Anna Bonny, la firma de lencería contra la presión de reconstruirse el pecho tras un cáncer

Anna Bonny, nombre de pirata y alter ego de Noelia Morales, superviviente de cáncer y creadora de la firma de lencería para mujeres con mastectomía, denuncia "la presión gigantesca" para hacerse una reconstrucción de mama tras la enfermedad, "como si por tener solo un seno fueras a ser menos femenina" y nadie te fuera a desear.

En una entrevista a EFE desde su estudio en Barcelona, explica que frustrada en los primeros meses tras la intervención, en el proceso de aceptar su cuerpo y su cicatriz, de evitar "mirarse al espejo" al salir de la ducha, descubrió que no existía ningún tipo de lencería para las mujeres con un solo pecho.

"Todo giraba alrededor de la ortopedia, de las prótesis. Nada que ver con la posibilidad de sentirse deseada. ¿Qué pasa con el otro pecho?, ¿ya no tiene derecho a ser tocado, ni besado?", recuerda.

Así fue como esta exdirectiva, sin experiencia en el mundo de la moda, empezó a imaginar cómo podrían ser sus "parches pirata" de mastectomía en los que se ha fijado la propia maison Chanel, firma con la que acaba de lanzar una colección de siete piezas, incluidos parches con plumas pero también collares y corsés asimétricos y pañuelos trampantojos de pelucas para la quimioterapia.

"En realidad todo empezó yendo a una corsetería y jugando a cortar por la mitad un sujetador", rememora Anna Bonny.

Su pieza estrella deja al descubierto un pecho y cubre la cicatriz del otro con un parche, al estilo del ojo pirata, lo que explica el por qué del nombre de la marca. Los hay sencillos, pero también otros de brillantes y corsetería más elaborada.

"Son reversibles, para los dos pechos. La idea es que nadie tenga que dar explicaciones sobre qué pecho es el que le falta", cuenta. Y añade que "el objetivo no es tapar ni disimular, sino adornar, como una joya o un sombrero".

Contra la presión social para reconstuirse el pecho

Recuerda que en 2015, cuando le detectaron el cáncer, se sintió "sorprendida" porque "a pesar de estar viviendo la enfermedad, con todo lo que implicaba, toda la conversación y preocupación de todo el mundo era cómo me iba a reconstruir el pecho".

"Existe muchísima presión. Y los argumentos siempre son los mismos: 'nadie te va a desear con un solo pecho', 'qué va a decir tu marido', 'así no te vas a querer a ti misma'", denuncia.

"La pérdida del pecho de repente te desexualiza, ya no eres mujer, ni deseable ni femenina", se rebela Morales, quien llama la atención sobre que aunque le cortaran "más trozos", ella "siempre" va a seguir siendo una mujer.

Anna Bonny con uno de sus diseños. EFE/Marta Pérez.

Esta activista por la visibilización y concienciación sobre el cáncer de mama apunta que le parece "contradictorio" que exista un movimiento feminista tan grande y concienciado y, sin embargo, con el tema de la reconstrucción se extienda la cultura que piensa que la mujer no lo es si carece de atributivos como el pecho. En su caso, decidió que esperaría primero a recuperarse antes de decidir qué haría.

"Me hablaron luego de una cirugía que me pareció surrealista. Primero un globo expansor bajo la piel para que esta ceda y luego extraer para el pezón piel de la vagina y el codo. Y luego tatuar la aureola. No podía creerme que se proponga eso. Encima hay índices enormes de necrosis e infecciones", cuenta Anna Bonny.

"Todo me sorprendió mucho. Ya es suficiente tener un cáncer, con sus riesgo, su proceso larguísimo... Ya pasas por bastantes preocupaciones como para tener que sumar esa presión social para reconstruirse el pecho, para no incomodar", concluye. Quién dijo que la belleza solo está en la simetría.