
Un grupo de activistas protesta contra la disposición que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación, frente a una corte federal en Houston, Texas (EE.UU.). EFE/ José Luis Castillo
El Gobierno de Biden aplicará la ley federal de 1994 para proteger el acceso al aborto en Texas
En respuesta a la nueva y restrictiva norma de Texas que prohíbe el aborto en todo el estado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos amenaza con aplicar la ley federal de 1994, de Clinton, para proteger en Texas el libre acceso a clínicas abortivas.
El fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, ha explicado en un comunicado que el departamento que dirige está explorando de forma urgente todas las opciones para responder a la ley de Texas con el fin de “proteger los derechos constitucionales de las mujeres y otras personas, incluido el aborto”.
Ley de libertad de acceso a la entrada a clínicas
Entretanto, el Gobierno federal defenderá a aquellas personas que quieran “recibir o proporcionar” servicios de salud reproductiva con la aplicación de la Ley de Libertad de Acceso a la Entrada a Clínicas (FACE, en inglés), ha subrayado Garland.
La ley que recientemente ha entrado en vigor en Texas prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación, cuando puede detectarse el latido del corazón del feto, aunque en muchos casos muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. No contempla excepciones en casos de incesto o violación.
Además, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares al demandante si gana el juicio.
Garland ha indicado que el Departamento de Justicia proporcionará respaldo a la hora de aplicar la ley federal de 1994 cuando una clínica esté bajo ataque, y en ese sentido ha subrayado que se han puesto en contacto con las oficinas de los fiscales generales y del FBI en Texas y en otras partes del país para ver cómo hacerlo.
“Un esfuerzo gubernamental integral”
“No toleraremos violencia contra quienes buscan obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva, ni tampoco obstrucciones físicas o daños a la propiedad que violen la ley FACE”, ha advertido el titular de Justicia.
Esa norma federal, firmada en 1994 por el entonces presidente Bill Clinton (1993-2001) prohíbe el uso o la amenaza de la fuerza para interferir o intimidar a las personas en busca de un aborto en una clínica, así como causar daños materiales de forma intencionada a centros que ofrezcan servicios reproductivos.
El actual presidente, Joe Biden, ya ha prometido movilizar todos los recursos de su Gobierno para proteger el derecho al aborto en Texas, tras la entrada en vigor de la ley estatal impulsada por los republicanos.
Biden ha solicitado al Consejo de Políticas de Género y a la Oficina del Abogado de la Casa Blanca “un esfuerzo gubernamental integral”, en el que estén especialmente implicados el Departamento de Justicia y el de Salud y Servicios Humanos para “garantizar que las mujeres en Texas tengan abortos seguros y legales”.
Horas después de la entrada en efecto de la ley de Texas, el Tribunal Supremo del país, con una mayoría conservadora reforzada, decidió no bloquear la legislación.