
Los protagonistas de "Realidad". Imagen cedida por Teatros del Canal.
La pieza teatral “Realidad” muestra la importancia de la mujer en la obra de Galdós
La Sala Negra de los Teatros del Canal celebra el Año Galdós con el estreno absoluto, del 14 al 18 de abril, de “Realidad”, una adaptación de la que fue la primera pieza teatral del escritor Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 – Madrid, 1920).
La dirección y adaptación de esta versión libre de “Realidad” corre a cargo de Manuel Canseco, gran estudioso del autor canario, que ya subió a las tablas otros grandes títulos de Galdós, como “Misericordia” o “Miau”.
De esta forma, su novedosa adaptación de la primera incursión galdosiana en el teatro enfrenta el texto original, estrenado en 1987, con la perspectiva del público actual.
“¿Cómo hacerlo sin perder su esencia, la mirada crítica del autor sobre la realidad que lo rodea y que plasma a lo largo y ancho de sus obras?“, se pregunta Canseco, exdirector del Centro Dramático y de Música de Extremadura, el Festival de Mérida y el Teatro Lara, entre otros muchos.
Así, esta función, que originariamente iba a ser representada del 17 al 21 de febrero pero se canceló, ya cuenta ahora con todas las entradas agotadas.

Representación de la “Realidad”, imagen cedida por Teatros del Canal.
Alta sociedad madrileña, triángulo amoroso y adulterio
Galdós capturó en “Realidad” la atmósfera en la que se movía la alta sociedad madrileña de su época y las consecuencias sociales del adulterio, a través de un triángulo amoroso.
La obra está conformado por personajes como Augusta, una joven dama acomodada; Orozco, marido de la joven; y Federico, un vividor galán, venido a menos, de quien realmente está enamorada Augusta.
Arquetipos femeninos
Como es costumbre en la autoría del máximo exponente del Realismo español, la figura de la mujer está en el centro de la obra galdosiana. En esta ocasión, a través del trío amoroso y de la presentación de dos arquetipos femeninos dispares (Leonor y Clotilda).
“Desnudar la obra, remarcar la intencionalidad del autor, y verlo desde mi propia perspectiva de hoy es lo que me llevó en su momento a trabajar sobre esta obra de Galdós“, desvela Canesco, que en su adaptación se ha deshecho de los personajes secundarios originales.
Su versión presenta un constante tira y afloja, a modo de juego, entre el personaje de Orozco, su actor y el público, para profundizar, desde la ironía y la complicidad, en los pensamientos y sentimientos del alma humana.
“Mi intención es que se refleje nuestra sociedad actual irrealmente, a la manera de un espejo cóncavo, y poder contemplar cómo somos, a través de la caricatura que el tiempo y las costumbres nos resaltan”, expresó el director el pasado noviembre, cuando se realizó en el Instituto Cervantes una lectura dramatizada de su obra.

Imagen de la obra, cedida por Teatros del Canal.