
Mujeres llegaron a manifestarse a favor del aborto libre, afuera de la Convención Constitucional, en el excongreso en Santiago (Chile). EFE/Elvis González
La Cámara de Diputados de Chile aprueba el proyecto para despenalizar el aborto
La Cámara de Diputados de Chile ha dado este 28 de septiembre, Día de acción global por el acceso al aborto legal y seguro, un importante paso hacia la despenalización del aborto al aprobar una inédita moción que lo legaliza hasta las 14 semanas de gestación, un proyecto que genera gran controversia en el país y que aún tiene por delante un largo recorrido legislativo.
Con 75 votos a favor, 68 en contra y 2 abstenciones la Cámara baja ha ratificado una reforma al Código Penal que busca librar de sanciones a las mujeres que lleven a cabo una interrupción voluntaria del embarazo hasta cumplir las 14 semanas de gestación.
En Chile, uno de los países más religiosos de la región, solo es legal abortar bajo tres supuestos -inviabilidad fetal, violación o riesgo de la vida de madre- y, en caso de no cumplirse alguna de estas causales, el aborto está penado con hasta 5 años de prisión.
“La criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo también es una forma de violencia de género (…). Avanzar en materia de derechos sexuales y reproductivos es avanzar en igualdad de género”, ha declarado la diputada comunista Carol Kariola, una de las autoras de la moción.
El proyecto para despenalizar el aborto en Chile
La Cámara de Diputados debe aún concretar el articulado de la iniciativa, que es la que más lejos ha llegado en la historia de Chile, y luego pasará por el Senado.
El proyecto haría que el aborto no fuera punible, pero no lo garantizaría como un derecho libre y gratuito, puesto que para que un proyecto de ley pueda incurrir en gastos en Chile debe contar con el apoyo del Gobierno, que rechaza frontalmente la norma.
“El aborto es el fin de la vida de un ciudadano (…). Mientras nosotros discutimos, están muriendo niños inocentes por todo el mundo”, ha denunciado el diputado oficialista conservador Diego Schalper.
Minutos antes de la votación y al grito de “Aborto libre y seguro” y “Será ley”, un centenar de mujeres rodearon el edificio de la capital donde se redacta la nueva Constitución chilena para pedir la despenalización del aborto con pancartas y pañuelos verdes, el color de esta lucha social.
Las chilenas, que durante la tarde se han manifestado en distintos puntos del país con motivo del Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, pueden abortar bajo tres supuestos desde el año 2017, gracias al empuje del segundo Gobierno progresista de Michelle Bachelet (2014-2018).
Hasta entonces, las interrupciones voluntarias del embarazo estaban totalmente penalizadas, algo que estableció la dictadura de Augusto Pinochet poco antes de que el general dejara el poder en 1990.
La posición del Gobierno
El pasado 22 de septiembre, la ministra chilena de la Mujer, Mónica Zalaquett, afirmó en una entrevista con Efe en Madrid que el Ejecutivo de Sebastián Piñera no se plantea reabrir el debate sobre el aborto fuera de las tres causales permitidas, y que hay otros temas que también son prioritarios para avanzar en la agenda del Gobierno.
La posibilidad de ampliar la actual ley del aborto solo bajo tres causales “se discutió ya en profundidad hace unos años y permitió avanzar en la ley que hoy nos rige. Actualmente no está en la agenda del presidente Piñera y también creemos que llevamos muy poco tiempo con una ley que ha sido capaz de dar respuestas“, indicó Zalaquett en la Tribuna organizada por Efe y Casa de América.
A pesar de todo, Zalaquett no cerró la puerta a que “de aquí a unos años más” se pueda volver a discutir, “pero hoy en día tenemos una variedad de temas que también son prioritarios”.
El aborto en América Latina
El aborto legal es una reivindicación histórica de los colectivos feministas de América Latina, donde solo Argentina, Cuba, Uruguay, Guyana y cuatro estados de México lo han despenalizado.
Hasta 2017, según diversos estudios, se realizaban unos 70.000 abortos anuales en Chile, todos ellos en la clandestinidad.
De acuerdo a datos del Ministerio de Salud, entre 2018 y 2020 se registraron 1.827 abortos legales en Chile, una cifra que deja entrever que todavía decenas de miles de mujeres siguen poniendo fin a su embarazo de forma ilegal.