Pilar Adón bestias

Portada del libro de Pilar Adón. Foto: Galaxia Gutenberg

Pilar Adón vuelve con “De bestias y aves”: comunidad de mujeres, naturaleza, encierro y huida

Pilar Martín - Efeminista | Madrid - 13 octubre, 2022

La narradora y poeta Pilar Adón, una de las voces más singulares del panorama literario en castellano vuelve con “De bestias y aves”, una novela “muy vinculada a la pérdida” donde queda patente su interés por personajes desnudos y vulnerables que buscan la libertad en espacios donde la naturaleza no solo marca el ritmo vital, sino también el psicológico.

Adón (Madrid, 1971) empezó a escribir “De bestias y aves” en 2018, pero en 2019 falleció su padre, un hecho que le hizo “parar” durante un tiempo y dedicarse solo a la poesía. Finalmente la retomó, y por eso se trata de una novela que está “muy vinculada a la pérdida”, ya que durante el proceso de elaboración de la novela lo que sintió es “ese vacío” que dejó su padre, un hombre “totalmente vinculado a la naturaleza”.

Comunidad de mujeres  

Y eso es lo que le sucede a Coro, una conocida pintora que decide huir de su vida tras el fallecimiento de su hermana en un accidente en el que la protagonista salió indemne. Una fuga vital que emprende con un “cansancio mental” y sin móvil, así que su destino acaba siendo, por un mal cálculo de gasolina en su coche, una casa habitada solo por unas particulares mujeres.

“Coro es muy perfeccionista, está acostumbrada a mantener el control del trabajo y quizá es la aproximación más cercana a la realidad; está agotada por su trabajo y hasta se da cuenta de que le tiene miedo a su propia obra, y quiere deshacerse de unos retratos de su hermana ahogada”, dice Adón.

Pero tanto quiere huiracaba siendo acogida en una casa por un grupo de mujeres, en “Betania”, aunque ella solo siente que está encerrada, pese a que las mujeres que la acogen tienen como objetivo enseñar a Coro lo que tiene que hacer con su vida.

Una situación ésta que hará que el lector quiera participar en esa relación que se establece en este grupo de mujeres: “Me gusta que el lector participe, me gusta que no me lo den todo masticado, muchas veces como lectores queremos interactuar con el personaje y en este libro más, dado el estado de ansiedad y angustia importante y la culpa que arrastra, que es lo que ha determinado su vida”.

“Los personajes que me interesan -ha añadido- son muy vulnerables y esa vulnerabilidad le viene de sus propias circunstancias físicas, pero sobre todo funcionales. Como Coro quiere liberarse de fardos, y lo quiere con ahínco, actúa, y esa tendencia que tiene a querer otras cosas hace que sus intentos sean inútiles. Y ahí está su heroísmo, aunque emocionalmente carga con mucho lastre”.

Naturaleza, encierro y huida

En “De bestias y aves” (Galaxia Gutenberg), Adón vuelve a usar la naturaleza como ese espacio que cambia, que aturde o que martiriza y que hace que su protagonista experimente un aumento de su ansiedad: “Se da cuenta de que no controla su tiempo, su espacio ni sus dimensiones”.

Una preocupación de la autora que demuestra en todas sus obras, porque es consciente de esos elementos de nuestro entorno a los que ya no prestamos atención. Por eso, como si de una escultora se tratase, Adón actúa con cincel para narrar todas sus historias.

“Al final nosotras, como escritoras, trabajamos con la palabra y el lenguaje, y ésa es mi manera de concebirlo, como un trabajo artesanal”, concluye