
Científicas del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), centro mixto de la Universidad de Valladolid (UVa) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el laboratorio. EFE/NACHO GALLEGO/Archivo
La educación igualitaria, clave en el fomento de la vocación científica en las niñas
La sociedad está experimentando un cambio en todos los ámbitos y el científico es uno de ellos. El mayor de sus retos es el de acercar la ciencia de manera igualitaria desde la educación, además de fomentar la vocación científica en niñas y mujeres.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora el 11 de febrero, la Fundación Pfizer ha organizado el VIII encuentro “En constante evolución: Pasado, presente, futuro de las científicas en el mundo”. El coloquio se ha centrado en reivindicar el rol histórico de la mujer en la ciencia, ver qué lugar ocupan hoy las científicas y qué desafíos encararán en el futuro.
En España solo el 12 % de los estudiantes científico-tecnológicos son mujeres
El presidente de la Fundación Pfizer, Sergio Rodríguez, ha inaugurado la jornada subrayando la falta de vocación femenina en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
“Según el estudio de la Unesco, “Descifrar el código”, solo el 35 % de los estudiantes científico-tecnológicos en el mundo son mujeres. Y los datos nacionales aún son menores, entorno al 12 %, según un estudio de la Universidad Internacional de La Rioja”. Pese a la menor presencia femenina, Rodríguez recuerda que este año los Premios Innovación Científica que otorga la Fundación a jóvenes investigadores los han ganado dos mujeres, Almudena Chaves Pérez y Elena Castro Marcos.
La investigadora e inventora Maitane Monasterio y la exdirectora general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), Paloma Domingo, son las ponentes en este encuentro, moderado por el divulgador científico Luis Quevedo. Ambas coinciden en que la educación en materia de ciencia, desde Infantil y Primaria, es la clave para despertar la afición científica entre las niñas.
Educación igualitaria
“Todos llevamos un pequeño investigador dentro. Desde niñas siempre nos hacemos preguntas, pero nos apagan la llama de la curiosidad“, sostiene Monasterio, que recuerda con vergüenza cómo su desencanto con el sistema educativo y las soporíferas clases de Biología le hicieron pensar que la investigación no era para ella. Hoy estudia Medicina y es la CEO y fundadora de Innovating Alimentary Machines, start-up dedicada a la conservación de alimentos.
Por su parte, Domingo incide en la necesidad de que haya un cambio cultural. “Para enseñar Física hay que enseñar desde lo que pasa, la fórmula viene al final. Si hay algo que fomente más, es el por qué pasan las cosas”, opina.
Otros factores que alejan a las niñas de las ciencias tienen que ver con la pobre comunicación y venta de las carreras STEM, así como la autoexigencia a la que se someten a edades muy tempranas. “Nos cuesta mucho ser protagonistas de nada. Al final, queremos ser tan estupendas y perfectas en todo que nos da miedo equivocarnos“, cuenta.
Más visibilidad de mujeres científicas
Para Monasterio, el problema no es que no existan mujeres científicas, porque las hay y siempre las ha habido, sino que no se les dé el protagonismo y la visibilidad que merecen. “Solamente se ven representadas 7,5 % de mujeres en los libros de texto de secundaria. Ello, unido a la escasa presencia de figuras científicas femeninas en los medios de comunicación, son una de las causas de que las más pequeñas y sus padres descarten las carreras STEM”, afirma.
Fue el caso de Domingo. Licenciada en Astrofísica y doctora en Informática, cuenta que, ante una total falta de información científica y mujeres referentes, descubrió el espacio exterior a través de la colección de cromos “Vida y Color”. “Hay que acompañar a las niñas a que descubran la ciencia desde muy chiquititas, si no tienen apoyo en casa, que lo tengan fuera”, apunta.
Techos de cristal, maternidad e igualdad
En el coloquio también se habló de cómo “la maternidad penaliza a las mujeres científicas”. “Que este periodo de permiso de maternidad y paternidad no recaiga exclusivamente en las mujeres es positivo y repercute en una mayor igualdad en el desarrollo de la carrera profesional e investigadora. Conseguir la igualdad en la carrera científica no es una cuestión exclusiva de las mujeres, es un problema de todos”, señala Domingo.
Monasterio coincide con este diagnóstico y añade que “el techo de cristal es tan grande y tan duro que no lo van a romper las mujeres solas”. “La ciencia y la tecnología no entienden de raza o género. Ojalá llegue un día en que el 11F sea todos los días y, desde el ámbito educativo, empecemos a formar personas“, sentencia.