
Corredores durante la carrera San Silvestre Vallecana. EFE
La brecha de género en la actividad física de las adolescentes
Solo el 23,8 por ciento de las adolescentes españolas cumplen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre actividad física (60 minutos al día), frente al 40,5 por ciento de los chicos, una brecha de género que se acentúa “notablemente” entre los jóvenes durante la etapa universitaria.
Las chicas no cumplen las recomendaciones
Así, en el grupo de edad de entre 18 a 25 años, la OMS recomienda 150 minutos semanales de ejercicio, lo que cumplen el 53,2 % de las mujeres y el 75,4 % de los hombres (una diferencia de 22,2 puntos porcentuales), según un informe de la Fundación Mapfre y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
En toda la franja de edad estudiada (de 12 a 25 años), revela que el 76 % de las chicas no cumplen esas indicaciones, lo que significa que solo dos de cada diez son activas.
A medida que se avanza en edad se produce un “notable” descenso en el gasto energético semanal, que alcanza su valor más bajo en la franja de 19 a 21 años, con un ligero aumento en la transición a los 22-25 años.
El estudio se ha basado en encuestas a 10.511 españoles de entre 13 y 25 años, de ellos 5.816 mujeres, y también en grupos de discusión en los que han participado jóvenes y adolescentes, padres y madres, profesionales de educación física, profesores y entrenadores.
Mayor tasa de abandono
Del informe se desprende que las chicas comienzan a dejar de hacer ejercicio principalmente a partir del bachillerato, por lo que la mayor tasa de abandono de la actividad física se produce entre las jóvenes de 16 a 18 años, una tendencia que se mantiene desde hace 15 años, en la que los investigadores no ven señales de cambio.
Mayor madurez y sentido de la responsabilidad
Los motivos son varios: la mayor madurez y sentido de la responsabilidad de la mujer, que en esa franja de edad es mayor que la de los chicos, y que les hace preocuparse más por sus estudios y su futuro que por la actividad física, que la consideran más como ocio que como un beneficio para la salud.
Ello a pesar de que la OMS advierte de que la inactividad física es un factor de riesgo de mortalidad temprana y el desarrollo de hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer.
Oferta deportiva adecuada
También influye el hecho de que las chicas no encuentren una oferta deportiva adaptada a sus motivaciones y que cuenten con menor apoyo de la familia y su entorno más próximo para seguir haciendo deporte, una vez que ya no está incluido en el curriculum escolar, ha señalado Fernando del Villar, catedrático de la URJC y director del estudio.
Entre las barreras para la práctica de ejercicio, las chicas mencionan la elevada carga académica, las nuevas formas de ocio y de relacionarse, vinculadas a las redes sociales, y que creen que tienen menos habilidades que los chicos para el deporte.
Planificar una oferta deportiva diferenciada por género, especialmente a partir de la etapa de 16 a 18 años, es una de las recomendaciones del estudio, que también propone actividades que favorezcan las relaciones interpersonales, la superación de retos asumibles y cuantificables y utilizar las redes sociales para atraer a las chicas.
El rector de la URJC, Javier Ramos, ha considerado “inaceptable” la brecha que revela el estudio y ha asegurado que revertir esta situación es un “reto social” que también la universidad debe asumir.