
Karla Hernández (46) trabaja, el 13 de julio de 2021, en un taller de estructuras metálicas en San Salvador (El Salvador). EFE/Rodrigo Sura/Archivo.
Apostar por la igualdad es un buen negocio, asegura ONU Mujeres El Salvador
Apostar por la igualdad de género es un buen negocio, ya que, en la medida en que hay más participación de mujeres, no solo mejora la vida de ellas, sino también “la de sus familias, de sus comunidades y en el país”, ha asegurado la representante de ONU Mujeres El Salvador, Ana Elena Badilla, en una entrevista con Efe.
Aunque el país centroamericano presenta una mayoría de población femenina (el 59 %), las mujeres están expuestas a la violencia de género en sus diferentes expresiones -física, económica, psicológica, verbal y feminicida- y tienen también dificultades para insertarse en la economía y en la política.
“Las mujeres, para el caso de El Salvador, constituyen lo que nosotros llamamos un bono de género porque tenemos una gran cantidad de mujeres en una edad productiva que, de ser incorporadas en la economía de manera adecuada y en condiciones equitativas, serían un potencial productivo muy importante que puede hacer crecer la economía y mejorar los índices del país“, ha enfatizado.
Para Badilla “hay mucho por hacer” para alcanzar la igualdad en El Salvador y se debe empezar por “potenciar la participación de la mujer en la economía, en la política y fortalecer los programas de atención y previsión de la violencia de género“.
La violencia, el mayor reto
Por muchos años, según Badilla, El Salvador ha ocupado uno de los primeros lugares en la tasa de feminicidios a nivel regional y mundial. Tenía un promedio, por ejemplo entre 2015 y el 2016, de 13 casos por 100.000 habitantes, lo que estaba “muy por encima” del promedio de la región.
Ha indicado que “dichosamente” esa cifra ha ido disminuyendo con el tiempo y en este momento es de 6 casos por 100.000 habitantes, pero aún así “las mujeres enfrentan una gran exposición a la violencia en sus múltiples formas”.
Además ha apuntado que para este año, de acuerdo con datos de la Fiscalía, se reportan de enero a mayo 71 casos de feminicidios (que también es alarmante), 1.231 casos de violencia sexual y 228 casos de desapariciones: “todavía hablamos de cifras importantes que es necesario abordar”, ha dicho.
“La violencia contra las mujeres es la peor pandemia para las mujeres, más que la covid. La violencia sigue siendo una de las mayores causas de muerte para las mujeres, más que el covid”, ha añadido.
En 2020, la cifra de feminicidios registrados por la Policía Nacional Civil (PNC) fue de 70, aproximadamente un 37 % menos que los 111 registrados en 2019.
Alcanzar la igualdad económica
Badilla también ha señalado que en El Salvador es necesario alcanzar la igualdad en el ámbito económico, pues existe un “gran déficit” en la inserción laboral de las mujeres en el país, a pesar de que son la mayoría. Por ejemplo, ha señalado, la población económicamente activa femenina solamente es de 41 %, mientras que los hombres están en un 59 % participando en la economía.
Se tiene una tasa de 5 % de desempleo en hombres, mientras que la de desempleo femenina es de un 7 %.
Además, ha sostenido que se tiene “una brecha salarial muy importante, alrededor de un 18 % es la brecha entre mujeres y hombres, es decir que las mujeres reciben en promedio 18 % menos que los hombres en los mismos puestos (de trabajo) o puestos similares”.
Por otro lado, ha expuesto que las mujeres están insertas en actividades de la economía que “son las que tienen más desventaja“, por ejemplo están en el sector comercio, hoteles y restaurantes, en la industria manufacturera y en servicios domésticos -cuyo salario está por debajo del mínimo legal-.
Participación política de la mujer en El Salvador
El Salvador, a criterio de la representante de ONU Mujeres, debe avanzar hacia una normativa sobre democracia paritaria que garantice una mayor participación de la mujeres en los puestos de elección popular, pero también en puestos de elección por parte del presidente o de otras autoridades.
“El Salvador es un país que tiene una legislación que establece una cuota de 30 % de mujeres que hoy en día se considera totalmente insuficiente, porque en los países más avanzados y en las democracias más consolidadas hoy en día están apostando a lo que llamamos la paridad democrática que es el 50 % de mujeres y hombres en todos los puestos de elección popular”, ha cuentado Badilla.
“Es necesario aumentar el número de mujeres diputadas, alcaldesas, ministras y viceministras para garantizar que las mujeres también estén aportando su visión y su mirada sobre el tipo de sociedad que quieres para El Salvador”, ha subrayado
La covid agudiza las brechas de desigualdad
Por último, Badilla ha asegurado que la pandemia por la covid ha agudizado y agudizará las brechas existentes entre hombres y mujeres en El Salvador y a nivel de la región ya se habla de retrocesos en materia de igualdad.
“Estas desigualdades existían ya, no son nuevas, pero con la pandemia se evidenciaron más (…) de alguna manera la pandemia hizo a las mujeres más pobres, más expuestas a la violencia. Este contexto en general afecto a todos y a todas, pero que tuvo efectos particulares sobre las mujeres”, ha agregado.