Itziar Castro: “Con el arte se pueden cambiar conciencias”

Natalia Ibáñez Guinea | Madrid - 19 marzo, 2021

Con una trayectoria de más de veinte años, Itziar Castro se ha convertido en una de las figuras más reconocidas del cine, la televisión y el teatro en España. Pero, sin embargo, ha sido en su último proyecto, un poemario titulado “Con el corazón por delante”, donde se desprende de todo guion, máscara o disfraz para ser ella misma.

Su ópera prima literaria es un sentido canto al amor y al desamor en todas sus formas. Bajo el sello editorial Martínez Roca (Planeta) y las ilustraciones de Gisel Fust, la actriz muestra por primera vez al mundo su faceta de autora, poeta y romántica, en una recopilación de escritos de lo más íntimo y profundo.

Castro (Barcelona, 1977)  comparte en una entrevista con Efeminista su pasión por las letras, el amor y la celebración de la diversidad, además de por enseñarle al mundo un pedazo de su desnudo corazón. 

Sin máscara ni disfraz

Pregunta (P).- “Con el corazón por delante” es el nombre de su primer libro, ¿cómo nace este proyecto?

Respuesta (R).- Llevo escribiendo poesía, o mejor dicho, vomitando poesía, desde siempre. Había hecho muy pocos recitales, tres, en petit comité y era algo como muy personal. Durante la pandemia, Elvira Sastre nos pidió a unos cuantos personajes de la cultura que leyéramos poemas en unos directos que se llamaron “Poesía en tu sofá”, y yo le dije “¿Puedo leer los míos?” y ella me dijo que sí. De ahí nace que a los lectores o los que estaban detrás de la pantalla les gustara mucho y que naciera esta pequeña joyita.

P.- ¿Qué va a encontrarse el lector o lectora entre sus páginas?

R.- Va a encontrar lo que no es habitual encontrar en mí, lo más profundo de mí. Desnudo mi alma de la manera más personal que puede haber. Y es que es una parte muy muy íntima que casi nunca enseño, que es yo al 100 %. Cuando estoy trabajando en los guiones, hago lo que me mandan y me meto en la piel de diferentes personas y aquí soy yo, mis miedos, mis inseguridades, lo bueno y lo malo, totalmente personal.

“Amarse a una misma es base para poder amar al resto”

P.- En los poemas menciona a figuras como Rozalén, Luz Casal o Gloria Fuertes, ¿quiénes son sus referentes a la hora de escribir?

R.- Mis referentes son desde mi madre hasta exparejas porque hablo de amor y de desamor. De amor a la familia, de amor al trabajo, de amor a los amigos, de amor a una misma, que es lo más importante. Luego, también hay homenajes a mis padres y a gente que me ha inspirado. Como por ejemplo, Luz Casal que es una banda sonora de muchas rupturas y de muchos momentos muy bonitos. Me pasa que habitualmente tengo momentos de la vida con una banda sonora, me pasa con Rozalén, también hay homenajes a gente que me inspira como Daniela Vega o como Gloria Fuertes, que para mí es un referente en la poesía. No puedo decir que me parezco, sino que me gustaría parecerme.

P.- También reflexiona en torno al amor romántico y al propio, ¿cuál es más importante para usted?

R.- El motor en mi vida es el amor en general, es lo que tiene nacer el 14 de febrero. Pero, lo que digo, a veces es con alguien en concreto. Pero, acabo el libro sobre todo con eso, con amarse a una misma, que es la base para poder amar al resto de personas o de situaciones.

Apología de ser una misma

P.- ¿Su cuerpo no normativo ha supuesto algún obstáculo a la hora de enamorarse o de empezar una relación?

R.- Al contrario de lo que mucha gente piensa, sobre todo en Twitter (risas), mi cuerpo me ha ayudado a tener mucho amor alrededor. Soy muy achuchable y adorable, así que no he tenido ningún complejo en ese sentido. También tiene que ver con cómo te sientes y cómo te quieres a ti misma, entonces los demás te ven diferente también porque ven más allá de un físico.

P.- Es una persona muy activa en redes sociales, donde muchas veces sus perfiles se llenan de comentarios ofensivos y vejatorios. ¿Qué le diría a todas esas personas “endocrinos sin título, consejeros de salud en redes tras pantallas” (como llama en el poemario) que juzgan su estado de salud sin conocerlo?

