
Pamela Albarrán, fotografía cedida por Apertura Asociación de Cinefotógrafas.
La fotografía cinematográfica de la mexicana Pamela Albarrán triunfa en Cannes
La mexicana Pamela Albarrán, galardonada en el Festival de Cannes, se ha convertido en una gran promesa en la fotografía cinematográfica.
El premio Angénieux Special Encouragement a una joven promesa en la Fotografía cinematográfica ha sido “una sorpresa inesperada”, ha asegurado a Efe Albarrán, que aún está “tratando de asimilarlo”.
La directora de fotografía, quien asegura que nunca se ha sentido discriminada, ha mostrado su satisfacción por la visibilidad que supone el premio en Cannes para su trabajo.
Visibilizar el trabajo de la mexicana
El premio es un “apoyo para dar a conocer” su trayectoria, para presentar los trabajos que ha hecho y para ayudarla con los objetivos de su próximo proyecto.
El reconocimiento, que se entrega en el marco del Festival de Cannes, consiste en que el galardonado pueda utilizar las lentes Angénieux -una de las ópticas referentes en el cine- durante un año.
Albarrán las utilizará para un cortometraje que es una ‘road movie’ y le permitirá jugar mejor con las luces nocturnas, algo muy presente en su trabajo.
Trayectoria de Pamela Albarrán
En sus diez años de trayectoria profesional, ha trabajado en cortos como “Contrafábula de una niña disecada” (2012), de Alejandro Iglesias, o “La tierra de Nod” (2014), de Mariana Flores. Y su primer trabajo en un largometraje fue en “Ayúdame a pasar la noche” (2017), de José Ramón Chávez.
La mexicana tiene muy claro que su inspiración viene de Gabriel Figueroa y de muchos otros fotógrafos que contribuyeron a hacer grande la historia del cine mexicano.
En México cuenta con grandes nombres como Rodrigo Prieto o Guillermo Navarro. “Cualquier aspirante a fotógrafo los tiene como referentes obligatorios”, ha asegurado.
Las mujeres, ganando terreno
En los últimos años han llegado muchas mujeres a esta labor. En su caso, estudió con Erika Licea y Tatiana Cardenas, fotógrafas que abrieron las puertas “a las que llegamos un poco después”, ha señalado Pamela Albarrán.
Cada vez hay más mujeres que se dedican a tareas técnicas en el cine y los diversos colectivos que se han creado en Francia -donde vive desde hace algunos años-, España, Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, están contribuyendo mucho a mejorar la situación.
“En la escuela de cine había pocas mujeres y pensaba que era normal, había poco interés de las mujeres pero nunca me planteé por qué no había paridad”, recuerda la mexicana, que destaca que en pocos años ha habido una gran evolución.
Hay “una ola que ha contagiado a todo el mundo y hay mujeres en puestos directivos de cualquier área“. Y gracias a la labor de visibilidad de las asociaciones las mujeres han podido reunirse “y salir de la oscuridad”.
En general, las mujeres fotógrafas tienen menores salarios en el cine que los hombres y la maternidad también tiene un papel importante en sus decisiones profesionales.
La unión para lograr un objetivo
“Los espacios de las asociaciones permiten que discutamos y eso me ha ayudado muchísimo. Justo cuando me mudé a Francia me permitió integrarme allí y conocer a otras mujeres con inquietudes y deseos similares para que cambie la industria y haya paridad“, ha explicado.
Formada en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México (CCC) y en la ENS Louis Lumière de Francia, Albarrán ha afirmado que ha podido realizar su trabajo sin discriminación.
Pero, reconoce, “no es la suerte de todos”. Por eso, da mucha importancia a premios como el recibido en Cannes, y recuerda que también muchos hombres la ayudaron cuando empezaba, como Juan José Sarabia.
Y sobre su futuro, destaca la posibilidad que da el cine de viajar y espera que una vez acabada la pandemia pueda regresar a México y trabajar allí una temporada.