Antonia Solvas: la gestión es un mundo dominado por los hombres
“Es que en realidad Antonia es como un hombre”. La doctora Antonia Solvas ríe recordando esta frase, pronunciada por un compañero mucho mayor en una conversación sobre mujeres y hombres.
Entrar en un Consejo Rector, cuyas funciones son similares a un Consejo de Administración, con apenas 30 años y ser la única mujer entre doce hombres no le hizo acobardarse. Acostumbrada al paternalismo y a un “mundo dominado por los hombres”, Solvas afirma sentirse cómoda en este ambiente.
Serena y reflexiva, la secretaria del Consejo Rector de Lavinia-Asisa defiende que más que una presencia obligada por cuotas, las mujeres estén en los consejos por “su valía profesional” y pide que se las trate “de igual a igual”.
En esta entrevista con Efe, la también delegada de la aseguradora en Barcelona defiende la visión práctica de la vida que tienen las mujeres. Ella es un ejemplo. Ante un ambiente dominado por hombres optó por dejar que la vieran como uno más, aunque siendo, siempre, ella misma.
Pregunta.- En 1975 coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas celebraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez, el 8 de marzo. Hoy, 44 años después, ¿considera que existe igualdad entre mujeres y hombres?
Respuesta.- No, por supuesto. Todavía nos queda mucha distancia y mucho camino por recorrer. La incorporación de la mujer en muchas áreas, no sólo en el trabajo todavía se va haciendo con retraso y creo que tardaremos muchos años en alcanzar y recorrer toda esa distancia que nos queda.
P.- ¿Cómo ha sido su experiencia como mujer directiva en el mundo sanitario?
R.- Soy médico de profesión, pero he estado siempre en el ámbito de la gestión y desde luego es un mundo dominado por los hombres. Esa fue la principal dificultad que me encontré. Era muy joven cuando me incorporé tanto al Consejo Rector como al mundo empresarial, tenía 30 años, y era la única mujer entre doce hombres.
P.- ¿Ha sentido algún tipo de discriminación o dificultad por el hecho de ser mujer?
R.- Más que discriminación me encontré con una empresa con un ambiente muy paternalista. Quizá porque yo era joven y todos los hombres que estaban en ese momento en la gestión y el Consejo me llevaban mucha distancia y mucha diferencia de edad. Además, yo llegué de la mano del fundador de nuestras empresas y eso pues pone el listón muy alto. Por tanto, más que discriminación, que la hay desde luego porque vivimos en una sociedad muy machista, lo que me encontré fue con actitudes muy paternalistas.
P.- El World Economic Forum dice que aún deben pasar 100 años para que consigamos la igualdad real entre mujeres y hombres. ¿Cree que el camino es tan largo? ¿qué se puede hacer para revertir esta situación?
R.- Desde luego falta mucho tiempo. No se si cien años, pero si muchos años. Una cosa que facilitaría también o aceleraría el acortar esta diferencia de años sería que hubiese flexibilidad por ejemplo en el mundo laboral. Los puestos en el futuro van a ser muy distintos porque hay trabajos que en estos momentos son presenciales que con todo el avance tecnológico seguramente va a ser de otra manera y creo que eso va a facilitar también el conciliar la vida familiar con la carrera profesional. Yo insisto mucho en esto porque creo que es una de las dificultades mayores que nos encontramos las mujeres. Es cierto que en mi profesión, sobre todo como médico, hay trabajos que son muy presenciales con lo cual ahí no podemos sustituir tiempo por los ordenadores o las aplicaciones o avances tecnológicos que nos faciliten el trabajo. Pero creo que si hay políticas que faciliten la flexibilidad laboral, si hay ayudas sociales también para que las mujeres se incorporen al mundo del trabajo ese tiempo se acortarán. No se si cien o doscientos años, pero nos falta todavía.

Antonia Solvas durante un momento de la entrevista. EFE/ Nicolás Rodríguez
P.- ¿Y la corresponsabilidad entre hombres y mujeres?
R.- Desde luego. Hablo de mujeres porque siempre pienso en lo que a mi me ha facilitado la vida profesional y lo que puede facilitarle a las mujeres jóvenes pero es indudable que para alcanzar la igualdad tiene que haber políticas que faciliten que los hombres colaboren y compartan este tiempo que hay que invertir en la crianza de los hijos y la vida.
P.- ¿Es necesario forzar el proceso para la incorporación de las mujeres a los puestos directivos y los Consejos de Administración? ¿Son necesarias las cuotas?