R.- Pues yo creo que está todo dicho en ese poema, en el que hablo de lo que es una musa de Botero y en el cual hay una foto en la que estoy completamente desnuda. ¿Por qué si lo hace Botero es arte y si lo hago yo es insalubre? Ese es el planteamiento. Yo la única apología que hago es ser yo misma, a veces con más kilos, a veces con menos. Ahora con una enfermedad que se llama lipedema que no conocía y que tenemos el 11 % de las mujeres, que además es genética, hormonal y progresiva, y que he descubierto con más de cuarenta años. Pero soy yo así, pelirroja, con pecas, con ojos claros y con lo bueno y con lo malo. Y esa es la única apología que hago.

Parece que, en redes, si no eres normativa y te gustas y te caes bien a ti misma como que no está bien visto. Si lo llevas mal en cambio todos te aplauden, “bueno, tranquila”, te dicen. Entonces, que alguien que no es normativo se guste, sea feliz y lo comparta, parece que es apología de la obesidad y en ningún momento. Yo evidentemente sé los problemas de salud que la obesidad puede acarrear y, por lo tanto, me hago chequeos constantes. Además, soy voluntaria ahora mismo de la vacuna del covid y para poder entrar en ese estudio tienes que pasar unos análisis médicos bastante exhaustivos. Mi enfermedad grave que es el lipedema, la trabajo, y el resto, también. Pero, si te gustas y no eres normativa parece que estás haciendo apología de algo que no es.

Arte transformador

P.- “Vis a vis”, “Pieles” y “Campeones” celebran la diversidad. ¿Por qué es importante que haya productos audiovisuales de este tipo?

R.- Yo creo que con el arte se pueden cambiar conciencias. Con el audiovisual, con la literatura, con la poesía, con la pintura se pueden cambiar conciencias, decir muchas cosas, a lo mejor no directamente, pero por ejemplo “Campeones” dice mucho en muchos momentos y no hace falta decir “eso es bueno o es malo”. Tú mismo al ver esa película cambias la conciencia, y yo creo que es eso, para lo que sirve el arte.

P.- ¿Está la gordofobia ligada al género? Es decir, ¿cree que la violencia contra las personas gordas la sufren mayoritariamente mujeres por misoginia

R.- En general las mujeres estamos observadas constantemente por lupa a nivel físico. No hace falta ser no normativa para ello. Ahora mismo, presentando el libro, se ha hablado más en redes de mi físico que del libro. Bueno, me pasa a mí y le pasa a presentadoras extremadamente delgadas. Lo importante es eso que dicen, que hablen de ti aunque sea mal.

“Ni curvy ni body positive, yo soy gorda”

P.- ¿Cómo le suenan los conceptos curvy o body positive? ¿Se considera un referente en estos aspectos? 

R.- Yo no soy ni curvy ni body positive, yo soy gorda. Por eso en este libro las palabras son tan importantes y creo que es importante darles la vuelta. Lo que en un momento dado puede parecer un insulto, si lo haces tuyo ya deja de serlo. Entonces, sí, soy gorda. ¿Y? Ahora, hablemos de otras cosas. Si haces que no te afecten y que no sean como un insulto, tenemos la capacidad de darle la vuelta a lo que quieren significar las palabras.

P.- Durante el 8M, Día Internacional de la Mujer, tuvo una agenda muy apretada. Sin embargo, no pudo salir a manifestarse como otros años. ¿Qué le pareció la prohibición de reivindicaciones en Madrid?

R.- Yo soy de las que creen que en pandemia no hay que hacer ninguna manifestación, ni feminista, ni LGTBI, ni abolicionista, ni en coche negacionista. Creo que tenemos que ser cautos y cautas como seres humanos responsables para parar esta pandemia.

P.- Además de la serie musical de Netflix “Érase una vez… pero ya no”, ¿qué otros proyectos de futuro tiene entre manos?

R.- Pues ahora mimar esta parte de mí, este corazoncito, que hay que mimarlo mucho e intentar combinarlo con una serie mundial, como la que tenemos entre manos, que es muy complejo. Así que, de momento, a más no llego ya.