
Fotografía de archivo del 28 de noviembre de 2002 de la cantante María Jiménez que ha muerto en su casa de Triana en Sevilla a los 73 años. EFE/Archivo/Julián Martín
Fallece María Jiménez, rebelde y pionera en dar voz al #SeAcabó
Artista rebelde y pionera en dar voz al #SeAcabó, así era María Jiménez, fallecida a los 73 años en su casa de Triana en Sevilla. Sin pelos en la lengua, la artista siempre defendió su carácter indomable que utilizó a la vez como refugio y como mecanismo para denunciar la violencia machista que sufría.
Nacida para el cante
Jiménez (Sevilla, 1950) comenzó su andadura profesional a los 15 años entre tablaos de Sevilla, Barcelona y las actuaciones en el tablao Villa Rosa en Madrid, donde fue descubierta por una entrega ante el público que pronto quedó de manifiesto.
“Ambiciosa no he sido. Tenía ilusión y ganas, que es dar cada noche lo mejor de ti”, afirmaba a EFE. La artista comentaba que todo su secreto había consistido en ponerse ante el micrófono y “sentir, vivirlo apasionadamente”.
Con 19 discos en el mercado, desde “María La Pipa” (1975) al más reciente “La vida a mi manera” (2020), que recogía versiones del cancionero latinoamericano, aquella trianera donde más crecía sin embargo era sobre las tablas.
“Soy un animal de escenario“, insistía. “Para mí es un lujo, vamos, un orgasmo”, añadía con esa falta de recato que caracterizaban sus actuaciones, sus palabras y la abertura de su falda.
Pionera del empoderamiento femenino
Fue así como, sin proponérselo, se convirtió en pionera del empoderamiento femenino. “Honestamente no era consciente de las puertas que estaba abriendo. Cuando ahora me veo en vídeo es cuando pienso que todo eso era muy fuerte”, aseguraba al rememorar sus comienzos y una energía sexual ante la cámaras con la que despertó de sopetón a una España en blanco y negro.
“Recuerdo que a (José María) Íñigo una vez la censura le dijo: ‘Esa señora no puede llevar la raja hasta aquí arriba'”, indicaba, señalándose la cadera. “Dígaselo usted”, le respondió el presentador de televisión. “Pues yo no me atrevo”, replicó el censor, y así siguió adelante aquel ciclón, con unas letras que dejaban poco a la imaginación como fruto, apunta, “de la liberación de la transición musical“.
El engaño, los celos y el final del romance fueron los temas en los que más abundó su cancionero. “El amor es muy light; prefiero el desamor para pelearme con las canciones”, argumentaría al respecto la mujer que convirtió en un himno aquel “Se acabó“ en el que le ponía los puntos sobre las íes a un amante desleal y rompía la encorsetada imagen de ama de casa avenida a los abusos conyugales.
Una sobreviviente
No le salvó eso sin embargo de una tormentosa relación en la vida real con el actor Pepe Sancho. Con el que se casó en dos ocasiones y al que en 2004, ya divorciada de manera definitiva, denunció por supuestos malos tratos, tras haber padecido otros episodios terribles. Especialmente la muerte en accidente de tráfico de su hija mayor, Rocío, lo que la sumió en una profunda depresión.
Con el nuevo siglo vivió un renacimiento musical. Con temas como “La lista de la compra”, junto a La Cabra Mecánica, cuando la sensualidad de sus inicios evolucionó hacia la jocosidad y un perfil canallesco que habían cultivado con éxito sus colegas masculinos. Como Joaquín Sabina, al que reinterpretó en uno de sus mejores discos.
“Lo que no te mata, te enseña”
“Yo no llego y me siento a cantar. Me pido una cervecita o un roncito y cuando ya tengo el puntito para cantar, ahí empieza la música”, relataba con humor en sus entrevistas en los últimos tiempos, después de atravesar una serie de problemas de salud.
Así, en 2013 fue diagnosticada de un cáncer de mama, del que la artista anunció en 2016 que estaba totalmente recuperada, pero a principios de mayo de 2019 fue intervenida de un cáncer de colon que la tuvo ingresada e inconsciente casi tres meses.
“Siempre decía que la vida me tenía que dar un baño de humildad y ahora me lo doy todos los días”, afirmaría ya recuperada, feliz de dejar pasar el tiempo en su casa de Triana (Sevilla) junto a sus nietos y segura de que “lo que no te mata, te enseña”.