brecha de género

Madrid 04/03/03.- Equipo médico en una intervención quirúrgica. EFE/Juanjo Martín

Brecha de género: mujeres médicas, mucho que pelear

Pilar Gonzalez Moreno - 15 noviembre, 2018

El asunto de las mujeres médicas está muy claro. La brecha de género en los puestos de responsabilidad es incontestable: conforman más del 50% de la plantilla médica, pero solo el 20% está en puestos de dirección.

La buena noticia es que tanto ellas como ellos han decidido ¡por fin! pasar a la acción y dejar atrás los brindis al sol.

Ha llovido mucho desde que Dolors Aleu i Riera, se convirtiera en 1879 en la primera española licenciada en Medicina. Se cuenta que iba a las clases con dos escoltas que le puso su padre.

Hoy la feminización de la profesión es un hecho incontestable. Las mujeres que estudian medicina representan ya el 62%. En los años 80 eran un 20%.

Para conocer por qué finalmente se ha resuelto coger el toro por los cuernos y qué medidas se van a tomar para romper un techo de cristal, más que blindado,  hemos hablado con la presidenta del Colegio de Médicos de Murcia, Isabel Montoya, y el vicepresidente de la Organización Médico Colegial, Tomás Cobo.

También con el presidente de la Sociedad Española de Cardiología, Manuel Anguita, y con su colega, Antonia Sanbola, coordinadora del grupo de trabajo Mujeres en Cardiología, una especialidad en la que la mujer se encuentra infrarrepresentada.

La Asamblea General de la Organización Médica Colegial, organismo superior que reúne a los colegios oficiales de médicos de todas las provincias españolas, está formada por 62 miembros pero solo 10 mujeres tienen asiento en esta cúpula de gobierno.

Una realidad imposible de ignorar que empujo a la OMC a crear, el pasado año, un grupo de trabajo para pasar a la “acción ejecutiva y dejarse de intenciones”.

Algo se mueve

De este “manos a la obra” ha salido un estudio demográfico y un decálogo “con acciones más ejecutivas”.

Hay también un estudio en fase de revisión que refleja el acceso a la profesión médica y la brecha salarial.

En opinión de Manuel Anguita, el techo de cristal tanto en ésta como en otras profesiones está muy encardinado a la sociedad “puramente mercantilista” en la que vivimos, en la que se le da más importancia al dinero que a la maternidad y a la estructura familiar.

“Parece que es una carga tener hijos en vez de ser un proceso natural y en esa labor del cuidado de un entorno familiar, la mujer ha mantenido el liderazgo durante muchos años, poco a poco va girando, pero ha habido una generación a la que se le ha exigido ser buena profesional, ser buena hija y ser buena madre”.

Entre las medidas puestas en marcha por la OMC está la creación del primer Observatorio para la Igualdad en la profesión médica.

“Queremos que sea algo asumido de abajo a arriba, y en el que colabore todo el sector” apunta la presidenta del Colegio de Médicos de Murcia, Isabel Montoya.

El estudio demográfico que esta organización está haciendo es, a juicio de Montoya, imprescindible en esta estrategia que la OMC se ha marcado.

“Queremos conocer la realidad de la profesión médica para poder actuar con precisión, y desde luego luego hay que situar a la mujer en la mirada de las instituciones”.

A su juicio la situación no se soluciona sólo con leyes y “aunque son necesarias es básico también conseguir la conciliación”.

brecha de género

Trasplante de corazón. EFE/Salas

La inequidad de género está más presente en algunas especialidades que en otras.

Efe se ha fijado en la cardiología como reflejo de lo que ocurre en aquellas áreas donde la brecha de género resulta notoria.

La doctora Antonia Sambola, de la Sociedad Española de Cardiología, echa mano de los datos que arrojó una encuesta realizada por esta sociedad en 70 hospitales de toda España.

La representación de las mujeres en esta especialidad es del 40%, pero a a medida que se asciende en la jerarquía asistencial y académica, su representación se reduce y es especialmente baja entre los jefes clínicos (19%), los jefes de servicio (11%) y los profesores titulares (7%), lo cual genera una brecha vertical.

Tiempo perdido

Además de las ya mencionadas conciliación de la vida familiar y laboral y la falta de tiempo protegido, Sambola alude también al hecho, constatado en estudios sociológicos, que apuntan a que las mujeres, en general, negocian poco sus condiciones de trabajo y su promoción y ademas si piden algo se interpreta como una demanda conflictiva.

En la SEC empiezan a moverse cosas y el nuevo ejecutivo está concienciado “pero se ha perdido mucho tiempo y baste decir que en los 44 años de la sociedad médica, solo una mujer ha sido presidenta”.

