
Foto cortesía APRAMP
La voz de las supervivientes, clave en la lucha contra la explotación sexual
La Asociación española para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP) presenta la campaña “Ellas son las protagonistas. Por ellas y por todas”, en la que pone en valor el importante papel de las supervivientes en la lucha contra la explotación sexual, con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños que se conmemora cada 23 de septiembre.
Durante el 2022, las unidades móviles de APRAMP brindaron información y asesoramiento a 14.500 personas, de las cuales se atendieron 1.868 nuevos casos; de éstos, 125 personas fueron demandantes de protección para víctimas de trata. Además, se llevaron a cabo intervenciones directas en 870 lugares y se identificaron 301 nuevos espacios específicos.
Durante ese mismo año, 1.292 personas se inscribieron los centros de acogida de la Asociación e iniciaron un itinerario de inserción, mientras que 3.275 personas recibieron información y orientación. Dentro de las distintas áreas de asistencia y apoyo, 439 personas recibieron atención psicológica, 1.085 recibieron asistencia jurídica y 930 en el área de orientación e información sanitaria.
“A través de estos datos, APRAMP enfatiza el papel fundamental de las supervivientes, alzando la voz y reconociéndolas como protagonistas en la misión de nuestra organización: construir una sociedad libre de violencia y explotación donde las personas recuperen la libertad y la dignidad”, afirma la organización en un comunicado.
El papel de las supervivientes de explotación sexual
Para APRAMP, la historia de las supervivientes finaliza “fuera de las manos de las mafias y la explotación de la que fueron víctimas para convertirse en protagonistas de sus propias vidas realizando un trabajo esencial al contribuir en la detección de nuevas víctimas”.
“Para poner fin a esta realidad y garantizar que las víctimas recuperen sus derechos, su vida y su dignidad, es esencial crear y ofrecer alternativas reales que satisfagan sus necesidades, alentando en el desarrollo de habilidades sociales y proporcionando herramientas de formación y adquisición de conocimientos para facilitar la inserción laboral de acuerdo con sus intereses”, afirma.
Todo esto se logra, dice APRAMP, gracias a las verdaderas protagonistas: las supervivientes que construyen y forman parte de la Escuela de Supervivientes.
Creada en 1994 y con una participación media de 12 mujeres al año alcanzando una participación de 360 mujeres en tres décadas, la Escuela se ha convertido en un espacio con el objetivo principal de formar y capacitar profesionalmente a sus integrantes a través de la formación teórica y práctica, así como un observatorio constante de la situación de la trata y explotación.
“Es un punto de apoyo a las víctimas así como una red de cercanía que permite dar respuesta inmediata ante las situaciones de emergencia a través de profesionales especializados en materia de mediación, trata y explotación”, agrega la Asociación.
APRAMP reconoce que las supervivientes logran acceder a lugares donde la administración pública no llega “y operan a través de un dispositivo itinerante que sirve de primer punto de contacto in situ con otras llegando a atender a un total de 59 nacionalidades y viendo una realidad que está fuera de los canales habituales”.
“Sin ellas, las protagonistas, este camino no sería posible. Por ellas y por todas, seguimos luchando contra la explotación sexual y la trata”, concluye.