R.- El establecer obligatoriedad acelerará también el que se incorporen las mujeres a los puestos de responsabilidad, a los Consejo de Administración. Europa empuja, la Directiva europea y la Ley de Igualdad. Ha habido avances, pocos, pero los ha habido. Pero yo creo que más que un tema de cuotas es un tema de igualdad. Las mujeres el mayor esfuerzo que tenemos que hacer para conseguir la igualdad es que nos traten de igual a igual y no por cuota. No es bueno, lo ideal es que ocupemos puestos por nuestra valía profesional, porque nos valoren igual que a los hombres. Evidentemente si hay leyes, si hay disposiciones, si hay normativas que empujan ayudarán, pero la educación y la formación también son fundamentales.
P: Ha pasado mucho tiempo desde que Dolors Aleu i Riera se convirtiera en 1879 en la primera española licenciada en Medicina. Hoy el número de mujeres médicas que ejercen supera el 50 por ciento, pero solo el 20% ocupa puestos de dirección. ¿Es el sector sanitario machista?
R.- Pues como en todos los sectores. Hay un ambiente machista. Pero porque las mujeres nos hemos incorporado tarde, es decir, los hombres nos llevan la ventaja de recorrido en muchos años. Las mujeres la principal dificultad que tenemos es que nos coincide el desarrollo de nuestra carrera profesional con nuestra etapa reproductiva que condiciona nuestra vida, y hay momentos en la vida en que tienes que decidir y optas a lo mejor por tu vida familiar relegas un poco la carrera.
P: La Asamblea General de la Organización Médica Colegial (OMC), organismo que reúne a los colegios oficiales de médicos de toda España, está formada por 62 miembros pero solo 10 mujeres tienen asiento en esta cúpula de gobierno. ¿Cree que hasta que no haya más mujeres en los órganos de decisión no asistiremos a una verdadera igualdad en la profesión médica?
R.- Pues si, vamos a lo mismo. Son organizaciones antiguas y que necesitan también que vayamos llegando a los distintos puestos. Porque también la visión que damos las mujeres es diferente. Vemos las cosas desde nuestro prisma. Por tanto es cuestión también de tiempo. Llegaremos, pero hay que poner empeño en ir avanzando e ir colocándonos en puestos de responsabilidad de diferentes organizaciones que representen nuestra profesión.
P: Hay expertos que consideran que no sólo se trata de romper la brecha de género dentro de la profesión médica, hay que aprovechar también el ejercicio de la medicina y mirar la salud con perspectiva de género para cambiar la sociedad. ¿Es necesaria esa mirada con perspectiva de género en el sector salud?
R.- Si, de hecho tenemos ejemplos muy claros en la investigación en la industria farmacéutica. Desde que se identificó el genoma en el mundo de las enfermedades oncológicas ha habido un cambio muy significativo y vamos a una medicina personalizada. Es decir, van a fabricar un fármaco para cada persona. Y por tanto no se pueden tener fármacos que se utilicen indiscriminadamente para hombres y mujeres cuando nuestro metabolismo, nuestra forma de reaccionar, nuestra farmacocinética es distinta en hombres que en mujeres. Por tanto, es absolutamente necesario.
P.- Necesitamos más referentes femeninos ¿Qué mensaje le darías a una niña/adolescente?
R.- El mensaje que le daría a una niña adolescente y a un niño adolescente es que se formasen, que se eduquen, porque al final la igualdad la vamos a conseguir con formación, desde chiquititos. A las niñas les diría que sean ellas mismas, que tenga seguridad en sí mismas, pero para ello que se formen y se eduquen pensando en la igualdad.
P.- ¿Existe un liderazgo femenino que se diferencia del masculino?
R.- Las mujeres tenemos una visión práctica de la vida y eso lo aplicamos a todas las cuestiones. Lo aplicamos a nuestra vida personal, a nuestra vida profesional en el mundo de la empresa, en cualquiera de las profesiones a las que nos dediquemos.
P.- ¿Hay alguna anécdota relacionada con el hecho de ser mujer y su profesión?
R.- Acabé la carrera joven y empecé a trabajar como médico de familia. Recuerdo una vez que yendo a un domicilio llamé a la puerta salió a abrirme un niño. El pequeño me mira y dice: ¡Hola! y le digo: hola, ¿habéis llamado al médico?. Y me contesta: un momento ¡Mamá, aquí hay una niña que dice que es el médico!