"Maldito Bollodrama", el podcast que señala a la misoginia como eje de la lesbofobia

Ane Amondarain | Madrid - 2 febrero, 2023

Podcasts hay muchos, pero no hay tantos que se centren en la "existencia lesbiana", una expresión que reivindicaba frente a la "heterosexualidad obligatoria" la poeta y ensayista feminista Adrienne Rich y cuyo espacio viene a ocupar ahora "Maldito Bollodrama", un podcast "de lesbianas, hablando sobre lesbianas y para lesbianas".

No obstante, como reconocen en un entrevista con Efeminista Terci y Bake, las dos personas que se encuentran detrás del micrófono, el podcast también ha enganchado a mujeres bisexuales y heterosexuales que se sienten identificadas en muchos aspectos, porque "el eje de la lesbofobia es la misoginia", explica Terci.

"A nosotras nos atraviesan otras violencias que a otras letras del colectivo, y es por ser mujeres", argumenta.

Nominadas el pasado año a los premios del Observatorio de la Diversidad en los Medios, en la categoría de Mejor creación en nuevos medios, "Maldito Bollodrama" se subió el pasado 21 de enero al escenario del madrileño Teatro del Barrio por primera vez, y ya se han agotado todas las entradas para los siguientes dos pases con público en el mismo teatro el próximo 11 de febrero y el 4 de marzo.

Un éxito que para Bake simboliza "el triunfo de lo no normativo y una llamada a las grandes plataformas y los grandes medios porque esto también interesa".

Un podcast LGTBIQ+, feminista e interseccional

Pregunta (P): El primer episodio de "Maldito Bollodrama" salió en febrero del año pasado. ¿Cómo nace este proyecto? 

Terci: Nació desde la necesidad de escuchar contenido como el que hacemos. En realidad, llamé un día a Bake y le dije que había un gap, no había contenido de lesbianas, ni podcast de lesbianas. Y ahora que está tan de moda no encontraba nada. Me puedo sentir identificada con ciertos contenidos, pero no hay nada que hable de nosotras. En los medios en general no hay lesbianas visibles que tengan un estatus de fama suficiente como para dar visibilidad y dijimos ‘¿por qué no lo hacemos nosotras?’. No con la pretensión de llegar a un estrato enorme, sino de tener la necesidad de desahogarnos, de contar nuestras circunstancias.

Bake: Y además siempre desde una perspectiva de cómo habría sido el contenido que nos hubiese gustado recibir. Nos pasa mucho también con el tema del feminismo, que tú te sientes sola y cuando hablas con otras compañeras y cuentas tus vivencias, de repente se crea como una especie de red sorora […] porque al final vemos que a todas nos atraviesan las mismas situaciones. Muchas chicas bisexuales nos dicen ‘oye, nos resuena mucho esto’, aunque son realidades distintas, pero hay mucho de lo que contamos que nos acerca en muchas cosas.

Terci: Y muchas mujeres heterosexuales también porque, al final, nosotras intentamos hacerlo desde una perspectiva feminista e interseccional. Siempre lo decimos: el eje de la lesbofobia es la misoginia. A nosotras nos atraviesan otras violencias que a otras letras del colectivo no les atraviesan y es por ser mujeres. Nos quisimos centrar en eso desde el principio y por eso creo también que ha ido tan bien. Al final es tumbar el mito de que somos distintas. Somos iguales, por eso tenemos que dejar de sentirnos solas.

El triunfo de lo no normativo

P: ¿Cómo han vivido este primer pase en el Teatro del Barrio?

Bake: Hay un punto a nivel emocional e intenso, porque los somos, que es un poco el triunfo de lo underground, porque no hay nadie detrás. Nosotras estamos a pulmón desde que empezamos, hemos puesto el equipo que tenemos, los conocimientos que tenemos (somos dos tías que hemos estudiado Periodismo), y que lo que hemos hecho ha sido poner el corazón y el alma. Nadie ha estado detrás sosteniéndonos a nivel económico. Entonces, llenar un teatro es un triunfo de lo no normativo y una llamada a las grandes plataformas y los grandes medios porque esto también interesa. Hay otra narrativa que estamos contándola que no está en las teles, ni en muchas radios generalistas y estamos ahí, batallando en igualdad de condiciones.

Terci: Sí, porque además nosotras lo hacemos desde el activismo. No cobramos nada, no recibimos subvenciones de ningún tipo. Todo el capital, los medios y el tiempo son nuestros. Pero lo más bonito de todo es que aunque no estemos hablando un idioma universal lésbico, estamos acogiendo a un montón de gente diciendo que nos sentíamos solas para dejar de estarlo.

P: Al final están siendo referentes para muchas, algo que ustedes no han tenido, como cuentan en el podcast.

