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Ana Redondo: "Gisèle Pelicot ha sentado en el banquillo al machismo"
La ministra de Igualdad en España, Ana Redondo, ha subrayado que Gisèle Pelicot "ha sentado en el banquillo al machismo y a la cultura de la violación" y que su valentía en el juicio por la violencia sexual perpetrada por su marido y medio centenar de hombres bajo sumisión química ha hecho que la vergüenza cambie de bando.
"Su valiente decisión de hacer público el juicio ha hecho que la vergüenza cambie de bando", ha destacado la titular de Igualdad después de que se conociera que la justicia francesa ha impuesto la pena máxima, 20 años de cárcel, a Dominique Pelicot por haber violado a su mujer durante diez años después de dejarla inconsciente y haber fomentado que decenas de hombres hicieran lo mismo.
Redondo ha destacado que en España hace 20 años la ley integral contra la violencia de género sacó el maltrato machista del ámbito doméstico: "Avanzamos", ha celebrado en la red social X.
Reacciones: Irene Montero, Yolanda Díaz, Mónica García, Carmen Calvo, Cristina Hernández y Ángela Rodríguez
Por su parte su antecesora al frente de Igualdad, Irene Montero, ha deseado que la sentencia sea reparadora para la víctima y "contribuya a acabar con la impunidad de Dominique Pelicot y de muchos más agresores": "Gracias, Gisèle. Es por ti y es por todas. La vergüenza cambia de bando", ha escrito también en X.
A este respecto, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha afirmado que Gisèle es "la mujer del año" puesto que "ha conseguido remover, concienciar y arropar a muchas más mujeres".
"La crueldad y la misoginia de los más de 50 hombres que la violaron durante años nos muestra la normalización de un patriarcado que debemos combatir con todas nuestras fuerzas y por todos los frentes. No estamos solas", ha expuesto Díaz.
Su compañera de coalición y ministra de Sanidad, Mónica García, ha subrayado que después de este caso "nada volverá a ser igual": "La decisión de Gisèle ha marcado a una sociedad que no puede volver a callar ante las agresiones y debe esta siempre con la víctimas", ha escrito.
Por su parte, la presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo ha agradecido a la superviviente francesa su "valentía" para desenterrar la violencia del patriarcado contra la libertad sexual de las mujeres y que haya defendido "que la ignominia y la vergüenza sea de los violentos y de los machistas" en estos tiempos de "misoginia enmascarada en tantas formas".
La directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández, ha pedido que se pronuncie "hoy bien alto" el nombre de Gisèle Pelicot y la exsecretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, ha afirmado que este caso supondrá un punto de inflexión.
"Hubiera sido imposible sin la red fuerte que las feministas hemos ido tejiendo todos estos años que implica contar, nombrar, apoyar. La vergüenza ha cambiado de bando y claro que hay hombres que ahora tienen miedo por lo que han hecho. Gracias por la valentía. Solo sí es sí", ha señalado en X.
El feminismo francés no comparte parte de las sentencias
Pese a lo histórico de esta sentencia, que ha atraído una atención mundial y que ha convertido a esta mujer de 72 años en un icono de la lucha contra la violencia machista, numerosas asociaciones feministas francesas han manifestado su descontento por las penas, que en general han sido significativamente inferiores a las que pedía la Fiscalía, en un momento en el que se esperaba un veredicto ejemplar.
"Este juicio también ha puesto de manifiesto la necesidad de definir mejor la violación y la agresión sexual incluyendo la noción de consentimiento en su definición penal", ha indicado en un comunicado Clémence Pajot, directora general de la Federación Nacional de los Centros de Información sobre los Derechos de las Mujeres y de las Familias (CIDFF).
La Fondation des Femmes, que al igual que otras asociaciones francesas reclama una ley integral contra las violencias sexuales y sexistas, ha manifestado la "incomprensión" y "decepción" ante "ciertas penas pronunciadas", ya que, a pesar de los "testimonios y las pruebas", las condenas contra los cómplices de Dominique Pelicot han acabado por debajo de lo que la acusación había requerido.
"El combate contra la impunidad no ha hecho más que comenzar", ha declarado esa organización en un comunicado, en el que ha recordado también que el trato judicial a las violencias sexuales debe cambiar.
Las sentencias y el hecho de que hasta seis condenados hayan quedado en libertad -ya sea porque sus penas están exentas de cumplimiento en la cárcel o porque ya han cumplido parte de ellas en detención provisional- también han causado disgusto en Aviñón.
Allí, cientos de personas se han concentrado desde primera hora a la entrada del tribunal para manifestar su apoyo a Gisèle Pelicot y tras conocerse las penas han gritado "Vergüenza de Justicia".
"Se hace como si hubiera violaciones grandes y pequeñas. Eso como mensaje, que yo encuentro dramático en extremo, da un poco de permiso de violar. Y no estoy segura de que eso sea lo que queremos en nuestro país", ha explicado a EFE Vigdis Morisse-Herrera, una de las mujeres que han acudido a seguir in situ el final del proceso.
Gisèle Pelicot espera que su proceso sirva para "las víctimas no reconocidas"
Las penas emitidas en Aviñón han oscilado entre los 3 y los 20 años y globalmente han ascendido a más de 400 años de encarcelamiento, una cifra significativamente inferior a los 652 años que sumaban las penas reclamadas por la Fiscalía para los 51 acusados.
El exmarido de Gisèle, Dominique Pelicot, también de 72 años, ha recibido la pena más severa, 20 años, y deberá cumplir al menos dos tercios de ella entre rejas antes de poder solicitar la libertad condicional.
Sin embargo, Gisèle Pelicot ha asegurado respetar las sentencias pronunciadas este 19 de diciembre contra sus agresores, al tiempo que ha expresado que su proceso sirve también para "las víctimas no reconocidas".
"En estos momentos pienso en las víctimas no reconocidas cuyas historias quedan en la sombra, quiero que sepan que compartimos la misma lucha", ha asegurado Pelicot en el tribunal de Aviñón poco después de que se dictaran las sentencias.
"He querido, al abrir las puertas de este proceso, que la sociedad hiciera suyos sus debates. No lo he lamentado en ningún momento", ha reconocido la víctima, que peleó para que las audiencias en el tribunal fueran públicas incluso cuando se proyectaban algunos de vídeos de las violaciones grabados por su marido.
"Tengo confianza ahora en nuestra capacidad de afrontar colectivamente un futuro en el que todos, hombres y mujeres, puedan vivir en armonía con respeto y comprensión mutua", ha agregado.