
Portada del libro "Los hombres de Federico", segunda parte de la trilogía de Ana Bernal-Triviño y Lady Desidia. Cedida por Lunwerg Editores.
“Los hombres de Federico” pone en valor la sororidad ante el machismo imperante
La escritora y periodista especializada en violencia de género Ana Bernal Triviño y la ilustradora con una desbordante sensibilidad Lady Desidia enfrentan a mujeres lorquianas contra la cruda realidad del machismo imperante, en la segunda entrega de la trilogía ilustrada sobre personajes que aparecen en la obra del poeta y dramaturgo Federico García Lorca.
Si bien en la primera parte de la trilogía de ficción, “Las mujeres de Federico” (2021), editada también por Lunwerg, se narra el cambio en los destinos de las mujeres lorquianas de principios del siglo XX, que se zafan del encorsetamiento al que están designadas por su género, esta vez se tropezarán en más de una ocasión con las violencias machistas. Sin embargo, en este desalentador contexto, la sororidad se abrirá paso y se convertirá en una poderosa herramienta para salir adelante.
Y es que en esta nueva aproximación con perspectiva de género a la obra del poeta y dramaturgo granadino, adscrito a la generación del 27, Ana Bernal Triviño ha querido confrontar con su pasado a mujeres lorquianas como Rosita, la Novia, Bernarda, Adela o Yerma, entre otras, y enfrentarlas a sus antiguas parejas o amantes, es decir, a “Los hombres de Federico”.
Los hombres de Federico
Documentarse acerca de los personajes varones ha sido todo un reto para la escritura de esta segunda trama porque se sabe menos de ellos. Pero su figura es central porque la vida de las mujeres lorquianas ha dependido casi siempre de lo que estos hombres han hecho con ellas.
“Siento que solo soy libre a ratos. Que, al final, no siempre decido por mí misma y que sigo pensando en los demás. Es como si me dijera una vocecita: ‘Criada, vuela, pero solo un poquito, no mucho, vayas a desentonar, vayas a desobedecer, vayas a ser muy rebelde’. Es como la sensación de que nunca podré ser libre (…) nunca podremos porque nuestro pasado está ahí”, lamenta en el libro Criada, una de las protagonistas.
En esta historia de ficción, hombres y mujeres dialogan porque se reivindica que para avanzar en derechos de las mujeres es necesario que los hombres también formen parte en ese escenario.
Ellos también cargan con los mandatos de género. El mismo primo de Doña Rosita confiesa en el libro que tenía que llevar dinero a casa y casarse por imposición, sin poder reparar en sus propios anhelos.
Lorca, toda una inspiración
Ana Bernal Triviño ha confesado que los personajes de Lorca siempre han formado parte su vida y su deseo con esta trilogía es “hacer que se comprenda un poco más de nuestra historia a través de la creatividad y de la literatura”.
Porque los personajes lorquianos arrojan luz sobre el pasado, pero como se deja ver en la narración e ilustraciones de esta trilogía, también sobre el más inmediato presente.
Lorca, el poeta y dramaturgo de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX, fue asesinado por el bando sublevado un mes después del golpe de Estado que desencadenaría el inicio de la Guerra Civil.
Pero dejó tras de sí obras teatrales de incalculable valor como “Bodas de Sangre”, “La casa de Bernarda Alba”, “Yerma” o “Doña Rosita la soltera y el lenguaje de las flores”. Páginas que trasladan a los y las lectoras a oscuros escenarios repletos de simbología lorquiana, que muestran las opresiones a las tuvieron que enfrentarse las mujeres de la época.
Memoria histórica y feminista bañada de rojo
Vanessa Borrel es quien se esconde detrás del pseudónimo Lady Desidia y quien da color a esta historia bañada de rojo y tonos oscuros para representar este paisaje sombrío en el que, sin embargo, la lucha no cesa.
La sororidad es y será la herramienta más poderosa para que las mujeres de Lorca sigan peleando por ser quienes ellas quieran ser. Porque si algo transmite esta historia es que las cosas pueden cambiar, incluso en contra de la historia.