
Denuncias de abusos sexuales en el mundo de la lucha libre de la India liderada por algunos de los luchadores más destacados en esa disciplina han desatado un movimiento #MeToo en el mundo del deporte indio. EFE/ David Asta Alares
El #MeToo irrumpe en India con acusaciones de abusos en el mundo del deporte
Cinco años después de la primera ola americana, el #MeToo vuelve a irrumpir en India, pero esta vez en el mundo del deporte y más concretamente en el de la lucha libre. Algunas de las luchadoras más destacadas del país víctima de abusos sexuales lideran el movimiento.
El MeToo ganó relevancia tras la revelación en 2017 de los escándalos de Harvey Weinstein en Estados Unidos, y tomó fuerza en India en 2018 con denuncias de abusos sexuales en las redes sociales que inicialmente se centraron en Bollywood y luego se extendieron a más ámbitos como al mundo del periodismo o la judicatura.
Pero aún faltaba romper el silencio en el ámbito de los deportes. “Ayer dijimos que había un par de chicas, hoy tenemos cinco o seis jóvenes luchadoras que han sufrido este tipo de abusos, y pueden probarlo”, ha anunciado a los medios de comunicación Bajrang Punia, medalla de bronce en Tokio 2020.
Abusos sexuales en la lucha libre de India
En torno a un centenar de luchadores se han vuelto a congregar en el “manifestódromo” de Jantar Mantar, la calle de Nueva Delhi donde acaban todas las protestas del país asiático, por segundo día consecutivo desde que un grupo de deportistas de élite denunciase los abusos sexuales que durante años han sufrido las mujeres en la Federación de Lucha Libre de la India (WFI, en inglés).
Las acusaciones apuntan al presidente de la federación, el político del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) Brijbhushan Sharan Singh, al que Vinesh Phogat, ganadora de medallas de oro en los Juegos de la Mancomunidad Británica de Naciones y en los Juegos Asiáticos, ha acusado directamente.
Pero los abusos sexuales descienden también, ha afirmado Phogat, hasta entrenadores mantenidos en sus puestos a pesar de que la federación estaba en conocimiento de sus prácticas.
Las explosivas declaraciones, emitidas por deportistas reconocidos y tratados como héroes de la nación por sus victorias en la arena, han acaparado la atención mediática de la India.
El Ministerio de Deportes del país asiático ha exigido explicaciones “en las próximas 72 horas” a la federación de lucha libre, según un comunicado. De no haber respuesta, las autoridades adoptarán las “medidas apropiadas”.
Una nueva generación de luchadoras alza la voz
Una reacción que no es suficiente para los deportistas, que han mantenido una reunión con representantes del Gobierno de la que han salido decepcionados y dispuestos a seguir luchando.
“El Gobierno no ha prometido ninguna acción concreta. Solo ha dado garantías. Así que no estamos contentos con la respuesta”, ha declarado Sakshi Malik, medalla de bronce en Río en lucha libre y primera mujer india en ganar una medalla olímpica.
Los manifestantes exigen la dimisión de Singh, y Phogat ha indicado que “se asegurarán” de que sea encarcelado.
Las denuncias de los deportistas van más allá de las acusaciones de abusos sexuales. Abarcan también las deficiencias en el modo de gestionar la federación y la falta de medios, en unas protestas impulsadas por una nueva generación de luchadores que inspiran a los más jóvenes.
“Yo solía ser un luchador, y todas estas cosas también solían pasar antes. Pero los luchadores no podían hablar o ser escuchados, porque no había redes sociales. Además, los luchadores hoy en día tienen estudios, han ganado muchas medallas (…) y cuando vieron todos estos abusos no pudieron soportarlo”, ha reflexionado a EFE Pradeep Chaudhary.
Este antiguo luchador profesional, campeón del estado norteño de Haryana reconvertido en abogado, se ha mostrado esperanzado en que “los culpables sean castigados”.
Por su parte, el presidente de la federación ha mantenido su inocencia durante una rueda de prensa en la que ha criticado que los deportistas no hayan aportado nombres de las supuestas víctimas.