Kimberly Ayala se convierte en la primera abogada trans de Paraguay
Tras cinco años de obstáculos, y ataviada con una mascarilla en la que se podía leer el mensaje “Más amor, menos odio”, Kimberly Ayala ha jurado su cargo como abogada ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia convirtiéndose así en la primera abogada trans de Paraguay.
Después de dos intentos fallidos y negativas por parte del Poder Judicial que le impedía jurar y matricularse ya que su aspecto físico de mujer no se correspondía con los documentos de identidad en los que aparece con nombre masculino, Ayala es oficialmente abogada desde el 9 de noviembre.
La joven transexual, de 29 años, se presentó en el Palacio de Justicia apoyada por la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (Codehupy) y por Amnistía Internacional.
Ello con la intención de presentar su tercer reclamo y solicitar a la CSJ que cumpliera con los distintos artículos de la Constitución paraguaya relativos a la libertad de expresión de la personalidad, al derecho al trabajo y a la igualdad de las personas, entre otros.
En las dos negativas anteriores, Ayala vio también un componente de discriminación por su aspecto físico, ya que en ningún momento solicitó cambiar los datos de nombre o sexo que aparecen en su cédula de identidad.
Abrir el camino
Sin embargo, este noviembre, tras cinco años de lucha, Ayala logró reunirse con Alberto Martínez Simón, presidente de la Corte Suprema de Justicia, y se convertía en la primera abogada transexual del país sudamericano, entre los aplausos de algunos asistentes al acto que la han respaldado en este tiempo.
Ayala ha reconocido que esta vez el cambio de actitud por parte del Poder Judicial se debe, en parte, a que su caso ha tenido “mucha más visibilidad” y presión mediática, gracias al apoyo “muchas organizaciones y de muchas personas”.
La primera abogada trans de Paraguay sabe que con su juramento abre el camino a otras personas que todavía sufren discriminación en el país.
“Es un mensaje de esperanza, un mensaje de luz para decirle a la población que realmente se puede, que uno puede estudiar, ejercer lo que quiere ser. La identidad de género es algo natural y es inherente al ser humano”, ha explicado a Efe, ya convertida en abogada.
Hacia su siguiente meta: ser jueza
Ayala ha insistido en que las personas transexuales son “ciudadanos de primera” y con su ejemplo pretende visibilizarlas y recordar que también existen.
Con su primer objetivo cumplido, conseguir su matrícula como abogada, esta letrada originaria de Hernandarias, en el este del país, sueña ya con su siguiente meta.
“Mi idea siempre fue ser jueza, ser magistrada. Así que, probablemente, voy a tratar de concursar para el cargo de jueza en alguna circunscripción de este país”, agregó.