, según la explicación oficial.

La “Investigación sobre Acción Local para la Prevención y Atención de la Violencia hacia Mujeres Afrodescendientes en Panamá” señala que las mujeres encuestadas sufrieron mayor violencia física durante la adultez (27,85 %), seguido de la infancia (25,11 %) y la adolescencia (19,18 %).

Durante la infancia, las menores son abusadas físicamente por sus padres y compañeros de colegio, mientras que en la adolescencia por sus amigos o parejas.

Así, el estudio evidencia que en la etapa adulta continúan recibiendo maltrato físico en el 15,53 % de los casos por parte de hombres, solo 4,11 % de mujeres, y 2,74 % por ambos.

Estereotipos: hipersexualizada y agresiva

El informe constata que “la vivienda no es un lugar seguro para algunas mujeres encuestadas”, pues un 31 % percibió violencia en sus familias de origen y ha declarado haber visto golpes y maltratos en niñas, adolescentes y jóvenes de la familia.

Asimismo, el 25,11 % de las encuestadas asegura haber recibido insultos sexistas y el 22,37 % insultos racistas.

El 25,57 % registra agresiones sexuales. Este dato se repite durante las entrevistas entre especialistas y lideresas, que relacionan esta violencia con la cosificación e hipersexualización.

El 81 % de las mujeres encuestadas aceptan que hay estereotipos físicos, psicológicos y sociales sobre ellas, y que el principal es la hipersexualización de sus cuerpos, según reconoce el 50,23 % de las afrodescendientes.

El 43 % de las encuestadas piensa que el estereotipo sobre la afrodescendiente es de mujer subordinada al hombre y cuidadora de la casa, y el 41,55 % cree que tienen el estereotipo de ser agresiva y el 37 % de ser una fracasada.

Estos datos contrastan con que el 79,45 % se siente discriminada y el 90 % siente que hay racismo.

Recuperación de la memoria histórica

“Hay que hacer políticas públicas que no sean generalistas, que impacten directamente a la población afrodescendiente y comenzar a tomar acciones a nivel local”, ha explicado a Efe la otra investigadora del estudio, Xiomara Rodríguez.

Por su parte, Solís ha apuntado a la educación como herramienta principal y las campañas de sensibilización.

El informe propone como solución, entre otras, la importancia de recuperar “en la población afrodescendiente el espíritu del cimarronaje (procesos de resistencia en el que esclavos negros se fugaban de sus amos) como símbolo de resistencia y de rebeldía”.

Además de la memoria histórica y las prácticas ancestrales, un trabajo que puede ir de la mano del Ministerio de Cultura y que puede involucrar a diferentes disciplinas artísticas.

El estudio, realizado por el Unfpa, a cargo de las investigadoras Rodríguez y Solís, ha contado con el apoyo del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá, el Instituto Nacional de la Mujer, la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afrodescendientes, Voces de Mujeres Afrodescendientes en Panamá y la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.

El informe arroja datos concretos de la población femenina afrodescendiente en Panamá, pues en el país centroamericano persiste una ausencia de estadísticas detalladas sobre este grupo étnico.