“Bintu”: complementos para sacar a jóvenes de la prostitución en Sierra Leona
Patricia Rodríguez (Madrid, 1981) creó ChildHeros en 2017 para cooperar en África Occidental de una manera diferente. “Hay mucha publicidad sobre los problemas de las niñas, pero muy pocos proyectos dedicados a ellas”, explica. Ahora, cuatro años más tarde, esta ong en Sierra Leona ha creado “Bintu”, una marca de complementos artesanales que ayuda a jóvenes en el país africano a salir de las calles y dejar la prostitución.
Eligió uno de los países más pobres del mundo. Con el puesto 181 de 189 (2018) en el Índice de Desarrollo Humano, en Sierra Leona se encontró con jóvenes víctimas de explotación sexual, menores en prostitución, víctimas de abuso sexual y niños en situación de calle.
Allí, el 60% de su población (2017) vive de la agricultura de subsistencia, la mortalidad infantil es del 11,4 % (2016) y el 89% de las mujeres entre 15 y 49 años (2013) han sufrido mutilación genital parcial o completa. También está entre los cinco países del mundo en los que es más probable que muera una mujer embarazada (2015).
Unos datos desoladores que se unen a la guerra civil que asoló el país durante once años (1991-2002) y a ser el estado con mayor número de contagios por ébola en 2015 (14.124 personas, de los que fallecieron 3.956).
“Para nosotros no son víctimas, sino súper heroínas”
Salir de la prostitución en Sierra Leona
Los bolsos los hacen en Sierra Leona jóvenes que han salido de la calle con el objetivo de reinsertarse. “Para nosotros no son víctimas, sino súper heroínas, porque después de todo, son capaces de reiniciar su vida y de soñar y sonreír”, explica a Efeminista la española.
La ONG busca sacarlas de la calle para después, según la situación de cada joven, ellas decidan su futuro. “Algunas vuelven a su familia y se les apoya pagándolas la formación o la escuela”, pero hay un gran grupo de jóvenes que son rechazadas por su familia debido a su pasado. “Ellas eligen la formación que quieren” en costura, cocina, estética o peluquería. Un futuro que aprenden de la mano de las Hermanas Clarisas, parte fundamental de la formación de Child Heros.
Este programa de formación comenzó en 2018 y ya ha facilitado la reinserción social de 30 jóvenes. “Cuando terminan su formación de dos años van rotando y entran las diez siguientes”, explica Patricia.
Ella conoció Sierra Leona en 2011, volvió en 2015 durante el ébola y se estableció en el país africano nuevamente en 2017, cuando puso en marcha Child Heros.

Imágenes de los talleres “Bintu” en Sierra Leona cedidas por Child Heroes
Bintu
La primera promoción del programa “Salir de la prostitución” concluyó sus estudios en 2020, durante la pandemia. “La parte difícil es encontrarles después trabajo”, fue entonces cuando Patricia comprendió que había que ayudarlas a emprender.
A las mujeres que concluían la formación en costura se les entregó un “kit de emprendimiento” que constaba de una máquina de coser, tijeras, hilos y todo lo que necesitasen para poder empezar.
Sin embargo, no tenían ningún “colchón” económico para dedicarse completamente al emprendimiento. Así nació Bintu: una marca conjunta con la que pagan a las jóvenes emprendedoras y, además, permite mantener el programa de formación para otras mujeres que dejan la calle. “No es solamente los gastos de escolarización, también en vivienda, los gastos médicos -que son bastantes-, la alimentación, el dinero de mano… todos los años buscamos donantes para eso”, subraya.
El proceso de producción es “muy artesanal”, indica la directora del proyecto. Es ella la que elige las telas en el mercado buscando trabajar con textiles locales o africanos.
Según el producto final (clutch, shopper o tote bag), envía las telas al taller. Las jóvenes que han terminado la formación y que están en prácticas en una tienda de la capital hacen los bolsos más complejos, los clutch. Las que continúan en el curso, de primer o segundo año, hacen los tote bag acompañadas por un profesor. Por último, los shoppers, de algodón ecológico 100%, son comprados y serigrafiados en España y Patricia los lleva a Sierra Leona para que las jóvenes que comienzan su periodo de rehabilitación tras salir de la calle puedan coserles “un bolsillito” antes de comenzar su formación.
“No hay una mujer de 35 o 38 años que le preguntes y no le hayan violado más de una vez”.
Sierra Leona
Las mujeres que trabajan en “Bintu” cosen con máquinas de pedal, porque el 70% de las casas en Sierra Leona no tienen luz, y sus planchas son de carbón. “No es fácil hacer los bolsos”, confirma Patricia.
Señala también la situación dramática de violencia sexual que ocurre en el país: “No hay una mujer de 35 o 38 años que le preguntes y no le hayan violado más de una vez”.
Durante los once años de Guerra Civil (1991-2002), murieron más de 120.000 personas y supuso el desplazamiento de aproximadamente dos millones de ciudadanos. Patricia destaca el especial dramatismo de la situación de los más pequeños: los niños se convirtieron en soldados y las niñas fueron utilizadas como esclavas sexuales. “(Ellos) son los que empiezan a tener hijos ahora, son niños que tienen ahora 25 y 30 años, eso hay que tenerlo en cuenta para entender la sociedad”, asegura la española.
Un sistema educativo “corrupto a más no poder”
Con respecto a las jóvenes que ejercen la prostitución, subraya que algunas han sido engañadas por mafias, pero “la mayor parte (…) han empezado para poder pagarse el colegio y luego han terminado en la calle porque a las familias les da vergüenza”.
Todos los menores en Sierra Leona comparten la obligatoriedad de asistir, como mínimo, nueve años a la escuela. Sin embargo, la tasa de alfabetización de ellas es mucho menor (37,7 % frente al 51 % masculino).
La explicación que Patricia da es que “es un sistema educativo completamente fallido, corrupto a más no poder”, en el que los padres tienen que “pagar al profesor”. Aunque en 2018, el Presidente decretó la Educación gratuita, la cooperante explica que los padres tienen que seguir sobornando a los profesores para que sus hijos consigan un futuro. Además, denuncia, “hay un sentido muy utilitario del niño”, ya que lo entienden como herramienta para los cuidados de los padres cuando sean mayores.
Desde Child Heroes buscan que, a través de la formación y el acompañamiento personal, la juventud de Sierra Leona pueda prosperar, emprender y salir adelante después de haber sufrido la guerra, el hambre y las catástrofes naturales en su tierra. Un objetivo que cumplen mediante la costura de los bolsos “Bintu”.