
"Miedo a los perros que me han dicho que no muerden" es la última obra de poesía feminista para jóvenes de Javier García Rodriguez.
“Miedo a los perros que me han dicho que no muerden”, poesía joven sin género
El amor, la amistad y el desasosiego adolescente se unen en la última obra de Javier García Rodríguez con la que quiere lanzar un mensaje de igualdad entre los más jóvenes. Un proyecto que está impulsado por la campaña “Orgullosa de ti”, de la editorial SM.
Así, el autor deja expresamente cualquier sesgo de lenguaje sexista para escribir un conjunto de poemas que hablan a los jóvenes de esa sensación intrínseca en ese momento generacional de “lo que sientes cuando no sabes lo que sientes”.
La campaña “Orgullosa de ti”, según los editores, tiene un compromiso con la igualdad literaria y pone especial cuidado en el uso del lenguaje y el retrato de protagonistas femeninas, que siempre son fuertes e independientes. En contra de los estereotipos, esta obra no entiende de “cosas de chicos” y “cosas de chicas” y centra su mensaje en los miedos más recurrentes que pueden sentir los más jóvenes.
Igualdad a través de la lectura
Implacable y crítico contra la sociedad de consumo, “Miedo a los perros que me han dicho que no muerden” pone de manifiesto la presión que sufren los jóvenes, especialmente las mujeres, ante la cultura de la belleza y los estereotipos socialmente establecidos.
La violencia de género también se encuentra entre sus páginas y responde al título “el doble check azul”. El autor aprovecha la estética multimedia para ejemplificar de manera cercana el abuso de poder en las relaciones sentimentales donde “el interrogatorio a todas horas, el insulto en los labios” se muestra como una conversación abusiva de Whatsapp. “…eso no es amor, quien lo probó lo sabe”.
García Rodríguez (Valladolid, 1965) , profesor de literatura de la Universidad de Oviedo, busca remover la conciencia de sus lectores mediante versos libres inspirados por los espacios y lugares, emociones y sentimientos que inquietan a las nuevas generaciones. La obra está dividida en once capítulos que van desde las siete y media de la mañana hasta las horas más oscuras de la noche.
Ilustraciones con protesta social
La ilustradora alicantina Beatriz Ramo, que responde al nombre artístico de Naranjalidad, da color a la obra de García mediante una experiencia en tonalidades pastel de reivindicación feminista. Las ilustraciones combinan una atmósfera de naturaleza con conversaciones de Whatsapp, Instagram y dibujos urbanos de clara intención poética.
Mediante la ayuda de hashtags, hilos de mensaje y graffitis a las puertas del instituto, el autor explaya sus versos más allá de la estructura convencional gracias a estos divertidos diseños. “Los solitarios son ratos y suaves como las manzanas que caen del árbol”, recita el breve poema a modo de tweet.
Así, Javier García Rodríguez invita a sus lectores a “pensar, emocionarse, discutir y divertirse” frente a este ‘perro que no muerde’ que puede ser la vida. Y luchar -de manera poética- contra las desigualdades y estereotipos que desde bien temprano nos afectan a todos.