
La escritora Ledicia Costas. EFE / Salvador Sas
Ledicia Costas: “Hay que poner sobre la mesa el tema de los cuidados”
La escritora viguesa Ledicia Costas, premio Nacional de Literatura Infantil, continúa su carrera en la novela adulta y, tras “Infamia”, retrata ahora en “Golpes de luz” la difícil situación de las mujeres respecto a los cuidados y la conciliación.
“Muchas veces me pregunto quién cuida de esas mujeres que entregan su vida a los cuidados, un trabajo no remunerado, en condiciones muchas veces de precariedad. Son esclavas de esos cuidados y me parece durísimo”, explica Costas (Vigo, 1979) en una entrevista con Efe, en la que señala que en su nueva novela ha querido hacer un homenaje a esas mujeres que tiran de las familias con todo en contra.
“Golpes de luz” (Destino, en castellano; Xerais, en gallego) llega a las librerías tras “Infamia”, un thriller psicológico “oscuro”, que retrataba las “barbaridades del ser humano”; ahora Costas ha optado ahora por una novela “más luminosa”, en la que “cabe el humor” y que esta “llena de esperanza”.
La historia de “Golpes de Luz”
Su último trabajo narra la historia de Julia, una periodista que acaba de separarse y decide dejar Madrid y regresar a su pueblo natal en Galicia junto a su hijo Sebas para “cambiar de aires” y cuidar de su madre, Luz.
La novela está narrada a tres voces, de manera que los capítulos se intercalan entre los diferentes puntos de vista de la madre, Julia; el hijo, Sebas, y la abuela, Luz.
Costas asegura que ese fue “el gran reto de la novela”, porque no era fácil construir una historia a partir de “tres primeras personas” que ademas son “personajes que generacionalmente están muy lejos unos de otros”.
“Reconozco que lo más complejo fue encontrar la voz de Luz, esa mujer de 80 años. Me trajo varias noches de insomnio hasta que entendí que tenía que escuchar a las abuelas gallegas”, explica la autora sobre un personaje “que habla con retranca e ironía”.
“Somos hijas de una generación devastada por la heroína”
La autora se ha basado en su propia niñez y en experiencias personales para hablar sobre una época en la que Galicia vivía asolada por el narcotráfico y en la que la heroína causó “verdaderos estragos” en toda una generación”: “Cuando tenía 11 años mi padrino murió de sobredosis de heroína. Para mí fue un hecho traumático que marcó mi infancia y mi paso a la adolescencia”.
Costas vivió su niñez en Lavadores, un barrio de Vigo y allí comprobó como los chicos “menguaban dentro de la ropa” y fue testigo del “deterioro” social que generó la droga, algo que, aunque muchas veces “no terminaba de comprender” debido a su edad, le marcó para siempre.
“Somos hijas de una generación devastada por la heroína y ahora tenemos esa distancia necesaria para hablar de este tema”, explica Costas, que afirma que piensa mucho en esas madres que salieron a la calle para luchar por sus hijos y exigir al Gobierno y a las autoridades que buscasen “soluciones”.
Ledicia Costas sobre los cuidados
En “Golpes de luz” está muy presente la maternidad y, por tanto, el mundo de los cuidados, que históricamente y aún a día de hoy, siempre recaen en las mujeres: “Veo a muchas mujeres que están sacrificadas cuidando de otras personas. Me parece un problema tremendo, sobre todo relacionado con el envejecimiento de la población”, señala Costas.
“Muchas veces cuando por fin admiten a esa persona en una residencia pues ya se muere o está a punto de morirse. Los servicios son insuficientes. Y este problema hay que solucionarlo y ponerlo sobre la mesa, sobre todo porque es que si seguimos dentro de esta espiral, a las nuevas generaciones nos va a tocar desempeñar ese papel”, comenta.