
Cristina González (c), presidenta de las matronas en Madrid durante el acto de celebración del Día Internacional de la Matrona, en el que se ha analizado la situación actual de la profesión. EFE/ Zipi Aragón
La lucha contra la precariedad y por el reconocimiento de las matronas en España
La falta de reconocimiento y de personal, las deficientes condiciones laborales y las prácticas no cualificadas son las principales reivindicaciones de las matronas en España, un colectivo con uno de los peores ratios de la Unión Europea: 6,1 profesionales por cada 10.000 pacientes frente al 9,1 de la UE.
“Es completamente inaceptable que algunas matronas tengan asignadas más de 18.000 mujeres en atención primaria. Algunas trabajan como enfermeras porque la oferta y condiciones laborales son vergonzosas”, denuncia a EFE María Ángeles Rodríguez Rozalén, responsable de Relaciones Institucionales de la Asociación Española de Matronas (AEM).
Las matronas españolas denuncian la “irresponsabilidad e indiferencia” de los gobiernos autonómicos para resolver esta compleja situación, como explica Rodríguez.
La Comunidad de Madrid es, junto con Andalucía, la que cuenta con los datos más bajos de matronas del país, un colectivo afectado por la falta de oferta formativa y de personal y que denuncia que en muchos hospitales han sido sustituidas por enfermeras generalistas.
Situación de las matronas en España
“La profesión de matrona ha pagado un precio muy alto a lo largo de la historia por ser mujeres en su mayoría y ser un colectivo pequeño que, de alguna manera, se vuelve invisible a los ojos de quienes nos representan y se supone que nos defienden”, asegura la responsable de la Asociación.
Según datos de la AEM y de la Asociación de Matronas Madrileñas (AMM), en la Atención Primaria hay de media solo una matrona por cada 13.000 pacientes.
El colectivo calcula que faltan en unas 3.000 profesionales para paliar la situación, especialmente complicada en Madrid, donde se estima que sería necesario crear alrededor de 1.400 nuevos puestos.
El último informe anual publicado por el Ministerio de Sanidad en 2022, con datos de 2019, refleja que, las matronas son el 5,1 % (1.945) de los profesionales de enfermería de Atención Primaria (38.016).
“En Madrid hay cientos de matronas en paro esperando a que suene el teléfono para empezar a trabajar, pero no se crean puestos para ellas”, cuenta Cristina González, presidenta de la AMM.
Con una media de 12,5 matronas cada 1.000 nacimientos, frente a las 25,9 en la Unión Europea, España se sitúa a la cola entre sus colegas comunitarios.
La Asociación madrileña insiste en que en los últimos cuatro años solo se han publicado 53 plazas para la sanidad pública, una cifra insuficiente que no cubre ni las jubilaciones de los últimos 5 años.
Más allá del parto
“No tenemos matronas en plantas de puerperio, ni en urgencias de muchos hospitales. No tenemos un ratio adecuado en Atención Primaria”, destaca González, que reivindica el papel de las matronas más allá de su labor en el parto.
Las matronas se esfuerzan en que se deje de asociar su figura con el embarazo, el parto y puerperio, para que se las vea como expertas en salud sexual y reproductiva de la mujer.
En este sentido, González recuerda que se habla mucho de violencia de género y problemas derivados, y de que no hay una buena educación afectivo-sexual “desde el minuto cero, que es la infancia”.
En su lucha, el colectivo carga también contra el intrusismo profesional. “No se puede consentir que las mujeres en periodo gestacional caigan en manos de supuestos profesionales no capacitados”, como asegura Rodríguez Rozalez, al destacar la proliferación de Doulas, profesoras y profesores de yoga, gimnasios y en general ‘falsos profetas’” para ejercer esta labor.
Según un informe de Naciones Unidas, si las matronas tienen la educación y licencias pertinentes y trabajan en un equipo multidisciplinar, pueden satisfacer cerca del 90 % de las necesidades de salud sexual, reproductiva, materna, neonatal y adolescente de las mujeres.
En la actualidad las matronas constituyen únicamente el 8 % del personal dedicado a estos cuidados. Si se ejecuta “una inversión imprescindible” en esta materia se podrían evitar dos terceras partes de las muertes maternas, neonatales y de mortinatos, y se salvarían 4,3 millones de vidas cada año para 2035, según el informe.