Ana Mª Pérez del Campo: Al casarte te comprometías a ser obediente con tu marido
En 1974 Ana María Pérez del Campo fundó la primera asociación de mujeres separadas de España. Ella tardó nueve años en poder separarse de su marido a pesar del maltrato psicológico y físico al que la sometía, una situación que la impulsó a dedicar su vida al ingente trabajo de que “ninguna mujer tuviese que pasar por ello”.
La lucha por la igualdad de las mujeres en España no hubiera sido lo mismo sin Pérez del Campo, una de las pioneras en la lucha por los derechos de la mujer que, en 1981, ya participó, junto a varias compañeras, en la redacción del borrador de la ley del divorcio.
En una conversación con Efe con motivo del 8M, pide a las mujeres de ahora que sigan luchando parar conseguirla porque, por mucho que digan, todavía no se ha alcanzado.

Ana María Pérez del Campo, en 1981 participó en la redacción del borrador de la ley del divorcio. EFE/ Ana Márquez
P: ¿Se considera feminista?
R: Yo no me considero feminista, yo soy feminista. Lo soy porque creo que cualquier mujer pensante no puede hacer otra cosa más que llevar a la práctica todo lo que transmite el feminismo que combate la desigualdad, la discriminación y todo aquello que nos hace ciudadanas de segunda clase.
En peligro de retroceso
P: ¿La ha ayudado el feminismo?
R: El feminismo me ha ayudado a comprender lo incomprensible. Realmente yo no entendía lo que pasaba entre los hombres y las mujeres cuando en mis tiempos jóvenes tenía que observar la enorme discriminación que la dictadura franquista nos imponía. Sin embargo, lo que está ocurriendo ahora es escalofriante. Es una marcha hacia atrás que puede retrotraernos a las circunstancias que yo viví. Sí está en riesgo, la democracia española está en riesgo.
Hay que decirles algo a las mujeres: nosotras tenemos un voto que costó mucho, muchísimo, conseguir, porque en mi tiempo no se podía votar, tenías que soportar la desigualdad, la violencia y lo que viniera encima. Ahora, el arma del ciudadano es su voto.
P: Díganos dos medidas que deberían implantarse para caminar hacia la igualdad.
R: Si es que es muy sencillo. El planeta Tierra está ocupado por el género humano y el género humano es una composición de los hombres y las mujeres. Si solamente tiene poder una de las partes, la desigualdad está absolutamente garantizada, y con la desigualdad la injusticia, y con la injusticia se hace un mundo insufrible para más de la mitad de la población.
El PP está predispuesto a cerrar los ojos y los oídos para volver atrás, para no erradicar la violencia de género de su país. Y de Vox… bueno, es Franco revivido.
“Eras un cero a la izquierda”
P: ¿Se ha encontrado con algún obstáculo por ser mujer?
R: Yo que ya no soy una mujer tan joven, los obstáculos que me encontré -y contra los que las feministas hemos luchando desde la Revolución Francesa-, eran que el régimen dictatorial exigía que a la hora de casarte te comprometieras a ser obediente con tu marido, la obediencia marital, además de la imposibilidad de administrar bienes, trabajar sin autorización o realizar los estudios que quisieras. Es decir, eras y seguías siendo un cero a la izquierda.