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Técnica del centro tecnológico ITAGRA enseña a escolares de 6º de Primaria experimentos con muestras de suelo para despertar su interés por la Ciencia. EFE/ Almudena Álvarez

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La ciencia española no consigue el liderazgo necesario, según la Academia de Ciencias

EFE | Madrid - 23 diciembre, 2025

La ciencia española, a pesar de los avances, "no consigue la posición de liderazgo que tan importante sería para el desarrollo económico y bienestar social", según la Real Academia de Ciencias (RAC), que señala la inteligencia artificial y el papel de las mujeres como factores que pueden guiar la innovación en los próximos años.

Así lo indica la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de España en su séptima Declaración sobre la financiación y gestión de la investigación científica en España 2025. El texto repasa algunos de los obstáculos e identifica desarrollos científicos, como la "explosión de aplicaciones de la inteligencia artificial" (IA), en los que "España debería prepararse para jugar un papel de liderazgo activo".

La RAC subraya aspectos de política científica, el papel de las mujeres en el Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) y el impacto de la IA, como factores "que España debería tener en cuenta al planificar sus prioridades en ciencia".

Lento avance de la ciencia española

La declaración ha sido presentada en el marco de un debate moderado por el vicepresidente de la RAC, Esteban Domingo, con la participación de Andreu Mas-Colell, del Instituto de Ciencias y Tecnología de Barcelona (BIST); José Manuel Fernández de Labastida, de la Agencia Estatal de Investigación y Raquel Yotti, comisionada del PERTE para la Salud de Vanguardia.

"A pesar de avances en años recientes, la ciencia española no ha conseguido una posición de liderazgo entre los países de nuestro entorno", dice la introducción del documento. Sería "muy importante" aprovechar la situación actual para impulsar el SECTI, incrementando sus recursos, mejorando su funcionamiento (con eliminación de barreras burocráticas y administrativas) y estableciendo líneas de acción estratégicas, con participación de entidades públicas y privadas.

La RAC indica que, "de modo prioritario", debería adecuarse la actual normativa de procedimientos de contratación de personal y de concesión de fondos "al ambiente dinámico internacional de la investigación científica" y considera necesario "fomentar la creatividad con la participación de empresas en colaboración con el mundo académico".

A la falta de liderazgo también contribuyen "trabas para el desarrollo de una carrera científica en España". Unas dificultades que "se acentúan en el caso de las mujeres, cuya incorporación y permanencia en la práctica investigadora siguen encontrando barreras significativas".

Urgen cambios estructurales y sistémicos

La presencia de mujeres disminuye conforme se avanza hacia puestos de mayor nivel en la escala profesional y, en el caso de los puestos de responsabilidad relacionados con la I+D+i, "sigue siendo notablemente inferior a la de los hombres".

Por ello, considera "evidente" la necesidad de implementar cambios estructurales y sistémicos, con programas específicos de discriminación positiva, para garantizar que las mujeres puedan acceder y mantenerse en la carrera científica, dado que "la diversidad de género es clave para la innovación y el progreso".

La declaración identifica las aplicaciones de la IA como uno de los desarrollos científicos importantes que pueden guiar innovaciones en los próximos años.

Esas aplicaciones se extienden en campos tan aparentemente alejados como el manejo de bases de datos para alcanzar conclusiones inasequibles por métodos clásicos, los modelos predictivos en meteorología, o su uso para resolver problemas derivados del cambio climático o de sostenibilidad, entre otros muchos ejemplos que enumera.

La declaración también se detiene en la financiación de la ciencia, que en los últimos 50 años ha experimentado fluctuaciones que reflejan períodos de crecimiento, austeridad y recuperación.

Entre 2018 y 2025, se produce un crecimiento de inversiones "que apunta a un cambio de la tendencia en financiación científica", y señala que en 2023, se asignó el 1,49 % del PIB a I+D+i, "una ligera mejora", pero aún por debajo de la media de la UE, que es del 2,22%.