Doce artistas hablan sobre su música y feminismo en el podcast “M, Mujeres que suenan”
En los últimos años, el feminismo ha aterrizado con fuerza en el mundo de la música, que se ha convertido en un canal esencial para llevar mensajes transformadores a las nuevas generaciones. Ese fue el motivo por el que la periodista chilena Martina Orrego decidió crear ‘M, Mujeres que suenan’, un podcast en el que reconocidas cantantes hablan sobre su música y sobre su forma de vivir la lucha por la igualdad.
“El arte retrata realidades y en estos años se está plasmando una realidad que tiene que ver con la violencia de género, con las desigualdades. Pero así como muestra una realidad, a través del arte también se puede iniciar un cambio”, cuenta Orrego en una entrevista con Efeminista desde Chile.
‘M, Mujeres que suenan’ es un proyecto que nació junto a ONU Mujeres al inicio de la pandemia y que en su primera temporada tuvo a doce artistas como Mon Laferte y Danna Paola. En esta segunda temporada se han sumado otras doce, entre las que están Nathy Peluso, Vivir Quintana y Lola Índigo.
“Creo que el poner la misma realidad que se muestra en las cifras, pero en palabras de un artista genera una cercanía distinta. Ellas lo cuentan desde sus experiencias, lo que les ha pasado, lo que han aprendido y como se construyen y se deconstruyen”, explica la también directora de la radio Los 40.
Un podcast sobre música y feminismo
Después de 10 años de carrera en la radio, Martina Orrego se dio cuenta de que las conversaciones con las artistas habían sido insuficientes para abordar otros temas importantes dentro de la industria. Fue ahí cuando pensó en hacer un proyecto nuevo enfocado en ellas.
“Las mujeres están liderando la industria musical actual y sentía que había mucho más por contar de lo que ya se hablaba. Además, quería dejar un registro de lo que está pasando en este momento”, relata.
Lo primero que pensó fue en un podcast, pues es un formato “que está cada vez creciendo más”. “Era muy importante porque yo vengo del mundo de la radio. Estas son conversaciones acompañadas de música porque yo siento que la mejor forma también de conocer a las artistas es a través de su música”. Después buscó el acompañamiento de ONU Mujeres.
María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres, cuenta que al principio las entrevistas se hicieron a artistas chilenas, pero, ante la gran aceptación, se expandieron. “Hay contenidos que tienen que ver con el feminismo, con la visibilización de la violencia de género, con nuevas maneras de comprender el mundo y la sociedad latinoamericana”, afirma.
Orrego asegura que durante estas entrevistas también ha aprendido sobre la forma en la que cada una de las músicas vive su feminismo. “Hay un factor común que es la igualdad de género, pero sin duda la manera de enfrentar el feminismo se vive de diferentes maneras. Cada vez que yo termino de conversar con ellas quedo emocionada y empiezo a cuestionarme otras cosas”.
Por ejemplo, Lola Índigo dijo que para ella el feminismo es luchar por la igualdad en la vida diaria. “Si ves algo que está fuera de lugar en la igualdad, debes defenderlo y corregir desde la educación”, aseguró.
La transformación a través de la cultura
Salamanca coincide con Orrego en que a través de la cultura es posible acelerar los cambios que la sociedad requiere. “Nosotros escribimos diferentes informes, reportes y estadísticas, pero a veces un mensaje que va a través del arte, de la cultura, es más potente”, menciona.
“Recordemos la performance de Las Tesis que llegó a tener mucho alcance, en distintas partes del mundo se hicieron eco y muchas mujeres dijeron ‘a nosotras también nos ha pasado, nosotras también queremos poner este tema en la mesa”, agrega.
Otro ejemplo que pone la representante de ONU Mujeres es la canción de la mexicana Vivir Quintana, quien también es parte del proyecto, que habla sobre los feminicidios en su país.
“Es doloroso. A raíz de ‘Canción sin miedo’ empecé a recibir muchos mensajes de testimonios, de historias, de fichas de búsquedas. Intento contestar esos mensajes en las redes yo misma y canalizarlo con personas que las pueden ayudar”, dijo Quintana en el podcast disponible en Spotify.
Esta canción, que fue interpretada por Quintana y Mon Laferte en la conmemoración del 8 de marzo de 2020, también es el tema principal de la serie de Netflix ‘Las tres muertes de Marisela Escobedo’.
Salamanca explica que este tipo de trabajos ayuda a visibilizar aún más las discriminaciones y desigualdades que persisten en la región. “Hay un discurso importante en Latinoamérica que nos permite dar cuenta también de lo que pasa a nivel de los movimientos. Recordemos al #NiUnaMenos y a las distintas manifestaciones masivas en América Latina que van poniendo también una agenda feminista en la agenda pública”.
Las desigualdades en el mundo de la música
Además de hablar sobre su música y sobre cómo viven su feminismo, las cantantes y compositoras hablan con Martina Orrego sobre la percepción del machismo en la industria.
“En general, se destaca mucho que la industria a las mujeres les exige mucho más. Por estándares desde el físico, factores emocionales, desde cómo se percibe o desde qué tipo de música debería hacer o no una mujer”, relata Orrego.
La mexicana Danna Paola fue una de las primeras que, en la temporada inicial, se animó a contar su experiencia. “Es complicado y no porque sea más exigente sino porque básicamente somos un poco más señaladas sobre lo que hacemos y creo que debe ser más equitativo eso. Quiero que se me respete y la gente me conozca a raíz de mi trabajo y no por mi vida personal”.
“A ellos los ves con la guitarra y dicen ‘es artista’, en cambio ven a una mujer y dicen ‘a quién le está cuidando el instrumento’”.
Vivir Quintana, ya en esta segunda temporada, relató también cómo en varias presentaciones fue discriminada y menospreciada por ser mujer. “Te cuestionan muchísimo para ver si eres buena, a diferencia de un compañero hombre. A ellos los ves con la guitarra y dicen ‘es artista’, en cambio ven a una mujer y dicen ‘a quién le está cuidando el instrumento’”.
Orrego, quien también es una de las pocas directoras de radios en Chile, asegura que hace diez, quince o veinte años la realidad “era todavía más compleja” porque, si bien había mujeres en la música, eran mucho menos. “Y la relevancia que ellas tenían o el poder definir y mandar sobre su propuesta artística era más difícil. Entonces sí, la industria de la música parece que sigue exigiéndole más a la mujer”.