Bake: El de "Adolescencia robada" fue un capítulo que hicimos hablando de eso, de la adolescencia que habrías vivido si realmente tu referente hubiera sido una sociedad donde no se presupone tu sexualidad. Después de ese capítulo nos escribió muchísima gente. Fue como un choque de realidad y un abrazo colectivo.

Terci: Y mucha gente de mucha más edad nos dijo que cómo habíamos adaptado el activismo, y que se habían dado cuenta de que aun siendo lesbianas eran homófobas. Y sí, porque además nosotras estamos en constante revisión, y es de lo que nos hemos dado cuenta. Nosotras también hemos hecho cosas mal, también hemos ejercido violencias incluso a nuestra propia letra del colectivo. Hemos tenido comportamientos incluso patriarcales y machistas y estamos en constante deconstrucción.  Si estás callada y no lo pones en común, no te das cuentas.

Romper con los estereotipos de género

P: Hablando de violencias, el podcast se llama "Maldito bollodrama". ¿Qué vivencias tóxicas identifican en las relaciones lésbicas?

Terci: Nos hemos dado cuenta de que el bollodrama es una cosa inevitable. Y elegimos ese nombre porque ya basta de que todo lo que nos pasa sea porque somos unas intensas y unas dramáticas, etiqueta que se le pone siempre a la mujer.

Pero sí es cierto que nosotras nos hemos dado cuenta, por ejemplo, de la violencia ejercida desde nuestro colectivo hacia las chicas bisexuales. La relación con las bisexuales es muy compleja y nosotras pensábamos que era una cosa que ya estaba pasada. Pero se sienten absolutamente apartadas. Hay muchas personas bisexuales que tan siquiera se sienten parte del colectivo por nuestra culpa, porque no las aceptamos. Les estamos haciendo lo mismo que nos hacían a nosotras: 'Estas confusa, es una fase, no me fío…'.

Bake: Siempre se nos ha inculcado a las tías que somos pura emoción. Se ve como que el drama es porque son dos emocionalidades juntas. Y hay que romper con eso a nivel de género. Hay tías que son super simples y que son cero dramáticas. Al igual que en las relaciones heterosexuales hay tíos intensos.

Pero es verdad que hay mucho cliché con el tema de la intensidad, la emocionalidad y el romanticismo absoluto. Muchas veces, cuando ves un referente audiovisual en las escenas románticas y de sexo, todo es delicado y sosegado. Es una cuestión de amor porque las tías hemos sido criadas en un patriarcado en donde la libertad sexual es nula y al final eso arrastra. Te compro el "love is love" (el amor es amor), pero igual puede ser "sex is sex" (el sexo es sexo), y ya está.

Y luego, por otro lado, tenemos que revisarnos mucho el tema de centrarlo todo en la genitalidad porque nos estamos dejando fuera a las mujeres trans que también son lesbianas y bisexuales y se relacionan con otras mujeres.

Terci: Al final, Maldito Bollodrama es empujar para que se rompan nuestros propios cánones, ya no solo los de fuera.

P: ¿Hay mucha plumofobia dentro del propio colectivo?

Bake : Sí, hay mucha plumofobia y es una cosa que no podemos permitir y depende de nosotras. Puedes tener tus deseos, tus gustos, pero no puedes decir que solo estás con mujeres femeninas porque si no para eso estás con hombres. Hay tías más femeninas y más masculinas, igual que el espectro no binarie existe. No podemos reproducir los cánones que nos ha vendido la derecha, el patriarcado y el catolicismo.

Nombrarse lesbiana

P: A pesar de todo lo que queda por reivindicar y a pesar de que "Maldito Bollodrama" es un podcast que nace desde el activismo, reconocen que no todos los días y ni a todas horas se está preparada para hacer activismo.

Terci: Y ya no ganas, que muchas veces pesa el miedo. Son insultos, es el acoso machista en las redes. Y es que luego en la calle también nos las dicen. Es como cuando te cruzas por la calle con un grupo que sabes que te va a interpelar o que te va a intentar acosar y te sueltas de la mano. Todas hemos caído en decir que somos pro derechos LGTB, que somos lesbianas, pero que no hace falta que se diga. Nosotras nos hemos dado cuenta de que sí que hace falta y que no podemos vivir sin decirlo porque hay muchas voces que necesitan que lo digamos nosotras por ellas. Cuanto más lo digamos nosotras, más lo va a empezar a decir otra gente.

Bake: También es verdad que el activismo es cansado, es una carrera de fondo. Y hay mucha policía del activismo. En eso tenemos que ser un poco sororas y flexibles con nosotras mismas. No puede ser que vea un listón tan alto en vídeos nuestros o de alguien feminista y que, en cambio, los vídeos de Vox estén vacíos de comentarios de gente de izquierdas o feminista. No puede ser que yo sufra más violencia de mi propio colectivo, de mis propias compañeras, que gente que está lanzando mensajes de odio. Me gustaría ver un poco más de cariñito entre gente afín, aunque haya diferencias que nos separen.



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