El actual presidente de la SEC, Manuel Anguita, defiende que hay que poner encima de la mesa cuales son las medidas activas que se deben tomar para romper esta brecha de género.

En su último congreso, la proporción de mujeres ponentes fue de un 40%, cuando en los anteriores rondaba el 25%.

No está muy de acuerdo con las cuotas pero si reconoce la cultura machista imperante y defiende una reflexión y un pensamiento activo para no olvidarse de que también hay mujeres, y muchas, para para ocupar cualquier cargo de representación, dirección, responsabilidad….

El pasado mes de marzo con ocasión del Día de la Mujer, Efe consultó a las juntas directivas de 75 sociedades médicas (se excluyen las de farmacia, enfermería, odontología, fisioterapia y psicología) y, de ellas, solo 22 están presididas por mujeres, un 29,3%.

brecha de género

LIMA (PERÚ) 03/09/2012. Mujeres en una manifestación. EFE/Paolo Aguilar

Las sociedades de pediatría y las de dietética-nutrición-endocrinología son las que cuentan con más mujeres en la cumbre directiva, mientras que otras como cardiología, traumatología o medicina del deporte están copadas por hombres con alguna curiosa excepción, como la Sociedad Española de Medicina y Auxilio de Montaña.

Si las sociedades médicas dedicadas específicamente al hombre, como las de urología y andrología, están encabezadas por varones, también ellos están al frente de las sociedades de especialidades propias de las pacientes como la de ginecología o la del estudio de la menopausia.

Pero la mujer empieza a escalar y ya está en lo alto de algunas de las entidades científicas con más peso como, por ejemplo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM); la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN); la Sociedad Española de Nefrología, aunque todavía los hombres siguen estando en otras relevantes como las de cardiología, cirugía, traumatología o digestivo.

En las presidencias de los colegios médicos españoles solo 5 mujeres son presidentas, concretamente en Zaragoza, Valencia, Murcia, Toledo y La Rioja.

Un dato a destacar es el de enfermería. Aunque la mujer representa el 84,3% de los enfermeros colegiados, solo el 42% está al frente de los colegios profesionales provinciales.

Brecha de género: una ojeada a la administración sanitaria

Según datos ofrecidos a Efe, el pasado mes de marzo por cada una de las consejerías de Sanidad, ninguna comunidad alcanza la paridad en las gerencias, siendo la Comunidad Valenciana la que más se acerca con un 47,3%, seguida por País Vasco (44,4%) y Baleares (42,8%).

Entre el 20 y 30% de representación femenina se sitúan las comunidades de Cataluña (37,5%), Murcia (33,3%), Navarra (33,3%); Extremadura (30,7%); Andalucía (22,9%), Canarias (22,2%), Galicia (21,43%) y Castilla-La Mancha (20%).
En la cola, figuran Madrid (14,7%); Castilla-León (14,29%) y Asturias con un 4%.

En Cantabria, La Rioja y Aragón ninguna mujer ocupa el cargo de gerente de hospital, aunque sí están presentes en otros cargos relevantes de la administración sanitaria regional.

La mayoría de estas gerencias se encargan de la gestión de un único hospital. Sin embargo, en comunidades como Baleares, Castilla La Macha o Aragón las gerencias son regionales, por lo que controlan todos los centros hospitalarios ubicados bajo su jurisdicción.

Por eso, por ejemplo en Aragón, aunque no cuenta con ninguna gerente, la dirección de tres de sus siete hospitales está a cargo de una mujer.

Médica, siempre con “A”

No sólo se puede sino que se debe decir la médica, con “A”. Al igual que la jueza, la abogada o la odontóloga. Tan es así que el Diccionario de la lengua española, el diccionario por antonomasia, incluía ya en 1899 la forma médica en femenino.

Si acudimos a la literatura nos encontramos con que un siglo antes ya se podía leer la médica con cierta frecuencia.

Algo más tarde, en 1828, en “Orígenes del Teatro Español” también Leandro Fernández de Moratín habla de “la médica”.

Y por poner un tercer ejemplo, en 1895, es decir tres años antes de que el diccionario de la lengua lo diera por bueno, Benito Pérez Galdós, en “Torquemada y San Pedro”, escribe:

“Bien dijo el que dijo que todo eso de Religión es música, y que no hay más que naturaleza… Naturaleza es la madre, la médica, la maestra y la novia del hombre…”

Esto es lo que explica Javier Lascuráin, coordinador general de la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA). Es “muy correcto” utilizar la médica, con “A”, y más bien incorrecto decir la médico, con “O”.

“Pero vaya por delante -afirma-  que tanto en ese ámbito profesional y en general en la sociedad está extendidísimo el uso de la médico, con “O”.

Y refiere cinco fuentes, entre ellas el Diccionario de la lengua española para defender el uso de la médica con “A”.