Arqueología desigualdad

El ‘Chico de la Gran Dolina’, de la Sierra de Atapuerca, fue una chica, según el grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) EFE/CENIEH

El origen de la desigualdad desde la arqueología

EFE Madrid - 26 marzo, 2021

El Instituto de las Mujeres ha reunido a varias investigadoras que buscan visibilizar a las mujer desde la prehistoria. Arqueólogas e historiadoras que cuestionan el origen de la desigualdad desde las sociedades prehistóricas. 

No había labores exclusivas de hombres y mujeres, ha destacado la arqueóloga y catedrática de Prehistoria de la Universidad Complutense Almudena Hernando, pero la fragilidad y la dependencia de las crías del homo sapiens llevaron a los hombres a dedicarse a actividades que implicaban más movilidad y más riesgo.

Arqueología de género

Un mundo que no tiene ni escritura ni mapas, ha explicado, solo tiene las dimensiones que puedes recorrer; quien más se mueve asume más riesgo, tiene que enfrentarse a más dificultades en la toma de decisiones y debe reaccionar más rápido ante condiciones desconocidas, con lo que desarrolla más asertividad.

A medida que la sociedad fue ampliándose y dividiendo sus funciones, la toma de decisiones comenzó a situarse en manos masculinas. “Pero no es la maternidad el origen de la sociedad patriarcal. Fue una condición, pero no fue la causa”, ha querido precisar Hernando.

Marga Sánchez Romero, investigadora de la Universidad de Granada y una de las impulsoras de la “arqueología de género“, ha subrayado la importancia de las nuevas analíticas, que están permitiendo situar a las mujeres en los lugares que ocuparon, desde la caza a la pintura, y en los que habían permanecido ocultas por una “mirada androcéntrica” del pasado.

El ‘Chico de la Gran Dolina’ es una chica

Hace una semana, tras nuevos estudios antropológicos, se publicó que el “Chico de la Gran Dolina”, que vivió hace unos 800.000 años en la Sierra de Atapuerca, fue una chica.

“Había un 50 % de posibilidades de que fuera un chico o de que fuera una chica, pero se llamó desde el principio el ‘Chico de la Gran Dolina’. Si se hubiera tomado la decisión de decir que era una chica, muchos habrían preguntado ‘¿Estás seguro de que era una chica? Ya estáis las feministas haciendo política con la historia'”, ha señalado Sánchez Romero.