
Sandra Sabatés posa en el Museo EFE, después de la entrevista
Sandra Sabatés: “La lucha por la igualdad no es solo de mujeres”
Del sentido humillante de “¡peleas como una chica!” al imperativo positivo de “Pelea como una chica”, que da nombre al libro que Sandra Sabatés (Granollers, 1979) ha publicado recientemente, han pasado muchas mujeres. Mujeres que han luchado por la igualdad sin que el tiempo y la sociedad las haya puesto en el lugar de la historia que les corresponde.
La presentadora del espacio televisivo “El Intermedio” ha recopilado las historias de 31 de ellas. A las biografías de María Zambrano, Concepción Arenal y Margarita Salas, entre otras, se unen introducciones personales reivindicativas e ilustraciones de Ana Juan, Premio Nacional de Ilustración en 2010.
“Pelea como una chica”, editado por Planeta, quiere acercar a la sociedad referentes del feminismo español del último siglo y medio.
Pregunta: ¿Cómo se ha enfrentado a la elección de las mujeres para su obra? ¿Ha tenido que dejar alguna fuera?
Respuesta: A muchísimas. Es que hay innumerables mujeres que son grandes referentes desde finales del siglo XIX como durante todo el siglo XX, hasta la actualidad.
Tenía muy claro que todas debían ser mujeres españolas que habían luchado hacia la igualdad.
Esta era la base, a partir de ahí, claro, empiezas con Concepción Arenal y te sumerges en las historias, vas tirando del hilo y te va conectando con otras mujeres que vas descubriendo, vas investigando… y se te abre un abanico impresionante de historias. Todas te parecen importantísimas y dignas de ser recuperadas.
Pero eres muy consciente de que tampoco las puedes meter todas en el libro. Entonces ahí empieza el proceso de selección. Tenía claro que debían ser mujeres que fueran de distintas profesiones y de distintas ideologías. Hay comunistas, anarquistas, seguidoras de Primo de Rivera, socialistas, etc. También tenían que proceder de distintos orígenes: tanto de contextos humildes como aristócratas o nobles.
Con esto quería reflejar que la desigualdad es algo que nos afecta a todas las mujeres, sin distinciones.
“Estamos dando pasos muy, muy cortos”
P: Son 31 mujeres silenciadas por la época que les tocó vivir, especialmente por una dictadura… Sin embargo, llevamos ya 40 años en democracia. ¿Por qué se ha tardado tanto en reconocer a estas mujeres?
R: La historia la han escrito los hombres por eso tradicionalmente hemos tenido una visión muy sesgada de la historia.
La dictadura y el franquismo se encargaron de borrar sus nombres y de quemar sus obras y es nuestra labor recuperarlos.
Estamos dando pasos muy, muy cortos. Solo el 7,5% de los nombres que aparecen en los libros de texto son mujeres. Esto dice mucho de en qué punto estamos, que nos queda muchísimo trabajo por hacer. Si no se ha hecho hasta ahora, vamos a hacerlo.
P: ¿Cree que se materializará pronto ese cambio en los libros escolares?
R: ¡Ojalá! Ojalá pudiera decir que sí. Al final estos cambios hay que llevarlos entre todos: desde los los poderes políticos hasta los ciudadanos de a pie. Solo luchando juntos y juntas vamos a conseguir eso.
P: En esta labor, una parte importante le corresponde a la esfera pública. ¿Se está cumpliendo?
R: No como debería. Deberíamos seguir avanzando y estamos dando pasos muy lentamente. Muy lentamente.
P: Las mujeres de “Pelea como una chica” empezaron luchas que aún no han terminado. ¿En qué punto estamos?
R: Tenemos muchos derechos y libertades conquistados que hay que seguir defendiendo, porque el hecho de que se hayan conquistado no significa que los tengamos de por vida. Por ejemplo, la ley del aborto. Hay que continuar defendiéndola porque luego viene un Gobierno del Partido Popular e intenta echarla atrás, como sucedió hace unos años.
Luego hay muchos retos por delante, empezando por la que es, a día de hoy, la mayor lacra en nuestra sociedad: esa violencia que se sigue ejerciendo contra la mujer. Este es el principal reto, el más urgente, además.
“Lo importante es alzar la voz”
P: ¿Cuál es la principal barrera que debe superar la lucha feminista?
R: La mayor barrera es cómo está ideado este sistema patriarcal que nos sigue lastrando y que nos sigue poniendo muchos obstáculos por nuestra condición femenina.
La sección “Mujer tenía que ser”, de “El Intermedio”, es un reflejo justamente de eso, porque son mujeres que nos cuentan, desde su propia experiencia, cuáles han sido esos obstáculos a los que se han tenido que enfrentar simplemente por su condición femenina. Y estamos hablando de historias que suceden en 2018.
P: A las feministas que son personajes conocidos y tienen mayor eco, a menudo se las acusa de sacar partido del movimiento, de subir a un carro por interés. ¿Qué se responde a esos ataques?
R: Yo creo que lo importante es alzar la voz. Por ejemplo, el #Meetoo fue muy criticado con esos argumentos. Al final estamos hablando de estrellas y mujeres reconocidas a las que acusaron de estar sacando provecho. En realidad, ellas nos sirven también de ejemplo: que ellas alcen la voz hace que muchas otras se animen y hagan lo mismo. No estamos en el momento de seguir callando, sino de dar voz a las que fueron y a las que somos y seguimos.
“Es importante que los hombres se unan a nosotras”
P: En una entrevista comentaba que las mujeres luchan unidas y juntas. Dentro del feminismo hay diferentes corrientes, a veces encontradas. ¿Cómo se pueden superar estas fracturas?
R: El feminismo lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Dentro de esa lucha hay distintas maneras y distintas armas con las que luchar.
Es complicado que todos pensemos exactamente lo mismo, puede haber distintas posturas y pueden surgir conflictos entre ellas, pero lo importante aquí es que nos unamos todas y todos. No es una tarea solo de las mujeres, ahora es importante que los hombres se unan a nosotras.
P: Las mujeres de “Pelea como una chica” son referentes del siglo XIX y del XX. ¿Cuáles serían los actuales?
R: Hay muchísimas, pero no tienen por qué ser mujeres conocidas. Muchas veces son mujeres anónimas.
Hay grandes pioneras, como Margarita Salas, una de las grandes científicas de nuestro país, pero también hay luchadoras anónimas que, en su vida diaria, han ido conquistando parcelas hasta llegar a ser quienes ellas querían ser.
Al final, son mujeres valientes y luchadoras y que quieren tener una igualdad no solo legal, sino real. Y esto requiere un cambio de mentalidad, que es una de las tareas pendientes.