
La deportista Jennifer Hermoso. Imagen de archivo. EFE/David Martínez Pelcastre
Rechazo mayoritario al caso Rubiales en la Eurocámara, a excepción de Vox
La Eurocámara ha criticado el beso no consentido del expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso, un hecho enmarcado en una “cultura de impunidad” de la violencia contra las mujeres.
Este rechazo ha sido transmitido por la mayoría de grupos de la Eurocámara con la excepción de Vox, que ha optado, en cambio, por cargar contra las mujeres trans en el deporte femenino.
“Europa es la cuna del fútbol, donde se inventaron sus reglas y hoy el principal escaparate de este deporte. El fútbol europeo tiene por tanto no sólo una vocación sino la responsabilidad de actuar como vector para promover la igualdad de género“, ha defendido la comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira.
La mitad de los participantes en el debate, impulsado por ERC vía los Verdes, han sido eurodiputados españoles. Compartieron una condena del beso no consentido a la jugadora desde el “gesto grosero”, como lo definió Vox, hasta el diagnóstico compartido del resto en denuncia de la impunidad de la violencia contra las mujeres.
“Una realidad discriminatoria y sexista”
La eurodiputada del PP, Rosa Estarás, ha tildado la actitud de Rubiales de “deplorable, bochornosa y desafiante”. Y ha aplaudido “la respuesta de toda la sociedad, el clamor social y el apoyo masivo a la campeona”.
“Esta conducta refleja la punta del iceberg de una realidad discriminatoria y sexista mucho más amplia que se venía denunciando desde hacía tiempo”, ha asegurado la eurodiputada.
Desde el PSOE, Lina Gálvez ha lamentado que no se trate de un caso aislado, sino de “la normalidad del machismo” y ha asegurado que, aunque “gran parte del mundo del fútbol aún no entiende qué ha pasado”, “las mujeres sí lo entendemos y junto a muchos hombres hemos dicho se acabó, sintiendo ese beso no consentido como una humillación colectiva“.
Soraya Rodríguez (Ciudadanos) también ha lamentado que las jugadoras españolas “hayan tenido que ganar un Mundial para que el mundo las escuche” y ha recordado que llevaban muchos años levantando la voz ante situaciones vejatorias y contrarias a la dignidad profesional en el seno de la selección femenina.
“La diferencia es que esta vez lo vieron millones de telespectadores“, ha advertido Rodríguez, que ha mostrado al hemiciclo una camiseta de la selección española femenina ante el reproche de la vicepresidenta de la Eurocámara, quien le ha recordado que no se pueden portar este tipo de símbolos en el pleno.
Desde ERC, los promotores del debate, Diana Riba también ha denunciado los hechos.
“Este beso no consentido nos demuestra cómo de difícil es romper con las violencias y una impunidad que son estructurales“, ha señalado Riba.
Ha apuntado a que en el FC Barcelona “la mejor jugadora del mundo, Alexia Putellas, cobra en un año lo mismo que muchos jugadores del equipo masculino en un mes”.
“Contra la discriminación sexual y laboral”
El lema “Se acabó“, viral en redes sociales para denunciar la actitud del ya expresidente de la RFEF, ha tenido también su eco en el hemiciclo. Diputadas de la Izquierda como Sira Rego e Idoia Villanueva, lo ha definido como “la bandera levantada contra la violencia sexual, la cultura de la violación, la discriminación sexual y laboral y la impunidad”.
El eurodiputado de Catalunya en Comú Ernest Urtasun ha aprovechado para felicitar a las futbolistas de la Liga española por el acuerdo para unos nuevos salarios mínimos. “Después de una huelga que ha sido un ejemplo para toda Europa“. Aunque ha lamentado que se hayan quedado fuera la protección de la maternidad o los protocolos contra el acoso.
Las palabras de los diputados españoles las han compartido también muchos otros miembros de la Eurocámara. Se han preguntado qué habría pasado si las cámaras de televisión no hubieran capturado el beso y han confiado en que ahora a nadie le queden dudas de en qué consiste el consentimiento.
Vox, la excepción
La nota discordante en el debate la ha puesto el diputado de Vox Jorge Buxadé. Aunque se ha referido brevemente al beso no consentido como un “gesto grosero”, ha dedicado la mayor parte de su discurso a criticar la entrada de mujeres trans en el deporte femenino. A las reducciones de condena a agresores sexuales por la ley del “Sólo sí o sí” en España. Los ataques de extranjeros a mujeres o “la sexualización de los niños en los colegios”.
“Cuando los autores son extranjeros ustedes callan porque no encaja en su enfermo esquema moral de que el sujeto a destruir es el hombre occidental”, ha señalado Buxadé.
Tampoco se ha alineado con él la otra diputada del grupo de los Conservadores y Reformistas. La belga Assita Kanko, ha dicho que esperaba el día “en el que no haya que convencer a nadie de que no significa no“.