
La pandemia ha disparado el "robo" de fotografías publicadas en sus perfiles sociales por chicas menores de edad, de entre 12 y 18 años, para utilizarlas como reclamo en portales pornográficos de pago. EFE/EPA/SASCHA STEINBACH/Archivo
Aumenta el hurto en redes de fotografías de menores para reclamo de webs pornográficas
El hurto de fotografías de menores entre 12 y 18 años en redes sociales se ha incrementado durante la pandemia para utilizarlas como reclamo en webs pornográficas de pago.
Roberto Valverde, fiscal de Delitos Informáticos de Barcelona, ha dicho a Efe que, tras el confinamiento se están recibiendo entre diez y quince denuncias mensuales por el uso fraudulento de fotografías de menores en la provincia de Barcelona.
Una práctica que, en su opinión, ha sido propiciada por el mayor uso de internet durante el confinamiento y por la sobreexposición de los adolescentes en las redes sociales, una tendencia que ha ido en aumento en los últimos años.
Según Valverde, ese tipo de webs descargan imágenes que las afectadas han colgado libremente en las redes.
Esto supone que difícilmente se puede perseguir su uso por la vía penal, posteriormente se difunden para publicitar portales pornográficos de adultos, en los que las menores afectadas no aparecen.
Pese a que no tiene un encaje penal claro, los padres de las menores tienen la opción de reclamar indemnización por uso fraudulento de las imágenes o instar a sanciones económicas por la utilización indebida de datos personales.
Incremento de pornografía infantil
Este no es el único delito informático que ha crecido al abrigo de la pandemia de coronavirus, según mantiene Valverde en su memoria de actividad de 2020: los relacionados con la pornografía infantil también se han triplicado en los últimos meses en España.
Solo en la provincia de Barcelona, se abrieron el año pasado 61 procedimientos penales por pornografía infantil.
Esto supone un incremento del 169 % con respecto al año anterior, mientras que el acoso a menores a través de las telecomunicaciones casi se duplicó.
Los trastornos alimenticios en la red
La memoria no recoge ninguna investigación penal abierta a los portales que hacen apología de los trastornos alimentarios.
Esta temática es uno de los problemas sanitarios que más ha afectado a adolescentes y jóvenes durante el confinamiento.
El recorrido penal para perseguir estas webs ha mejorado gracias a la Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia que ha tipificado como delito tanto la incitación a los trastornos alimentarios como la inducción a las autolesiones.
Estafas informáticas
Otro de los delitos que ha crecido exponencialmente con la pandemia son las estafas informáticas: a lo largo de 2020 se contabilizaron 33.522 denuncias policiales.
De estas, solo el 2 % llegaron al juzgado porque la falta de autor desconocido impidió que fueran judicializadas.
Las estafas más habituales están relacionadas con la compraventa de artículos por internet seguidas de los fraudes de inversiones con criptomonedas o la suplantación de empresas proveedoras.
De hecho, la justicia investiga desde 2019 una estafa digital que ha afectado a una cincuentena de consistorios catalanes, mediante la suplantación de los números de cuenta de proveedores.