¿Es Suecia el campeón de la igualdad?
Presume de ser el país con el gobierno más feminista del mundo, lidera los ránking sobre igualdad y tiene una experiencia de décadas en medidas para fomentar la conciliación. Pero Suecia quiere más. Con “retos y desafíos” por afrontar dentro de sus fronteras, está volcado ahora en su “política exterior feminista”.
Cuando se le pregunta al nuevo embajador de Suecia en España, Teppo Tauriainen, si se puede decir que su país es el campeón de la igualdad prefiere quedarse en un “estamos bastante bien” y reconocer que queda camino por andar.
Un camino en el que la Unión Europea avanza “a paso de tortuga”, según el informe del Instituto Europeo de Igualdad de Género, que sitúa de nuevo a Suecia en su edición de 2019 como líder en igualdad (España ocupa el noveno lugar).
Permiso de paternidad
Para entender cómo ha llegado Suecia a ocupar este lugar hay que remontarse varias décadas atrás. Por ejemplo, el permiso de paternidad se implantó en 1974. Fue el primer país que puso en marcha los permisos parentales, con tres meses para cada progenitor.
En la actualidad, la licencia remunerada parental por nacimiento es de 480 días (16 meses), de los que 90 días (3 meses) están reservados para cada uno de los progenitores y son intransferibles, mientras el resto del tiempo se puede repartir entre ambos (En España habrá que esperar hasta 2021 para que los permisos sean de 16 semanas para los padres).
Cuotas y representación femenina
Entre los retos y desafíos el embajador apunta al sector de los negocios. En estos momentos las mujeres ocupan el 30% de las juntas directivas de empresas (en España, según el último informe de la CNMV las mujeres consejeras en el Ibex no llegan al 24%, porcentaje que baja al 16% en la alta dirección).
Suecia no tiene un sistema de cuotas obligatorias para que las mujeres estén en los puestos directivos de las empresas. Es un tema que se ha discutido, cuenta el diplomático, pero el Gobierno ha optado por empezar por una acción voluntaria, incentivándolas. “Si eso no resulta hay que pensar también en cuotas”, asegura Tauriainen en la primera entrevista que concede a un medio español.

El embajador de Suecia en España, Teppo Tauriainen, durante la entrevista con Efe. EFE
Brecha salarial en Suecia
Los datos de brecha salarial también colocan a Suecia en un lugar privilegiado. Es, junto con Islandia, el país de la OCDE con mejor desempeño en este ámbito.
Otro de los retos es la incorporación de las mujeres a las carreras técnicas. “Ahora estamos en un 35% de quienes entran en la universidad para estudios técnicos, pero quisiéramos subir”.
Teletrabajo
“Creo que eso también es el futuro, que hay que organizarlo de manera que puedas combinar las necesidades del lugar de trabajo pero también las necesidades de las familias”, sostiene Tauriainen, quien pone como ejemplo a la compañía telefónica más grande del país. En su nuevo edificio no hay espacio para todos los trabajadores, sólo para el 75%, el resto se calcula que están de viaje o trabajan en casa.
“¿Salir a las ocho del trabajo? “No, no, no, no. Eso sería imposible en Suecia”, dice el embajador
Los horarios
En Suecia los horarios también ayudan a la conciliación. Allí se trabaja ocho horas al día, “pero intentamos tener un horario flexible en cuanto a cuándo se empieza y cuándo se termina”. Eso hace que quede tiempo “también para la familia en la tarde”. En Suecia no se trabaja después de las cinco y media y se tiene un tiempo para el almuerzo de entre 30 y 40 minutos.
Lo de salir a las ocho, como en muchos trabajos en España, es impensable para los suecos. “No, no, no, no. Eso sería imposible en Suecia”, zanja el embajador.
Como las ventajas no vienen solas, el “prime time” (la hora de máxima audiencia en la que las televisiones ponen sus series o programas estrella) es a las ocho, con un informativo a las siete y media y otro a las nueve.
Violencia contra las mujeres
Respecto a la definición de violación sobre la base de la ausencia de consentimiento, Suecia es uno de los países que cuenta con una ley basada en este supuesto, que entró en vigor en julio de 2018. “El sexo debe ser voluntario, si no lo es, entonces es ilegal”, dijo el Gobierno al anunciar el cambio normativo.